domingo, agosto 26, 2007

EX VIGILANTE INSISTE: EL VIDEO DEL PLATILLO VOLADOR DE LAS LOMAS ES UN TRUCO


He dedicado varias entradas de este blog al llamado Platillo volador de las Lomas, en una de esas entradas escribí sobre lo afirmado por el ex vigilante Pedro Ramírez. Aunque no lo hice, pensé que sería interesante ponerme en contacto con Ramírez para obtener más información sobre lo que sabe sobre el caso de las Lomas. Hace algunos días el escéptico Luis Ruiz Noguez me hizo saber de la plática que la ufóloga Ana Luisa Cid mantuvo tanto con Carlos Guzmán Rojas como con el ex colaborador de Jaime Maussán.

Agradezco el permiso de Ana Luisa Cid para transcribir la entrevista que le realizó a Ramírez. Esta entrevista (así como la realizada al representante en México de MUFON) puede encontrarse en la página de la ufóloga.


Pedro ¿tú fuiste parte del equipo que investigó el ovni de las Lomas?
Así es, incluso fui la primera persona en conocer el video. Lo recibí en un casete VHS, dentro de un sobre y con una carta.
(Esto fue el viernes 26 de septiembre de 1997, cuando era colaborador de Jaime Maussan).

¿Qué decía la carta?
Para empezar te diré que estaba mal redactada y con evidentes faltas de ortografía. Decía que habían visto un objeto bamboleándose entre unos edificios y que tomaron video, usando sin permiso, la cámara de su jefe. Que estaban comiendo (en su lugar de trabajo) cuando tuvieron el avistamiento, pero no ponían la dirección.

¿La misiva estaba firmada por una persona de nombre José Valles?
Sí, la firmaba un tal José Valles y solicitaba anonimato. Después supimos que era un seudónimo.

¿Qué hiciste después de ver el video?
Avisarle a Jaime Maussan, que estaba en una oficina contigua. Entonces todos se reunieron alrededor del televisor y ya te imaginarás los comentarios. Inmediatamente después se presentó el video en televisión, al día siguiente, desde Ciudad Juárez, Chihuahua.

¿El sábado 27 de septiembre?
Así es, el programa “Tercer Milenio”, en ese entonces, pasaba los sábados y los domingos.
El sábado 27 se transmitió un fragmento del video, como un avance de lo que se vería el domingo, y ya desde día se presentó como la “súper evidencia”, “la mejor evidencia ovni grabada en México”… y creo que eso fue un error, ya que no se debe dar por bueno un material sin investigarlo, con decirte que ni siquiera sabíamos dónde se había grabado.

¿Cómo obtuvieron el dato de la ubicación?
En el programa del domingo (28 de septiembre de 1997) Jaime dijo que si alguien sabía más del video, así como la ubicación de los edificios, se pusieran en contacto con “Tercer Milenio”. Y al día siguiente es cuando una persona habló para decir que la zona era Lomas del Chamizal (edificios Royal Reforma). Entonces, ese mismo lunes, se fueron al lugar Jaime Maussan y Daniel Muñoz.

¿Es cuando encontraron a Cassandra López quien aseguró ser testigo del avistamiento?
Sí. Aunque yo creo que Cassandra vio el video en la televisión y de ahí sacó su testimonio.

¿Tú que investigación realizaste?
Bueno, pues estudiando el ángulo del video y el tiro de la toma, llegué a la conclusión que sólo pudo haber sido grabado desde el edificio Reforma Laureles, así que fui varias veces al lugar. Encontré que en el penthouse está una agencia de publicidad, que son los que hacen los comerciales virtuales de los partidos de fútbol. Entrevisté al encargado del mantenimiento, una persona de nombre Emilio Osorio, quien aseguraba que el ovni era real, pero más bien lo hacía por protagonismo y porque lo vio en el programa.


Después contacté con personas de la limpieza y con la jefa de intendencia, ellas me dieron buena información que me aproximó al autor del video, y con la ayuda de una amiga que hizo una llamada telefónica, encontramos que es un joven que trabaja en esa agencia de publicidad del penthouse, la empresa se llama “Publicidad Virtual”.

El autor del ovni de las Lomas es un especialista en efectos virtuales y reconoció que hizo el video porque quería jugarnos una broma, pero nunca imaginó los alcances que esto iba a tener, incluso nos “pidió perdón” a Jaime Maussan y a mí. Hasta nos confesó que él pensaba que no haríamos caso de su video, por ser anónimo, y casi estaba seguro que íbamos a tirar el casete al bote de basura, claro que después de verlo.

Como dato adicional te diré que el autor del “ovni” de las Lomas es familiar de alguien muy conocido del medio artístico, de Televisa. De momento no puedo decir su nombre, aunque el seudónimo que usó para firmar la carta tiene concordancia con su nombre real.

De hecho esto lo sabe mucha gente, hasta él mismo lo platica cuando el tema sale a relucir. También nos explicó que, como el video es de pocos segundos, fue relativamente fácil hacerlo y que en un fondo de cielo gris se nota menos la animación.

Mira, desde un principio había indicios de algo irregular y de que había profesionales de la edición detrás de esto, ya que el casete VHS, en el cual llegó el video, era de 5 minutos de duración. Tú sabes que esos casetes no los consigues en cualquier parte, sólo en lugares especializados, porque lo común es encontrar los VHS pero de 2 horas. Tampoco es común que un aficionado use material de ese tipo.

¿Y los demás testigos que dijeron haber visto al ovni?
Para empezar fueron como 8 personas, a lo mucho. Y como te decía anteriormente, el hecho de haberlo pasado en televisión puede influir para encontrar “testigos”.

¿Por qué no se dio a conocer tu investigación oportunamente?
Porque me pidieron guardar silencio. Para algunos esto es un negocio y no convenía desacreditar el caso.

¿El autor solicitó alguna remuneración económica?
No, él nunca pidió dinero. Después te mostraré unas grabaciones que tengo para que veas las negociaciones que se hicieron con ese video, aunque es incorrecto que otra persona venda el material que no es de él. Hoy considero que hubo una doble intención, tengo la certeza de ello.

¿Una doble intención?
Así es, porque aún sabiendo que el video era falso, se comercializó y se siguió dando por bueno.
(La investigación concluyó en un lapso de dos meses, de acuerdo al entrevistado).

Regresando al tema del autor ¿es verdad que es extranjero con residencia ilegal en nuestro país?
No, eso es falso. Eso lo dijo Emilio, el encargado del edificio, para hacernos creer que sabía mucho del autor.

¿Y la versión de que el video fue creado por SIGGRHAP, de la UNAM, como un experimento social?
Tampoco es cierto. Lo del experimento social y la UNAM lo dijo Héctor Chavarría (investigador escéptico), pero hace como 2 ó 3 meses platiqué con él y le expliqué cómo estaban las cosas.

¿Cuándo darás a conocer el nombre del autor?
Cuando tenga un foro para hacerlo. Yo tengo su autorización para informar esto y quizás hasta él me acompañe.

¿Te refieres a un foro en televisión?
Sí, un foro en televisión.

Bueno, tú tenías un segmento por televisión llamado “Fraudes al descubierto” y nunca tocaste el tema ¿por qué?
Porque cuando lo comenté con el productor no le interesó el caso, pero ya habrá la oportunidad de hacerlo.

¿No le perjudica al autor que lo presentes en los medios?
No, ya pasó mucho tiempo. Quizás hace 10 años sí, pero ahora no creo que tenga problemas.

¿Él sigue laborando en la empresa de publicidad que mencionaste?
Sí, hasta donde yo sé, él sigue trabajando ahí.

Gracias Pedro por otorgarme esta entrevista y también por la autorización para difundirla
Gracias a ti Ana Luisa y seguiremos en comunicación.


Después de la entrevista, Ana Luisa Cid añade los siguientes datos:

Indagando más datos, encontré en Internet la página de una empresa de publicidad que está precisamente en el penthouse del edificio Reforma Laureles y que su nombre corresponde con el que refirió el investigador (“Publicidad Virtual”).

http://www.publicidadvirtual.com/sitio/

Comentando con Pedro Ramírez sobre este sitio web, confirmó que se trata de la misma agencia donde realizó la pesquisa.
En la citada página se lee que “Publicidad Virtual” es una empresa 100% mexicana que utiliza avanzados sistemas para insertar elementos gráficos -creados por computadora- sobre imágenes de video real. Son los creadores de los comerciales virtuales de los partidos de fútbol, entre otras cosas, y su destacado trabajo les ha merecido importantes reconocimientos. También ahí se informa que la primera inserción virtual, en la televisión mexicana, fue en el mes de diciembre de 1995.


Hace tiempo algunas personas del Discovery Channel trataron de recrear el video de las Lomas, sobre este punto la ufóloga expresa:

Cabe mencionar que -hace dos años- los creativos de Discovery Channel (X-Testers) visitaron Lomas del Chamizal, con la finalidad de reproducir el “ovni”.
En mi opinión, no lo emularon exactamente, en virtud de que no emplearon programas de inserción virtual, sino maquetas y modelos a escala.
Por tanto, el que “ni Discovery Channel logró reproducirlo”, como dicen algunos, es una premisa de poco peso para sustentar la veracidad del caso.

Por ahora se me ocurren las siguientes preguntas: ¿Por qué Jaime Maussán nunca habló de la existencia de "Publicidad Virtual"?, ¿por qué Daniel Muñoz tampoco lo hizo?, ¿desde cuándo se ubica esa empresa en ese edificio?

Y como ya escribiera anteriormente, seguramente hay muchas sorpresas aguardándonos sobre este caso.

lunes, agosto 06, 2007

EROS

Para Josafat


Se decía que los habitantes de Sodoma eran pusilánimes, que el pavor a morir los obligaba a ser esclavos de los placeres. Es verdad que para nosotros el placer era un encantamiento que nos hacía olvidar que algún día ya no seríamos. Cuando Lot y yo éramos jóvenes, y él se tendía sobre mí, la muerte se alejaba, despojada de sus armas, vencida por el peso de su cuerpo tibio. En las primeras noches, mientras en la ciudad otros se amaban al mismo tiempo que nosotros –y qué benévola y fraternal me parecía esa coincidencia, estar unidos en el gozo con otros de los que no sabíamos ni el nombre-, creí entender para qué nos había sido otorgada la vida. En Sodoma el deseo y la belleza, efímeros y todopoderosos, son sagrados.

La mujer de Lot. Verónica Murguía.

Un ángel ebrio caminando de madrugada por las calles de la ciudad de México es una presa fácil.

Estaba cerca del Palacio de Bellas Artes cuando lo encontró su victimario. El joven alado ni siquiera se percató de que era observado.

El ángel se lamentaba por un amor perdido. Habían ya transcurrido dos años desde que su amante había partido, y aún no podía superar aquella ruptura.

“¿En qué lugar del universo te encuentras?, ¿aún recuerdas nuestro amor?, ¿pensarás todavía, aunque sea sólo de vez en cuando, en lo mucho que nos quisimos?...”, preguntó a gritos. El silencio fue la única respuesta que obtuvo, sacó de su chamarra una botella de alcohol y le dio un trago. Los cientos de ángeles y humanos con los que había salido (y con los que había fornicado) de nada le habían servido... simplemente no podía olvidar a su antiguo amor.

Ángel caminó hasta las afueras del metro Salto del agua; decidió sentarse al borde de la banqueta; a sus espaldas, victimario permaneció de pie.

Ángel comenzó a llorar.

Victimario no pudo evitar ponerse nervioso cuando pasaron dos trasnochadores; “nada de testigos, por favor”, pensó y se recriminó por haberse alterado por el paso de simples mortales. Y es que sabía que lo que planeaba hacer podría costarle muy caro. Una cosa es alimentarse de seres humanos, otra hacerlo con uno de Ellos.

Ángel le daba otro trago a su botella cuando victimario se sentó a su lado. Victimario no pudo evitar sentir ternura por aquel que en unos minutos dejaría de sufrir, y también se reprochó por ello. “¿Ternura por mi alimento?, me doy asco.”. ¿Pero hay alguien que no se conmueva con un ángel que de tan joven aún cree en el amor? “El amor es un burdo engaño, pero no podrás llegar a saberlo”, pensó victimario.

El vampiro acarició la mejilla del muchacho. Las lágrimas de ángel humedecieron la mano de quien se convertiría en su verdugo. Victimario llevó su mano a sus labios. En cuanto la lengua del vampiro tuvo contacto con aquellas lágrimas, la ternura cedió su lugar a la excitación.

Ángel volteó asustado. La fogosidad del vampiro aumentó al observar el bello rostro del adolescente. Ángel intentó en vano levantarse. Victimario sonrió con el objetivo de calmar al jovencito, pero ángel pensó que aquella sonrisa no podía significar algo bueno.

-No deseo hacerte daño. –Explicó victimario tratando de calcular la edad de ángel, concluyó que no pasaría de los 17 años.

-Me hablaron de ustedes... me previnieron, me dijeron que me cuidara... si hubiera escuchado... –Balbuceó el hermoso ángel.

-Conmigo de nada tienes que preocuparte.

Victimario, tratando de ser convincente, tomó la mano de ángel. Ángel sonrió, y victimario, sin poder contenerse, besó aquellos sensuales labios.

-Nadie merece tus lágrimas. –Victimario sintió tanta rabia por haber pronunciado aquellas palabras que de inmediato soltó la mano de ángel. “Si no te controlas terminarás pidiéndole que sea tu novio.”, se dijo a sí mismo.

-Yo aún lo amo.

Y el llanto volvió a hacer acto de aparición. Ángel dio otro trago a la botella, y ofreció un trago a victimario.

-Parece que tú lo necesitas más, de cualquier forma lo acepto... Rechazarte sería una descortesía de mi parte.

Después de unos minutos de silencio, ángel reinició la plática.

-¿Te has enamorado?, ¿te han roto el corazón?

Victimario sonrió, si se había enamorado en algún momento de su larga existencia, ya lo había olvidado. ¡Seis siglos no son poco, y vaya que el tiempo no pasa en vano!

-No recuerdo, aprendí rápido.

-¿Aprendiste qué?

-Que el amor es un invento... Se trata de un concepto cuya única finalidad es manipular la sexualidad de los demás... Es una forma de opresión, de control...

-No te entiendo. –Ángel limpió sus lágrimas y bebió más.

-Eres muy joven, por ello es que no te has dado cuenta de eso. Te metieron en la cabeza esa tontería de encontrar a alguien especial con quien pasar toda tu existencia... –Estuvo a punto de exponer lo que por tantos años había reflexionado, pero ángel estaba tan borracho que hacerlo hubiera resultado absurdo.

-Pero... él sí era especial...

Victimario sonrió nuevamente al tiempo que acariciaba las alas de su interlocutor. Ángel pensó que aquel vampiro era fascinante, y sin poder contenerse besó sus labios.

-Estás amargado. –Espetó ángel sonriendo.

-¡¡¿Qué?!! –A victimario le sorprendió aquella frase, pensó en golpear al atrevido, pero de la boca de ángel salió otra sorprendente frase.

-No te enojes y dame otro beso.

Y al beso le siguió otro, y a éste, otro, y...

Después vinieron las caricias, y posteriormente llegaron a la conclusión de que necesitaban comprar algunas botellas de mezcal, de que hacía mucho frío y de que sería mejor dirigirse a un hotel.


***

Durante las siguientes horas aquel par disfrutó de una mezcla de dolor y placer.

¿Cuántos gemidos se escucharon antes del amanecer? Imposible saberlo. También imposible es saber el número de sollozos lanzados por cada uno. La faena sólo llegó a su fin hasta que ambos estuvieron satisfechos, y para que tal cosa sucediera fueron necesarios más de cien embates por parte del vampiro, y de mil por parte de ángel. Placer y dolor en una perfecta mezcla.

Victimario se recriminó por no haberse atrevido a hacerlo antes. Que estaba violando la ley era cierto. Que el castigo por aquella acción podía ser terrible también lo era. Pero también cierto era que había valido la pena.

Una vez que terminaron, los dos fueron vencidos por el sueño.

Victimario jamás había sentido tanto placer, aquello le había resultado por completo novedoso, como si hasta ahora realmente hubiera tenido su primera experiencia sexual... Ángel también disfrutó de la jornada... pero en realidad había sido como cualquier otra.

Y es que victimario jamás había estado con uno de Ellos. Ángel, en cambio, ya había estado con muchos otros similares a victimario...

***

La luz del sol despertó a ángel. Ya eran las siete de la mañana, sabía que era el momento de terminar con aquello. Miró al vampiro y lo comparó con su antiguo amor (aquel que le había mostrado lo que era el auténtico goce). Victimario no era más que un vampiro común y corriente, nada especial.

Especial era el vampiro al que extrañaba. Excepcional era aquel por el que sufría, aquel que se había marchado después de haberlo convertido en lo que ahora era.

Clavó sus colmillos en el cuello de victimario y sin titubear le succionó la vida. Victimario dejó de respirar y ángel lo miró con indiferencia.

El apuesto adolescente se duchó, y después de arreglarse un poco salió del hotel. “Por cierto, ¿a qué hora y en dónde conocí a este vampiro?... ¡Qué más da!” Le urgía tomarse algo para aliviar el dolor de cabeza que le recordaba la enorme cantidad de alcohol bebida la noche anterior...

“¿En qué lugar del universo te encuentras?...”

Un ángel ebrio caminando de madrugada por las calles de la ciudad de México puede resultar mortalmente peligroso.

lunes, julio 30, 2007

Distinguiendo entre ciencia y pseudociencia


Ya en una anterior entrada me referí al trabajo del físico Mario Bunge, quien se ha dedicado a la filosofía de la ciencia. Mencioné en esa entrada que para saber si lo que se nos ofrece es el producto genuino: la ciencia, y no su burda imitación: la pseudociencia, debemos aprender a distinguirlas. En dicha entrada resumí la caracterización que Bunge hace de ambas en su libro “Seudociencia e Ideología” (publicado por Alianza Editorial).

En esta entrada veremos lo que al respecto nos dice en su libro La investigación científica (publicado por Siglo XXI editores).

Se trata del primer capítulo, mismo que se titula El enfoque científico y que está dividido en seis partes.

En éste Bunge explica qué es la ciencia (esto es, en qué consiste el enfoque científico), cuál es su objetivo y su método. Establece las diferencias entre el método científico y las técnicas científicas, entre ciencias factuales y formales, entre ciencia pura y ciencia aplicada, y -lo que es de mayor interés para este blog- entre ciencia y pseudociencia.

Las siguientes líneas son un breve resumen de lo expuesto por Bunge.


El conocimiento científico

En la primera parte Mario Bunge explica las diferencias entre el conocimiento ordinario y el conocimiento científico.

Bunge expone que es imposible plantear una pregunta fuera de algún tipo de conocimiento, de ahí que toda investigación tenga como punto de partida alguno de los dos siguientes tipos de conocimiento: el ordinario o el científico. El conocimiento científico, aunque pueda partir del conocimiento ordinario, termina superándolo.

El conocimiento científico y el conocimiento ordinario (buen sentido o sentido común) comparten ciertas características (ambos aspiran a ser racionales y objetivos: son críticos y aspiran a coherencia, e intentan adaptarse a los hechos en vez de permitirse especulaciones sin control).

¿Qué los distingue?

La ciencia tiene como ideal de racionalidad “la sistematización coherente de enunciados fundados y contrastables”, este ideal se consigue mediante teorías; el conocimiento común sólo acumula “piezas de información laxamente vinculadas.”

Para lograr la construcción de imágenes de la realidad que sean verdaderas e impersonales deben rebasarse “los estrechos límites de la vida cotidiana y de la experiencia privada, abandonando el punto de vista antropocéntrico, formulando las hipótesis de la existencia de objetos físicos más allá de nuestras pobres y caóticas impresiones, y contrastando tales supuestos por medio de la experiencia intersubjetiva (transpersonal) planeada e interpretada con la ayuda de teorías. El sentido común no puede conseguir más que una objetividad limitada porque está demasiado estrechamente vinculado a la percepción y a la acción, y cuando las rebasa lo hace a menudo en forma de mito: sólo la ciencia inventa teorías que, aunque no se limitan a condensar nuestras experiencias, pueden contrastarse con ésta para ser verificadas o falseadas.”

Bunge señala que ambos tipos de conocimiento comparten el naturalismo, esto quiere decir que ambos rechazan entidades y fuentes de conocimiento no naturales. “Pero el sentido común, reticente como es ante lo inobservable, ha tenido a veces un efecto paralizador de la imaginación científica. La ciencia, por su parte no teme a las entidades inobservables que sostiene hipotéticamente, siempre que el conjunto hipotético pueda mantenerse bajo su control: la ciencia, en efecto, tiene medios muy peculiares (pero nada esotéricos ni infalibles) para someter a contraste o prueba dichos supuestos.”

¿Qué hace que el conocimiento científico sea superior al conocimiento ordinario?

No los objetos, temas o sustancias de los que se ocupan (que pueden ser los mismos) sino la forma en que los abordan, y el objetivo. La ciencia, para alcanzar su objetivo, emplea el llamado “método científico”. Así, esta parte termina con la frase siguiente: “El enfoque científico, pues, está constituido por el método científico y por el objetivo de la ciencia.


Cuestión de método
(donde no hay método científico no hay ciencia)


¿Qué es el método científico? Ese es el tema de la segunda parte.

Bunge comienza explicando lo que se debe entender por método: “Un método es un procedimiento para tratar un conjunto de problemas. Cada clase de problemas requiere un conjunto de métodos o técnicas especiales. Los problemas del conocimiento, a diferencia de los del lenguaje o los de la acción, requieren la invención o la aplicación de procedimientos especiales adecuados para los varios estadios del tratamiento de los problemas, desde el mero enunciado de éstos hasta el control de las soluciones propuestas.”

Bunge distingue entre el método general de la ciencia y los métodos o técnicas especiales para abordar ciertos problemas o cuestiones.

El método general “es un procedimiento que se aplica al ciclo entero de la investigación en el marco de cada problema de conocimiento.”, mientras que los métodos especiales se usan dependiendo del problema específico que se aborda: “Cada método especial de la ciencia es, pues, relevante para algún estadio particular de la investigación científica de problemas de cierto tipo.”

A continuación Bunge menciona qué pasos podría tener el método científico, escribo “podría tener” porque el autor explica que no se trata de una lista de pasos que pueda considerarse agotada o infalible; además el filósofo explica que estas reglas no son suficientes para hacer ciencia (“si lo fueran, como han supuesto algunos filósofos, todo el mundo podría llevar a cabo con éxito, investigaciones científicas, y las máquinas de calcular podrían convertirse en investigadores...”).

Bunge examina un ejemplo de problema y va explicando cómo podría abordarse, entonces distingue una serie ordenada de operaciones. He aquí la serie:

1. Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fecundas.
2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia, para contestar a las preguntas.
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación.
5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar su relevancia y la fe que merecen.
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados.
7. Estimar la pretensión de verdad de las conjeturas y la fidelidad de las técnicas.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las técnicas, y formular los nuevos problemas originados por la investigación.

Bunge menciona que una prueba del funcionamiento del método científico es que da resultados, pero esa es una justificación pragmática, como filósofo le gustaría encontrar una justificación teórica. Al final menciona que tal vez la única regla de oro del trabajo científico es: “Audacia en el conjeturar, rigurosa prudencia en el someter a contrastación las conjeturas.”


Método científico y técnicas científicas

El método científico se usa en un ciclo completo de investigación y no depende del tema abordado, pero para afrontar algunos temas puede ser necesario usar técnicas específicas (esas técnicas no siempre pueden trasladarse de un campo a otro), esas técnicas también dependerán del estado del conocimiento respecto del tema en cuestión; es de lo que trata esta tercera parte.

El autor distingue entre técnicas conceptuales y empíricas. Las primeras “permiten enunciar de un modo preciso problemas y conjeturas de cierto tipo, así como los procedimientos (algoritmos) para deducir consecuencias a partir de las hipótesis y para comprobar si la hipótesis propuesta resuelve los problemas correspondientes”. Las segundas permiten arbitrar experimentos, llevar a cabo mediciones, y la construcción de instrumentos para registrar y elaborar los datos.

Añade que “El dominio de la mayor parte de esas técnicas es una cuestión de adiestramiento: el talento hace falta para aplicar técnicas conocidas a problemas de tipo nuevo, para criticar las técnicas conocidas y, particularmente, para inventar otras mejores.”

Como vimos, las técnicas se usan para abordar problemas específicos, pero Bunge menciona que existen técnicas casi-universales, éstas “aunque no son tan universales como el método general de la ciencia, son aplicables a cierto número de campos diversos”.

Menciona y explica tres de esas técnicas: el cuestionario ramificado, los procedimientos iterativos y el muestreo al azar.


Ciencias formales y fácticas

La cuarta parte comienza con tres afirmaciones (que se desprenden de lo visto anteriormente): el método científico trata problemas intelectuales , de ahí que pueda ser usado en todos los campos del conocimiento (afirmación interesante para la filosofía); las técnicas especiales dependen del objeto de estudio; y las ciencias se diferencian por sus objetos de estudio y por las técnicas que emplean, pero todas ellas se unifican en cuanto a que todas usan el método científico.

Bunge divide a las ciencias en formales (se refieren a las fórmulas analíticas, es decir, “a fórmulas que pueden convalidarse por medio del mero análisis racional, como las matemáticas y la lógica) y fácticas (estudian hechos, como la física, la química o la biología). En esto no me extenderé. Al final aparece un diagrama en el que Bunge propone una división de las ciencias.


Ciencia vs. Mitología

En la quinta parte comienza ocupándose de la diferencia entre ciencia pura y ciencia aplicada (y tecnología).

“Los métodos son medios arbitrarios para alcanzar ciertos fines. ¿Para qué fines se emplean el método científico y las varias técnicas de la ciencia? En primer lugar, para incrementar nuestro conocimiento (objetivo intrínseco, o cognitivo); en sentido derivativo, para aumentar nuestro bienestar y nuestro poder (objetivos extrínsecos o utilitarios). Si se persigue un fin puramente cognitivo, se obtiene ciencia pura; si la finalidad a largo plazo es utilitaria, resulta ciencia aplicada; y si la meta es utilitaria a corto plazo, se hace técnica (o tecnología, por emplear un anglicismo). Pero las tres emplean el mismo método, y los hallazgos de cualquiera de ellas pueden utilizarse en las otras dos. Sin embargo, hay una importante diferencia moral entre estos campos: en tanto que la ciencia básica es inofensiva, la ciencia aplicada y la técnica pueden ser dañinas.”

Así, pues, en cuanto a las metas divide a la ciencia en básica y aplicada. Las principales ramas de la técnica contemporánea son: técnicas físicas, químicas, biológicas, sociales y de conocimiento.

Menciona el objetivo de la ciencia fáctica: “establecer mapas de las estructuras (leyes) de los varios dominios fácticos. La reconstrucción conceptual de una estructura objetiva es una ley científica (como la ley de inercia); un sistema de tales enunciados legaliformes es una teoría científica (como la teoría newtoniana del movimiento). Más que una cosmografía, pues, la ciencia factual es una cosmología: una reconstrucción conceptual de las estructuras objetivas de acontecimientos, tanto de los actuales cuanto de los posibles, con lo que se posibilita la comprensión y la precisión de los mismos y, con ello, su control tecnológico.” En otros capítulos se ocupa Bunge de leyes y teorías científicas.

Estas definiciones le permiten distinguir entre ciencia embrionaria o protociencia y especulación acientífica. Escribe Bunge: “Cuando las técnicas científicas se aplican a la consecución de datos sin hallar estructuras generales se consigue ciencia embrionaria, protociencia. Y cuando el objetivo perseguido es el de la ciencia madura, pero en cambio no se utilizan su método ni sus técnicas, se trata de especulación acientífica, ya en forma de filosofía de la naturaleza, ya en la de metafísica tradicional...”

De forma que: “no existe ciencia propiamente dicha a menos que el método científico se utilice para alcanzar el objetivo de la ciencia, la construcción de imágenes teoréticas de la realidad, y esencialmente de su tejido de leyes. La investigación científica es, dicho brevemente, la búsqueda de estructuras.”

Pero los mitos rivalizan con la ciencia. Si la ciencia “tiende a construir reproducciones conceptuales de las estructuras de los hechos, o sea, teorías fácticas.”, resulta que la mitología también nos da una imagen del mundo y hasta pretende mostrarnos cómo dominarlo (mediante rituales, por ejemplo). ¿Por qué elegir ciencia y no mitología?

La pregunta anterior le lleva a hacer consideraciones acerca del concepto de “verdad” en ciencia. Al estudiar la historia de la ciencia podemos percatarnos de que la ciencia nunca logra alcanzar la verdad completa, ¿de ahí podemos concluir que mitología y ciencia valen por igual? Bunge responde:

“La ciencia no pretende ser verdadera, ni, por tanto, final e incorregible, cierta, como, en cambio, hace la mitología. Lo que afirma la ciencia es (i) que es más verdadera que cualquier modelo no científico del mundo, (ii) que es capaz de probar, sometiéndola a contrastación empírica, esa pretensión de verdad, (iii) que es capaz de descubrir sus propias deficiencias, y (iv) que es capaz de corregir sus propias deficiencias, o sea, de construir representaciones parciales de las estructuras del mundo que sean más adecuadas. No hay ninguna especulación extracientífica que sea tan modesta y que, sin embargo, dé tanto de sí.”

La ciencia avanza corrigiendo sus reconstrucciones de la realidad mediante su método. Las especulaciones no-científicas acerca de la realidad plantean problemas con presupuestos falsos o insostenibles; en lugar de proponer hipótesis, presentan tesis no fundamentadas e incontrastables, y medios incontrolables para averiguar su verdad (revelación, por ejemplo); apelan a la autoridad en lugar de trazar contrastaciones objetivas de sus tesis y de sus supuestas fuentes de conocimiento; en lugar de contrastar sus tesis con nuevos resultados empíricos, ilustran sus concepciones no para contrastar sino para persuadir (ocultan la evidencia negativa); la investigación científica va suministrando nuevos problemas, las especulaciones no científicas tratan de terminar con las investigaciones, pues tienen como objetivo dar respuestas a toda cuestión.

Después de ver las anteriores diferencias entre ciencia y las especulaciones no científicas, escribe nuevamente sobre el objetivo de la ciencia: “el perfeccionamiento continuo de sus principales productos (las teorías) y medios (las técnicas), así como la sujeción de territorios cada vez mayores a su poder.”; y entonces se pregunta cuáles son los límites de la ciencia, esto es: ¿hay problemas imposibles de abordar con el método científico? A esto responde:

“Una estimación realista podría ser la siguiente. En primer lugar, podemos esperar que todo problema cognoscitivo resultará ser parcialmente resoluble o irresoluble con los medios (métodos especiales), los datos de que dispone la ciencia en cada momento determinado. En segundo lugar, no se ha hallado nunca un método más poderoso que el de la ciencia, y todo esfuerzo en tal sentido que se haya visto coronado por el éxito ha resultado ser un perfeccionamiento del método científico; en particular, los intentos de captar la realidad directamente, sin elaboración alguna (o sea, por percepción directa, por simpatía o por pura especulación), han fracasado sin excepción, y, por si fuera poco, la ciencia puede explicar por qué tenían que fracasar necesariamente, a saber, porque muchos, la mayoría de los hechos, están más allá de la experiencia y, consiguientemente, tienen que ser objeto de hipótesis, no de intuición directa. En tercer lugar, el método científico y las técnicas especiales que lo complementan no son nada concluso: han ido evolucionando a partir de precedentes más rudimentarios y tendrán que perfeccionarse si queremos obtener resultados mejores. En cuarto lugar, como lo peculiar a la ciencia no es un objeto determinado (un conjunto de problemas determinado), sino más bien un planteamiento preciso (un método y un objetivo), cualquier cosa se convierte en tema científico, en objeto de la investigación científica, en cuanto que se trata con el método de la ciencia y para alcanzar el objetivo de ésta, aunque ese tratamiento no tenga éxito. En resolución: no podemos ni deseamos garantizar el éxito del enfoque científico de problemas de conocimiento de cualquier género: la ciencia no es una panacea; nuestra afirmación, más modesta, es que el enfoque científico resulta ser el mejor de que disponemos.”

Posteriormente escribe acerca de las investigaciones sobre la ciencia, éstas pueden ser internas (lógica de la ciencia, metodología de la ciencia y filosofía de la ciencia) y externas (psicología de la ciencia, sociología y antropología de la ciencia, e historia de la ciencia). Los dos últimos temas son: 1. La posibilidad de que el hombre pueda ser objeto de estudio: ¿Qué aspectos del ser humano pueden estudiarse científicamente?, y 2. Los beneficios de adoptar una actitud científica.


Pseudociencias

En la sexta y última parte del capítulo escribe acerca de las llamadas pseudociencias, anota Bunge (al final del apartado anterior): “la pseudociencia ocupa en la cultura urbana popular contemporánea una posición análoga a la que ocupa la ciencia en la cultura superior.”

Primero muestra cómo se relaciona la ciencia con el conocimiento técnico, la protociencia y la pseudociencia.

Sobre la relación entre la ciencia y la pseudociencia afirma que de una pseudociencia puede nacer una ciencia, y que una teoría científica que se ha convertido en dogma (deja de corregirse a sí misma) puede convertirse en pseudociencia.

Cuatro características de la pseudociencia son:

1. Se niega a fundamentar sus doctrinas (de hecho, no puede hacerlo).
2. Se niega a someter a contraste sus doctrinas mediante experimentación (gran parte de la pseudociencia es incontrastable).
3. Carece de mecanismo autocorrector. Anota el autor: “no puede aprender nada ni de una nueva información empírica (pues se la traga sin digerirla), ni de nuevos descubrimientos científicos (pues los desprecia), ni de la crítica científica (pues la rechaza con indignación). La pseudociencia no puede progresar porque se las arregla para interpretar cada fracaso como una confirmación, y cada crítica como si fuera un ataque. Las diferencias de opinión entre sectarios, cuando tales se producen, dan lugar a la fragmentación de la secta, y no a su progreso.”
4. Su objetivo no es establecer, contrastar y corregir sistemas de hipótesis (teorías) que reproduzcan la realidad, “sino influir en las cosas y en los seres humanos: como la magia y como la tecnología, la pseudociencia tiene un objetivo primariamente práctico, no cognitivo, pero, a diferencia de la magia, se presenta ella misma como ciencia y, a diferencia de la tecnología, no goza del fundamento que da a ésta la ciencia.”

Menciona y analiza tres ejemplos: la rabdomancia, la parapsicología y el psicoanálisis. Sobre estas pseudociencias sólo mencionaré que Bunge señala que sus tesis y técnicas no están fundamentadas en el conocimiento científico, las propuestas que hacen no son contrastables, los experimentos que realizan son metodológicamente inaceptables, algunos de esos experimentos son irrepetibles, aplican mal la estadística, ignoran las evidencias en contra de sus propuestas, etc.

¿Por qué estudiar las pseudociencias? Ese estudio puede ayudar a las ciencias jóvenes a eliminar creencias pseudocientíficas, también puede ayudar a la gente a ser crítica, y puede servir al estudio interno de la ciencia (metaciencia).

¿Por qué otras razones estudiarlas? Porque podría haber algo de verdad en ellas, y también porque podríamos comprender la actitud social ante ellas: “¿cuáles son los mecanismos psíquicos y sociales que han permitido sobrevivir hasta la edad atómica supersticiones arcaicas, como la fe en la profecía y la fe en que los sueños dicen la verdad oculta? ¿Por qué no se desvanecen las supersticiones y sus exuberantes desarrollos, las pseudociencias, en cuanto se demuestra la falsedad de su lógica, de su metodología demasiado ingenua o maliciosa, y de sus tesis, incompatibles con los mejores datos y las mejores teorías de que dispone la ciencia?”

lunes, julio 23, 2007

Hace como un par de años en una reunión familiar (creo que por el día de las madres) uno de mis primos afirmó que le gustaba más el trabajo de J. J. Benítez que el de Maussán o el de Carlos Trejo. Espero que los despistados -como mi primo- encuentren interesantes los siguientes artículos, todos ellos fueron escritos por Luis Alfoso Gámez. J. J. Benítez intentó que estos textos fueran retirados del blog de Luis Alfonso. En diversos lugares puede encontrarse información acerca de la demanda que entabló Benítez contra Luis Alfonso, algunos de ellos son los siguientes: El retorno de los charlatanes, El viaje de Lonjho, Por la boca muere el pez y el propio blog de Luis Alfonso. Ahora sí pasemos a la lista de artículos.

Los vendedores de misterios, en la revista "Rolling Stone"

Del plagio de Troya al montaje lunar

La marca terrícola del anillo marciano de Benítez

Creyentes en todo, escépticos de nada

El 'Planeta encantado' de Benítez vuelve a TVE

Silencio encantado

El momento estelar de 'Planeta encantado': cuando Benítez sentó a Jesús en el Coliseo

"Los enigmas no deben ser desvelados", concluye Benítez en 'Planeta encantado'

Un estudio de animación vasco creó la base lunar de 'Planeta encantado' por encargo de Benítez

Un inexistente espía de la CIA reveló a Benítez el hallazgo de una base extraterrestre en la Luna

Benítez confunde Prehistoria con Historia y niega la escritura al Egipto de los faraones

A 'Planeta encantado' se le funden los plomos

Seres del espacio "dieron el primer aliento civilizador" a los bereberes

"Mis detractores son agentes de los servicios de inteligencia", dice Benítez

'IOI': un anillo para engañarlos a todos y llenar de extraterrestres la Prehistoria

Los escépticos españoles se movilizan contra el 'Planeta encantado' de Benítez

Juan José Benítez, en busca del Arca perdida

La sábana santa: cuando tres laboratorios desmontan el invento de los vendedores de misterios

Colón fue el último en llegar a América

Jesús de Nazaret estuvo sentado en la grada del Coliseo romano antes de que se construyera

Los hombres-peces de Sirio viajan en carros de supermercado interestelares

Las estatuas de la isla de Pascua se trasladaron hasta sus altares volando

El legado de los Picapiedra

Juan José Benítez desentierra piedras grabadas en Ica treinta años después

Benítez, el 11-S y los pseudoescépticos argentinos

Y ya que de Benítez se trata, también en Dios! puede encontrarse material interesante.

viernes, julio 20, 2007

WITTGENSTEIN Y LO MÍSTICO

En México no han sido únicamente los interesados en la filosofía analítica quienes han estudiado el pensamiento de Ludwig Wittgenstein (en futuras entradas veremos la relación entre la filosofía analítica y el positivismo lógico).

Ya hemos visto que el autor del Tractatus Logico-Philosophicus también tenía una faceta mística. De eso nos ocupamos ahora.

En su “Esbozo histórico de la filosofía en México (Siglo XX)”, el filósofo mexicano Gabriel Vargas Lozano se ocupa de una de las emigraciones más grandes del siglo pasado: el exilio español ante la derrota de la república a manos del franquismo. A nuestro país llegaron muchos filósofos, entre ellos José Gaos, José Manuel Gallegos Rocafull, Eugenio Imaz, Adolfo Sánchez Vázquez, María Zambrano, Wenceslao Roces y Ramón Xirau.

¿Qué sucedía en México política, artística y filosóficamente? Vargas Lozano cuenta: “Los filósofos españoles, al igual que los demás miembros del exilio llegan a México en un momento peculiar de la historia. Se trataba del período Cardenista, un año después de la expropiación petrolera, es decir, en medio de una de las grandes batallas de México por su soberanía e independencia y un año antes del término del sexenio. Momento brillante en el orden de la política pero también en el ámbito de la cultura integrada por el muralismo de Orozco, Rivera y Sequeiros; la música de Silvestre Revueltas y Carlos Chávez; el estridentismo como corriente estética; la poesía de ‘los contemporáneos’ y el debate sobre el arte comprometido. Una figura especial era Alfonso Reyes. También entra en acción la generación del 15; cercanos a ellos estaban también Narciso Bassols y Daniel Cosío Villegas que serán importantes fundadores de instituciones culturales. En el campo de la filosofía sobresalían figuras como Antonio Caso, José Vasconcelos, Samuel Ramos, Eduardo García Maynes y Francisco Larroyo, entre otros.”

Los filósofos exiliados crearon instituciones, realizaron traducciones, se dedicaron a la docencia e investigación, desarrollaron su propia obra, fundaron revistas...

Como mencionamos líneas atrás, entre los filósofos que llegaron a nuestro país estaba Ramón Xirau. Él llegó a principios de agosto de 1939, entonces tenía quince años. ¿Qué temas e ideas le interesaron analizar? Vargas Lozano escribe: “la pregunta metafísica por el sentido de la vida (que le lleva a inquirir más tarde por lo sagrado); la crisis de las civilizaciones (El desarrollo y la crisis en la filosofía occidental de 1975); la idea de que la filosofía es una búsqueda de la verdad y la verdad absoluta es siempre religiosa; sus trabajos sobre Teilhard de Chardin, Wittgenstein, Simon Weil y Martin Heidegger. El pensamiento de Xirau está sustentado en un humanismo que busca la conciliación entre Eros, Mythos y Logos.”

Algunas de sus obras son: “Sentido de presencia” (1953), “El péndulo y la espiral” (1959), “Palabra y silencio” (1964), “Mito y poesía” (1964), “Introducción a la historia de la filosofía” (1964), “Poesía y conocimiento” (1979) y “Cuatro filósofos y lo sagrado” (1986).

Ahora veamos su ensayo “Wittgenstein y lo místico: presencia del límite.”

Razón y fe. De las relaciones entre ellas es de lo que trata el ensayo de Xirau.

La fe por encima de la razón. La razón que acude al servicio de la fe. La imposibilidad de dar el salto mortal.

Escribe sobre el pensamiento de Kierkegaard, quien “usaba la razón para mostrar la incapacidad de esta misma razón y decía –cuestión de vida o muerte- que el verdadero hombre, el hombre religioso, era el que podía realizar el saltum mortale, el salto de lo finito a lo infinito, cosa de fe, confianza, amor.” Kierkegaard era el pensador del siglo XIX a quien más admiraba Wittgenstein, de hecho decía que había sido un santo. Frente al fideísmo (como el de Kierkegaard) “algunos pensaron que podía racionalizarse totalmente la fe (...) Dos extremos: afirmar únicamente la fe; afirmar únicamente la razón.”

Xirau considera que el Tractatus ha sido repetidamente malinterpretado, “y esto es especialmente cierto cuando vemos que los filósofos anglosajones –y ahora sus discípulos españoles, mexicanos, argentinos- se preocupan más por los problemas lógicos y epistemológicos que planteaba (o resolvía) el Tractatus que por lo que ocupaba y preocupaba vitalmente a Wittgenstein.” Xirau explica lo que realmente le importaba a Wittgestein: el mundo de lo místico, el mundo de lo indecible. ¿Y de dónde le venía este interés? Seguramente “de una experiencia de los límites, del límite.”

Xirau se refiere entonces a lo que se dice y puede decirse, y a lo que se muestra: lo místico. “Lo místico es lo que está en el límite o más allá del límite.”

Para comprender al filósofo-místico hay que analizar el ambiente de aquella Viena, y es lo que hace Xirau. “La filosofía de Wittgenstein refleja las preocupaciones de su ciudad natal...” En otra entrada veremos este punto con detalle.

Xirau menciona algunos datos sobre Wittgenstein: que participa como voluntario en la Primera Guerra Mundial, que renuncia a su fortuna, que se hace maestro de escuela primaria en pueblos pobres, que busca el aislamiento en su cabaña, que diseña la casa de su hermana, etc. Y menciona esto porque quiere hacer énfasis en su carácter. A Wittgenstein toda la vida le persiguieron los demonios: “Y estos demonios fueron reales. Psicológicamente, este hombre angustiado estaba destinado a acercarse y apartarse al mismo tiempo de la religión y de su propio misticismo.”

En El misticismo y la santidad en Ludwig Wittgenstein vimos que el filósofo-místico llegó a autoinculparse de forma desmedida, hablaba y escribía de su bajeza y corrupción. Afirmaba que su vida estaba “llena de los pensamientos y actos más feos y mezquinos”, también expresaba sus deseos de cambiar: “Mi vida ha sido hasta ahora una gran cochinada, pero ¿deberá continuar siéndolo por siempre?”. Necesitaba aclararse como hombre, también anotó: “Me están devorando unas circunstancias repugnantes. Toda la vida exterior, con toda su vulgaridad, se abalanza sobre mí. E interiormente estoy lleno de odio y no consigo dejar que penetre en mí el espíritu. Dios es el amor. Soy como un hornillo consumido, lleno de escorias y suciedad”.

Xirau considera que lo que atormentaba a Wittgenstein eran las cosas que no pueden decirse sino sólo mostrarse.

A continuación escribe sobre las lecturas no filosóficas de Wittgenstein: la Biblia, pensadores semirreligiosos, místicos...

No agrego más sobre los puntos anteriores porque ya he escrito al respecto en otras entradas. Pero ¿qué importancia puede tener todo esto?, ¿son extrafilosóficos datos como el carácter y las lecturas de Ludwig? Xirau da una respuesta negativa: “No lo son. Y si no lo son es porque un filósofo no es –no debe ser- un ente abstracto, sino una persona viva que integra en sí, y por lo tanto en su filosofía, cuanto lee, siente, vive. La biografía es parte del pensamiento, sobre todo cuando trata de cuestiones fundamentales, es decir, de cuestiones indecibles.”

Wittgenstein considera que quienes hablaban de lo místico no hacían sino decir tonterías. J. Ayer mantenía lo anterior, y se equivocaba. Xirau explica: “Demasiado influido estaba Ayer por el positivismo lógico para poder entender a Wittgenstein.”

Pero ¿qué es aquello de lo que no es posible hablar pero sí mostrar? “La ética no puede expresarse porque es trascendental y, por lo tanto, está más allá de los límites del lenguaje.” Lo mismo sucede con la estética. Continúa Xirau haciendo referencia a algunas de las cuestiones de las que escribió Wittgenstein: la felicidad, el mundo de los felices, el mundo de los infelices, las amenidades de este mundo, la voluntad...

¿Es o no Wittgenstein un hombre de fe? El mismo Wittgenstein afirmaba que no era religioso pero que no podía sino ver el mundo con ojos religiosos. Xirau no cree que Wittgenstein tuviera fe, pero sí que hubiera en él una posibilidad de fe.

El filósofo-místico escribió acerca de lo que significa creer en Dios (ver que con los hechos del mundo no basta, ver que la vida tiene un sentido, entender la cuestión acerca del sentido de la vida). Pero ¿en qué sentido usa Wittgenstein la palabra Dios?

Sobre esto, Xirau anota: “En algunos casos Dios es visto como el ser del cual dependemos y, así, la palabra Dios es sinónima de la palabra Destino; en otros caso la divinidad se escinde y adquiere un doble significado más allá de los límites: el mundo, considerado en su totalidad limitada, y el Yo dependiente (un yo que no es personal, sino trascendental). Estos varios y diversos sentidos de la palabra Dios no dejan de ser ambiguos.”

Después de analizar el concepto de Dios en Wittgenstein, Xirau anota: “en Wittgenstein existe una posibilidad de religión. Como Kiekegaard, Wittgenstein quiso realizar un saltum mortale; no parece que lo haya conseguido como lo consiguió –a través de amor y fe, a través de obra de amor- Sören Kierkegaard.”

Para finalizar mencionaremos que también Luis Villoro se ha ocupado del misticismo de Wittgenstein. Lo hizo en su artículo: “Lo indecible en el Tractatus”, ya lo buscaremos...


REFERENCIAS

Xirau, Ramón. “Antología de Ramón Xirau”. Editorial Diana. México. 1989.

Vargas Lozano, Gabriel. “Esbozo de la filosofía en México (Siglo XX) y otros ensayos”. Ed. Conarte-Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Monterrey. 2005.

lunes, junio 04, 2007

De brujas y viajes a la Luna
(Tercera parte)


La acusación

¿Por qué fue acusada de brujería la madre de Johannes Kepler? Las razones son narradas en detalle por John Lear en su libro El sueño de Kepler.

Kepler escribió un cuento que se publicó con el nombre de El sueño, y éste tuvo una participación importante en las acusaciones de las que hablamos. John Lear afirma: “El sueño podría haber desaparecido en el limbo de los trabajos inéditos, de no ser porque una noción distorsionada del mismo desencadenó el juicio por brujería contra la madre de Kepler”.

¿Cuál era esa “noción distorsionada”? El personaje principal del relato de Kepler es un joven llamado Duracotus, éste había estudiado astronomía con Tycho Brahe, algo que –como vimos en la anterior parte- había hecho Kepler; así, para algunas personas Kepler narraba una experiencia personal. Resulta que en el relato también aparece una bruja, esta mujer es la madre del personaje principal. La bruja invoca espíritus, y gracias a éstos, el joven logra viajar a la Luna.

Veamos parte de los acontecimientos:

El barbero (y cirujano de segunda) Urban Kräutlin (quien trabajaba para los príncipes hermanos del duque John Friedrich de Würtlin) hace una visita a su hermana Úrsula (esposa de Jacob Reinold, vidriero del pueblo). La amistad entre Úrsula y la madre de Kepler se había deteriorado por una indiscreción de ésta última. Úrsula había quedado embarazada de un hombre que no era su esposo, para evitarse problemas decidió abortar. Katharina, a quien Úrsula le había confiado esta información, cometió el error de contárselo a Christoph, el hermano menor de Johannes Kepler; a su vez, Christoph comentó esto públicamente. La madre de Kepler comete otro error al confirmar la historia. John Lear escribe: “Para encubrir la verdad Úrsula atribuyó su debilidad a un embrujo maligno, y acusó a Katharina Kepler de haberlo pronunciado. El barbero se enteró de la historia de su hermana en medio de una borrachera con ella, su marido y el magistrado de Leonberg, Luther Einhorn”.

El magistrado Einhorn tenía cierto rencor hacia los Kepler: cortejó a Margaret, hermana de Johannes, ésta lo rechazó y terminó casándose “con un deslavado predicador luterano, Georg Binder”. Por otro lado, Urban conocía un trabajo que circulaba de forma privada: un cuento de Kepler. El sueño se publicó después de la muerte de Kepler, mientras éste vivió su escrito circuló sólo entre algunos personajes. Ya veremos con más detalle qué papel jugó en este asunto el cuento de Johannes.

El barbero le exigió a Katharina que retirara el embrujo, en caso contrario la mataría. Cuenta John Lear que el carácter de Katharina contribuyó a agrandar el problema: “ella misma era muy dada a las peleas, hizo público el asunto cuando demandó por difamación a su antigua amiga Úrsula”. Katharina tenía todo en su contra: “Difícilmente podría seguir ganándose la vida el barbero de los príncipes si constaba oficialmente que había amenazado de muerte a una mujer inocente. El magistrado tampoco podía permitirse que se lo asociara de manera formal con el procedimiento judicial sacado de la manga que había permitido llevar a cabo. Y Úrsula estaría a salvo mientras mantuviese en pie la reputación de bruja de Katharina”.

Johannes Kepler también fue acusado de practicar artes prohibidas, sin embargo, estas acusaciones no pasaron a mayores pues la única razón por la que se le llegó a señalar fue su cuento.

Otras personas del pueblo comenzaron a ofrecer sus testimonios en contra de Katharina. La madre de Kepler (quien tenía 74 años) fue arrestada el 7 de agosto de 1620. Lear escribe que fue apresada “en medio de la noche, y llevada oculta en un baúl de ropa blanca para evitar el escándalo público. Al día siguiente, ante el magistrado, ella negó ser bruja y fue enviada a prisión para ser interrogada por segunda vez, antes de someterla a tortura (...) Johannes la encontró encadenada en una fría habitación de piedra”.

El juicio se pospuso durante seis semanas. Johannes Kepler contrató como abogado a su amigo de infancia Christoph Besold. Besold se encargó de encontrar explicaciones prosaicas a las supuestas evidencias de brujería. Los perseguidores de Katharina “Insistieron en que se la torturase por su empecinada negativa a confesar. El duque de Württemberg se dirigió a los profesores de derecho de la Universidad de Tubinga, quienes (sin duda afectados por la influencia de Besold, miembro distinguido del profesorado) decidieron que la acusada debía ser llevada a la cámara de tortura y confrontada con los diabólicos instrumentos que allí había... pero sin llegar a ponerla en el potro.”

¿Cómo terminó todo este asunto? Katharina fue liberada el 4 de octubre de 1621, había pasado 14 meses encarcelada. “Debilitada por el impacto de su encarcelamiento y juicio, falleció el 13 de abril de 1622”.



REFERENCIAS

García Hourcade Juan Luis. La rebelión de los astrónomos, Copérnico y Kepler. Colección Científicos para la historia. Nivola. España. 2000.
Lear John. El sueño de Kepler. Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM. México. 2005.

miércoles, mayo 02, 2007

SIDA: ¿ES REAL EL RIESGO?


A finales del año pasado el periodista Ricardo Rocha dedicó algunas emisiones de su programa "Reporte 13" a presentar el punto de vista de aquellos que niegan la existencia del VIH. Pero Rocha no sólo les brindó un espacio para que expusieran sus ideas, el periodista concluyó una de sus emisiones afirmando que, según su investigación, no existe evidencia científica de la existencia del virus de la inmunodeficiencia humana. Curiosa conclusión ya que la comunidad científica afirma lo contrario.

En La corte de los milagros pueden leerse críticas a los programas de Rocha: Ricardo Rocha y los escépticos del VIH, Entrada doble: Reporte 13 y el VIH - Carl Sagan a 10 años, VIH / SIDA: la "ortodoxia" reacciona, y El debate del SIDA en febrero.

Divulgadores de la ciencia como Martín Bonfil (aquí una de las entradas de su blog y aquí otra) o Mario Méndez Acosta desmintieron los desatinos del responsable de Reporte 13. El suplemento Letra S del periódico La Jornada publicó un número especial dedicado a ofrecer información crítica al respecto, además de una lista con enlaces con información que desmiente la postura negacionista.

El artículo de portada del más reciente número (el 102) de la revista de divulgación científica “¿Cómo ves?” se ocupa de este tema. El químico farmacobiólogo Martín Bonfil es el autor del artículo titulado “Sida: el riesgo es real”. En el índice leemos: “El VIH, causante de este mal, posiblemente sea el virus mejor estudiado de todos los tiempos. Quienes niegan su existencia, o su relación con el sida, no hacen más que propiciar más infecciones”.


En el editorial, Estrella Burgos, entre otras cosas, comenta: “Así, aunque la pandemia de sida continúa como un gravísimo problema de salud, se están salvando millones de vidas gracias a las terapias con medicamentos antirretrovirales. Estas terapias, junto con la prevención de nuevas infecciones, que se logra principalmente por medio del condón, son las armas que tenemos contra un padecimiento que, si bien aún no es curable, ya no es necesariamente mortal. Sin embargo, hay otro enemigo por vencer: la desinformación. Los esfuerzos de cientos de miles de científicos y trabajadores de la salud en todo el mundo, así como las organizaciones civiles que apoyan a infectados con el VIH, están siendo socavados por los ‘negacionistas’ del sida, quienes en fechas recientes recibieron una amplia cobertura noticiosa en nuestro país (...) Esperamos contribuir así a que nuestros lectores no sean víctimas de seudocientíficos y charlatanes. Lo que está en juego aquí es la vida.”

En su artículo Bonfil hace un repaso de la forma en que se identificó por vez primera lo que hoy se conoce como sida, y las primeras teorías que se propusieron para explicar su causa; cómo se comenzó a pensar que era un mal contagioso causado por algún microorganismo; cómo se averiguó la forma en que se transmitía; las investigaciones y descubrimientos de Luc Montagnier y Robert Gallo; la prueba para detectar anticuerpos contra el virus en la sangre; las campañas para combatir la discriminación contra pacientes con sida y seropositivos.

Sobre el virus -al contrario de lo que afirman los “disidentes” o “negacionistas”- escribe: “Dejando de lado el problema de si un virus es un ser vivo, es probable que el VIH sea el organismo mejor estudiado de todos los tiempos. Para 1984 se conocía su estructura molecular detallada, y la información completa de su genoma fue descifrada unos años después.” A continuación explica lo que actualmente se sabe del VIH.

En un apartado titulado “Negar la realidad” explica que en 1987 el biólogo molecular Peter Duesberg propuso que las causas del sida eran el uso de drogas, la desnutrición y el uso de antirretrovirales. Las hipótesis de Duesberg fueron refutadas después de años de intensas discusiones, a pesar de ello el biólogo molecular ha insistido en defenderlas. Escribe Bonfil: “Si el sida no fuera causado por un virus, sino por factores químicos o alimentarios, no tendría caso usar condón para prevenir la infección (aunque seguiría siendo útil para prevenir otras infecciones y evitar embarazos). El peligro es que si las ideas de Duesberg –que hoy sabemos son erróneas- se promueven, una parte de la población podría creerlas y dejar de protegerse usando condón, lo cual aumentaría el número de infecciones por VIH.”

Rocha, en aquel programa en que afirmó que no había evidencia científica de la existencia del VIH, explicó que el condón debía usarse para evitar otras enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados; por su parte Leonardo Stemberg, uno de los defensores de las tesis negacionistas, ha afirmado que los embarazos no deseados no existen, ¡una mujer sólo puede quedar embarazada cuando así lo quiere!

Duesberg también afirma que los agentes antirretrovirales son los causantes del sida, una idea que –escribe Bonfil- ha sido refutada de manera concluyente. “Si tal error se difunde, podría ocasionar que los pacientes infectados dejen de tomar sus medicamentos. Esto los dejaría a merced de las infecciones oportunistas que caracterizan al sida. De hecho en México esto ya empezó a ocurrir, a partir de finales del 2006: un canal de televisión transmitió varios programas en que se promovieron las tesis de Duesberg, junto con las de otros ‘negacionistas’ o ‘disidentes’ del sida que van más allá y llegan a afirmar algo tan absurdo como que el VIH ¡no existe! El preocupante efecto es que hay decenas de casos, reportados en instituciones de salud, de pacientes seropositivos que han decidido abandonar los tratamientos antirretrovirales que hasta ahora los habían mantenido sanos.”

A lo largo del artículo aparecen recuadros en los que se comenta el descubrimiento del virus, su estructura, la efectividad del AZT, y los negacionistas y los postulados de Koch.

Al inicio de esta entrada señalaba que la conclusión de Rocha (no existe evidencia científica de la existencia del VIH) es curiosa porque ¡la comunidad científica opina lo contrario! Los negacionistas muestran una lista con 2458 supuestos investigadores y científicos que apoyan sus ideas, sin embargo, al revisarla resulta que sólo hay 31 expertos en sida (otros son científicos pero en áreas diferentes a la medicina, como matemáticas o astronomía): “menos del 0.01% de los 350 000 expertos en sida que existen en el mundo.” Es decir, prácticamente todos los científicos expertos en sida afirman que el VIH existe, y que es éste la causa del sida.

Los seudocientíficos hablan de un stablishment con mentalidad cerrada, como si el consenso entre científicos se debiera no a las evidencias sino a los prejuicios o gustos personales. Sobre la forma en que trabaja la ciencia, Bonfil escribe: “El problema es que la ciencia no funciona mediante el descubrimiento de verdades absolutas. La investigación científica se basa en obtener datos confiables y proponer teorías para explicarlos. Es central la discusión constante entre expertos, para llegar a acuerdos sobre qué teorías son las más aceptables a la luz de la evidencia. Y, por supuesto, en su avance, el conocimiento científico va cambiando. Pero esta apertura al cambio y a la discusión constante tiene un costo: permite que prosperen las teorías seudocientíficas.”

No todos contamos con los conocimientos necesarios para responder a cada una de las tesis de los negacionistas, por ello es que los medios de comunicación deben ser cuidadosos y objetivos al abordar asuntos tan delicados, Bonfil explica: “sólo un especialista puede distinguir entre los argumentos erróneos o ya refutados que presentan los negacionistas, hoy considerados seudocientíficos, y la información científica confiable.”

Lo mejor para cuidar nuestra salud y tomar las mejores decisiones es investigar lo que dice la comunidad científica al respecto y averiguar la forma en que funciona la ciencia, Bonfil termina su artículo con las siguientes palabras: “En resumen, la lección es clara: si bien la ciencia, en su complejidad y pluralidad, permite la discusión constante y nunca llega a verdades absolutas, el consenso científico representa el conocimiento más confiable con el que contamos. La discusión pública que sería válida y hasta necesaria si se tratara de cualquier otro tema, se vuelve peligrosa cuando está en juego la salud de la población. Por ello, combatir la epidemia negacionista es hoy tan importante como combatir el sida mismo. Mientras tanto, y hasta que no se descubra una vacuna contra el VIH, el único comportamiento razonable sigue siendo prevenir el contagio utilizando condón y, para quien ya esté infectado, cuidar su salud mediante los tratamientos médicamente aprobados. El sida, aunque no nos guste aceptarlo, es muy real. Está entre nosotros la decisión de evitar que cause mayores daños.”

El artículo actualmente puede consulatrse aquí.

martes, abril 24, 2007

De los conocimientos que permitieron que Onésimo Dutalon llegara a la Luna
o
Newton, Descartes y el primer cuento mexicano de ciencia ficción
(Segunda parte)


De vórtices y barredoras cósmicas

En otra entrada vimos que Onésimo Dutalon decide estudiar física newtoniana y que gracias a esos estudios puede construir una máquina voladora que le permite llegar a la Luna.

¿Qué hizo Dutalon mientras se dirigía a nuestro satélite natural? Él mismo cuenta:

“Tenía yo andados bien seguramente 25 mil leguas, cuando tuve bastante que reír, acordándome del turbillón terrestre de monsieur Descartes, quien, por un rapto de imaginación extravagante, hace dar vuelta a la Luna alrededor de la Tierra en fuerza de su turbillón, del que no encontré el menor vestigio.”

Dutalon prefiere la física newtoniana a la física cartesiana. Pero no sólo prefiere las ideas de Newton, es capaz de burlarse de las ideas de Descartes (es decir, del turbillón). ¿Qué diferencias existían entre las propuestas de Newton y las de Descartes? En esta entrada comenzaremos a ocuparnos de ellas.

Newton ingresa al Trinity College en 1661, se vuelve un asiduo usuario de la biblioteca, lo que le permite iniciar sus propios proyectos, proyectos que nada tenían que ver con el plan de estudios. Hacia 1664 comienza su Quaestiones quaedam philosophicae, un cuaderno en el que examina temas como la materia, el espacio, el tiempo, el movimiento, la luz, los colores, la visión, la gravedad, etc. Entre los autores que lee se encuentran Descartes, Henry More, Galileo, Robert Boyle, Thomas Hobbes y Joseph Glanville. Además de comentar lo que escribían estos autores, exponía sus dudas y objeciones, también planteaba experimentos para poner a prueba las explicaciones que se proponían.

Encuentra erróneas muchas ideas de Descartes, entre las que se encuentran su teoría de la luz, sus ideas acerca de las mareas, y –algo importante para el asunto del que nos estamos ocupando en esta entrada- la hipótesis de que los planetas giran alrededor del Sol –en una misma dirección- debido a ciertos vórtices o turbillones. En cuanto a teología también diferían.

En el prefacio de su obra cumbre, Newton escribió:

“Después de esos tiempos no sabemos cómo los antiguos se explicaban que los planetas fueran retenidos dentro de ciertos límites en esos espacios libres y que fueran jalados de las trayectorias rectilíneas que hubieran seguido por sí mismos, siguiendo, en cambio, revoluciones circulares en sus órbitas curvas. Filósofos recientes pretenden explicar todo esto por la acción de ciertos vórtices (o torbellinos), como lo hacen Kepler y Descartes.”

Para explicar el movimiento de los planetas alrededor del Sol Descartes proponía los vórtices, Johannes Kepler la “barredora cósmica”.

Kepler intenta construir una dinámica celeste que describa los movimientos de los planetas y además explique sus causas: “Por tanto, supongamos, y es cosa bien plausible, que el Sol proporciona movimiento en la misma razón que proporciona luz”. Kepler plantea dos posibilidades: que los planetas tengan sus almas motrices o que el Sol sea el único responsable del movimiento planetario. En su Astronomia Nova Kepler propone que el Sol opera como una especie de escoba que barre a los planetas y los hace avanzar, venciendo la inercia.


La refutación de los vórtices

¿Qué logró Newton con la publicación de los Principios Matemáticos de la Filosofía Natural? Paul Strathern, en su obra “Newton y la gravedad”, afirma:

“Antes de Newton, la Luna formaba parte del firmamento, y se regía y estaba sometida a sus propias (y desconocidas) leyes celestes; después de Newton, pasó a ser un satélite de la Tierra que la fuerza gravitatoria del planeta mantenía en órbita. La humanidad tuvo un primer atisbo del funcionamiento de todo el universo.”

Isaac Newton culminó la revolución copernicana cuando en 1687 publicó sus Principia. En esta obra Newton aborda y resuelve problemas empíricos y conceptuales. Antes de la publicación de esta obra, los filósofos de la naturaleza usaban indistintamente términos como fuerza, presión, aceleración e ímpetu (cada uno de estos términos, el día de hoy, tienen un significado claro y distinto). Newton comienza esta obra definiendo “masa”, “cantidad de movimiento”, “fuerza ínsita” (inercia), “fuerza impresa”, “fuerza centrípeta”; posteriormente aclara lo que se debe entender por “tiempo absoluto, verdadero y matemático”, “espacio absoluto”, “lugar absoluto” y “movimiento absoluto”. A continuación, menciona sus leyes del movimiento.

El físico José Marquina, en su “Philosophiae Naturalis Principia Matemática: consideraciones en torno a su estructura matemática”, escribe: “Los Principia de Newton son considerados, por sus conceptualizaciones, como un libro fundamental en la historia de la física, pero además, representa un auténtico parteaguas metodológico en la historia de la ciencia. El estilo absolutamente riguroso que va de lo general a lo abstracto del mundo matemático a lo particular y concreto del mundo físico, le permite a Newton construir un edificio conceptual en el que de tajo elimina planteamientos en boga (como los vórtices cartesianos), demostrando la certidumbre de otros (como las leyes de Kepler), integrados en una nueva cosmovisión. En esta tarea, la matemática juega un papel primordial, no sólo como herramienta de cálculo, sino como un nuevo lenguaje, absolutamente imbricado con el desarrollo mismo de los nuevos conceptos.”

La revolución copernicana culmina con un concepto: el de gravitación universal. Bernard Cohen, en “El descubrimiento newtoniano de la gravitación”, escribe:

“El momento culminante de la Revolución Científica fue el descubrimiento realizado por Isaac Newton de la ley de gravitación universal: todos los objetos se atraen unos a otros con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia. Al someter a una sola ley matemática los fenómenos físicos más importantes del universo observable, Newton demostró que la física terrestre y la física celeste son una misma cosa. El concepto de gravitación lograba de un golpe: revelar el significado físico de las tres leyes de Johannes Kepler sobre el movimiento planetario, resolver el intrincado problema del origen de las mareas y dar cuenta de la curiosa e inexplicable observación de Galileo Galilei de que el descenso de un objeto en caída libre es independiente de su peso. Newton había alcanzado así el objetivo kepleriano de desarrollar una física basada en las causas”.

Los Principia están divididos en tres libros: el primero contiene sus tres famosas leyes; el segundo está dedicado a la refutación de los vórtices cartesianos; el tercero (titulado “Sistema del mundo”) contiene la ley de la gravitación universal, también trata sobre las mareas, los cometas, la forma de la Tierra y la densidad de la misma.

¿Cómo logró Newton eliminar de tajo los vórtices cartesianos?

El libro segundo de los Principia trata acerca del movimiento de los cuerpos en medios resistentes. En este libro intenta “investigar las propiedades de los vórtices con el fin de determinar si los fenómenos celestes pueden explicarse recurriendo a ellos”. Newton señala que las observaciones astronómicas se apartan de lo que se esperaría si existieran los vórtices.

José Muñoz Santonja, en su libro “Newton. El umbral de la ciencia moderna.”, escribe:

“El libro II de los Principia da la impresión de formar un capítulo aparte de la obra completa; incluso hay autores que piensan que no formaba parte de la obra original. En él se tratan los movimientos de los fluidos y cómo influye la fricción en el movimiento de los cuerpos sólidos que están dentro de un medio líquido, llegando por ejemplo a considerar que la resistencia varía con el cuadrado de la velocidad.

“En este libro y a partir de sus experimentos con esferas, Newton demostró con rotundidad matemática que el concepto de vórtice de Descartes no se sostenía a la luz de su nueva mecánica universal. La verdad es que los seguidores cartesianos no habían podido casar sus ideas de remolinos con las leyes planetarias de Kepler. Newton les dio la puntilla, demostrando que el espacio debía estar libre de fricciones de cualquier tipo.

“También se incluye en el libro II un estudio sobre la forma que deben tener los cuerpos para ofrecer menor resistencia, que el propio Newton pensaba podía servir para la construcción de barcos; un estudio sobre el movimiento ondulatorio y una fórmula para la velocidad del sonido en el agua. También deduce la ley fundamental de la velocidad, que se expresa por la raíz cuadrada de la elasticidad dividida por la densidad, de donde se deriva el término viscosidad newtoniana.”

Pero veamos lo que el mismo Newton escribió sobre los vórtices:

Afirma en el escolio de la proposición LIII y teorema XLI: “Por tanto, es evidente que los planetas no son transportados en vórtices corpóreos. En efecto, según la hipótesis de Copérnico, los planetas que se mueven alrededor del Sol giran en elipses, con el Sol como foco común, y describen áreas proporcionales a los tiempos con radios trazados hacia el Sol. Pero las partes de un vórtice jamás pueden girar con semejante movimiento.”

El modelo de Copérnico no es como lo describe Newton. Sólo hay una diferencia neta entre el modelo de Ptolomeo y el de Copérnico: Copérnico no coloca a la Tierra sino al Sol en el centro del Universo, ambos modelos consideran órbitas circulares y ambos recurren a los ecuantes y epiciclos para tratar de empatar las observaciones astronómicas con sus respectivos modelos.

Este segundo libro termina con las siguientes palabras:

“...por lo que la hipótesis de los vórtices es completamente irreconciliable con los fenómenos astronómicos, y confunde más que aclara los movimientos celestes. El primer Libro ayuda a comprender cómo tienen lugar estos movimientos en espacios libres sin vórtices, y ahora lo explicaré de forma más completa en el Libro siguiente.”

El Escolio general comienza mencionando los vórtices:

“La hipótesis de los vórtices tropieza con muchas dificultades. Para que todo planeta, mediante un radio trazado hasta el Sol, pueda describir áreas proporcionales a los tiempos, los tiempos periódicos de las diversas partes del vórtice deberían conservar la razón del cuadrado de las distancias con respecto al Sol. Para que los tiempos periódicos de los planetas estén a la potencia 3/2 de sus distancias al Sol, los tiempos periódicos de las partes del vórtice deben estar a la potencia 3/2 de sus distancias. Para que los vórtices menores puedan mantener sus revoluciones en torno a Saturno, Júpiter y los otros planetas, nadando tranquilamente en el gran vórtice del Sol, los tiempos periódicos de las partes del vórtice solar deben ser iguales. Pero la rotación del Sol y de los planetas en torno a sus ejes, que debería corresponder a los movimientos de sus vórtices, discrepa mucho de estas proporciones. Los movimientos de los cometas son extremadamente regulares, están gobernados por las mismas leyes que los movimientos de los planetas y en modo alguno pueden explicarse mediante la hipótesis de los vórtices. Pues los cometas son arrastrados con movimientos muy excéntricos por todas las partes del cielo, con una libertad incompatible con la noción de un vórtice.

“Los proyectiles sólo experimentan la resistencia del aire en nuestro aire. Suprímase el aire, como acontece en el vacío de Boyle, y la resistencia cesa, pues en este vacío una tenue pluma y un trozo de oro descienden con la misma velocidad. Y el mismo argumento debe aplicarse a los espacios celestes situados por encima de la atmósfera terrestre; en esos espacios, donde no existe aire que resista sus movimientos, todos los cuerpos se moverán con la misma libertad; y los planetas y cometas girarán perpetuamente en órbitas dadas por especie y posición, con arreglo a las leyes explicadas.”


Hypotheses non fingo

Al inicio de la esta entrada señalábamos que desde la época de las Quaestiones quaedam philosophicae Newton plantea experimentos para poner a prueba las explicaciones que se proponen. A bordo de su máquina Dutalon realiza varios experimentos, uno de ellos se refiere a los vórtices cartesianos:

“...tuve bastante que reír, acordándome del turbillón terrestre de monsieur Descartes, quien, por un rapto de imaginación extravagante, hace dar vuelta a la Luna alrededor de la Tierra en fuerza de su turbillón, del que no encontré el menor vestigio. Y para asegurarme más bien, tiré al fluido una pipa llena de agua del río Letheo, que perseveró inmóvil en aquel éter purísimo. Y también vine en pensar que si allí se construyese una torre cien mil veces más alta que la de Babel, se mantuviera eternamente sin vaivén, sin movimiento, sin desunión de sus partes, ni inclinación o propensión a centro alguno.”

En la anterior entrada sobre este tema vimos que Dutalon realizó algunos otros experimentos. Tenemos entonces que el protagonista de las Sizigias es un científico moderno.

Las hipótesis científicas además de explicar los fenómenos que se observan, hacen predicciones sobre fenómenos no observados todavía y por ello es que resultan verificables o refutables. El resultado del experimento que realiza Dutalon (tirar una pipa llena de agua del río Letheo) podría estar de acuerdo (o no) con los vórtices cartesianos. Afortunadamente para él, Descartes estaba en un error. Es cierto que lo llevado a cabo por Dutalon como experimento científico es realmente simple (no hay un protocolo) pero sí refleja la idea de que las hipótesis científicas pueden ponerse a prueba haciendo experimentos u observaciones.

A decir del físico José Marquina, los cartesianos no se vieron afectados por la refutación de Newton, ya que hacían ciencia de otra forma. Sobre esto, Jane Jakeman, en su libro “Newton. Guía para jóvenes.”, escribe:

“Indudablemente, Newton sentó las bases del moderno método científico, que exige la confirmación experimental de las teorías. Para Descartes, Huygens o Hooke, esto no era necesario; bastaba con construir un elaborado esquema lógico que explicara el comportamiento del universo sin examinar el mundo natural ni hacer ninguna clase de experimento. Esta era la actitud general de la ciencia antes de la llegada de Newton. A partir de entonces, es imposible que se tome en serio a ningún científico que sea incapaz de aportar alguna prueba experimental que confirme sus afirmaciones. El razonamiento inductivo, es decir, el proceso de construcción de las teorías que han prevalecido desde la irrupción de Newton en la ciencia, se puede resumir esquemáticamente así: los científicos establecen hipótesis y, después, crean experimentos que las confirmen o desmientan. Los experimentos permiten extraer conclusiones generales, como cuando Newton determinó la naturaleza de la luz mediante un prisma. La mayoría de los contemporáneos de Newton todavía utilizaban el razonamiento deductivo, un método sancionado por Aristóteles, en el que se extraen conclusiones generales de la observación, para deducir las leyes científicas sin hacer experimentos posteriores que las confirmen.”

Newton afirmó que no hacía o fingía hipótesis, esta frase ha dado pie a diversos debates. Desde luego que las hacía, al parecer Newton se refería a que no inventaba propuestas que no pudieran ser sometidas a contrastación. Decíamos que desde sus primeras notas ya pensaba en experimentos que pudieran servir para refutar o contrastar ideas. Las hipótesis que no fingía eran del tipo que no puede someterse a prueba. Para Newton no era válida la forma en que los cartesianos planteaban los vórtices, no hacían predicciones de fenómenos no observados, no se preguntaban “¿qué debería observarse si los vórtices fueran reales?”; así, los cartesianos sólo fingían hipótesis. Para el protagonista de las Sizigias, los vórtices cartesianos eran el resultado de un rapto de imaginación extravagante. De hecho, la frase de Dutalon podría ser una buena traducción de Hypotheses non fingo: mis hipótesis no son el resultado de un rapto de imaginación extravagante.

Podemos concluir esta entrada diciendo que Dutalon es un científico newtoniano.


REFERENCIAS

Trujillo Muñoz Gabriel (Comp). El futuro en llamas (cuentos clásicos de la ciencia ficción mexicana). Editorial Vid. México. 1997.

Fernández Miguel Ángel. La Odisea mexicana. Reforma. México. Domingo 22 de octubre de 2000.

Fernández Miguel Ángel. El primer cuento de ciencia ficción mexicano. Asimov, ciencia ficción en español (versión mexicana). Editorial El fisgón del universo. México. 1997.

Varios Autores. Newton. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. México. 1982.

Westfall Richard. Isaac Newton: una vida. Cambridge University Press. Madrid. 2000.

Marquina José. Philosophiae Naturalis Principia Matemática: consideraciones en torno a su estructura matemática. Revista Mexicana de Física, No. 6, México, 1996.

Strathern Paul. Newton y la gravedad. Siglo Veintiuno de España Editores. Colección Los científicos y sus descubrimientos. Madrid. 1999.

Muñoz Santonja José. Newton. El umbral de la ciencia moderna. Nivola Libros y Ediciones. Colección La matemática y sus personajes. Madrid. 1999.

Jakeman Jane. Newton. Guía para jóvenes. Editorial Lóguez.

miércoles, abril 04, 2007

El científico y el contactado

Comentabamos en una entrada anterior que Jaime Maussán es considerado todo un científico por gente desinformada; por su parte, Billy Meier es considerado todo un contactado por gente igualmente desinformada. Nos hemos enterado de la actualización del sitio CeticismoABERTO, en esta entrada me quiero referir a un artículo que han subido.

El "científico" Jaime Maussán insiste en presentar el caso del "contactado" Billy Meier como auténtico. "Aquellos que lo han investigado profundamente saben que el caso es real" ha expresado. Este caso fue uno de los primeros que presentó (lo hizo en "60 Minutos").

El artículo que muestra la seriedad de Maussán es: O caso de Billy Meier: Mais provas conclusivas de fraude.

Luis Ruiz Noguez ha contado la historia de Meier en Marcianitos Verdes: Primera, segunda, tercera, cuarta y última parte.

A pesar de todo, el "contactado" y el "científico" seguirán contando con seguidores.

martes, abril 03, 2007

Breve historia de la ufología mexicana
(Segunda y última parte)
Por Héctor Escobar


Llegaron los hermanos del espacio

Al inicio de la década de los 70, los OVNI son parte integrante de la era de Acuario, el movimiento hippy conoce algunas vertientes abiertamente proextraterrestres y pseudomísticas y numerosos grupos contactados toman de los hippy el modelo de la vida comunal, el amor libre y similares, como por ejemplo la secta raeliana de Claude Vorilhon. El ambiente está preparado para que los contactados new age irrumpan. En México surge el grupo lidereado por Marla y su disciplina de la medicina electrónica, a más de su fascista teoría sobre las razas humanas. Marla hace su aparición por la puerta grande, presentándose en un programa de televisión en 1972, alegando tener contacto con seres extraterrestres desde 1968, quienes la habrían elegido como su emisario. Marla inició sus operaciones en la colonia Condesa distribuyendo productos homeopáticos, obtuvo tan buen éxito que pronto inauguró su propio instituto en donde ahora sí, daba clases y conferencias inspiradas por los hermanos del espacio.

A Marla le siguen numerosos contactados: María Cristina Leguízamo que hacía curaciones con la ayuda de un extraterrestre llamado Antraspartalox; Roberto Kenny, Sergey, Fandur (hijo de Marla), Gregorio Fernández (Radim), Saidi Ahuerma, Enrique Mercado y los seres del planeta Mu; Karen y los marcianos, etc. Algunos de estos contactados hicieron grupo (Marla, Fandur y Radim) y organizaron sus grupos muy bien educados y con buena estructura como el Centro Extraterrestre y las clínicas de medicina electrónica de Marla o el CIICET de Radim. Posteriormente se sabe que Marla tuvo problemas legales por ejercer la medicina sin licencia y emigró a España. Al parecer hoy en día radica en la ciudad de Guadalajara.

Gran impulso recibió el movimiento contactista con la publicación en 1975 de Contactos Extraterrestres de México, obra de Carlos Ortiz de la Huerta, periodista de sociales metido a ufólogo.


La tercera generación de ufólogos

Tan grande fue el éxito de Contactos Extraterrestres en México que Editorial Posada que ya había conocido buen éxito con su revista Duda desde 1970, lanzó la primera publicación ufológica comercial de México y una de las primeras de América Latina: Contactos Extraterrestres (1975-1982) y que alcanzaría 145 números. El éxito fue inmediato, sobre todo si estaba respaldado por una gran cantidad de casos espectaculares como el del piloto Carlos Antonio de los Santos Montiel, perseguido en su avioneta por los OVNIs y posteriormente Rafael Pacheco Pérez presuntamente hipnotizado por los extraterrestres durante un vuelo de prueba. En realidad Contactos acaparó el éxito logrado por Duda, y por algunos libros como Un mundo nos vigila de Pedro Ferriz así como otros de su colección Duda semanal como Los OVNI en México de Santiago García. Contactos fue dirigida originalmente por Ariel Rosales y a su cargo estuvo la que podríamos llamar la tercera generación de ufólogos, ésta sí se caracterizaba por un trabajo de investigación –no muy bueno en todos los casos- pero que sirvió para organizar en un grupo a la ufología mexicana. Entre los ufólogos de esta tercera generación se encontraban Pablo Latapí, Héctor Chavarría, Fernando Téllez, Ariel y Fausto Rosales, Mauricio Schwarz y Luis Ruiz Noguez, posteriormente se añadiría a ellos Héctor Escobar.

En 1977 (del 17 al 24 de abril) Guillermo Bravo organiza el Primer Congreso Internacional de OVNIs en Acapulco, que contó con lo más variado y alegórico de la ufología mundial, desde los principales representantes de la llamada ufología científica como Hynek (CUFOS), Valle, Spaulding (GSW) y Ray Stanford, hasta aquellos que esperan la invasión extraterrestre como Von Kevizcky (ICUFON) o un Freixedo (aún no tan paranoico), pasando por contactados como Hurtak y Carlos Paz (papá de Sixto Paz y fundador del Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias- IPRI), Jim y Coral Lorenzen (APRO), Walter Andrus (MUFON) o astroarqueólogos como Faber-Kaiser y Erich von Däniken. El congreso tuvo sus detalles cuando uno de los organizadores al parecer hizo mutis con el dinero, impidiendo pagar a los asistentes los honorarios de sus conferencias y el pasaje de regreso de los expositores, Ferriz tuvo que organizar el regreso de los asistentes gracias a su posición como director de la agencia de noticias NOTIMEX.

El éxito editorial de Contactos permitió la organización de numerosas conferencias casi todas organizadas por medio de la colaboración estrecha entre el CIFEEEAC y Editorial Posada. Así, el 1° de abril Ramiro Garza y Jorge Reichert presentan El enigma de los OVNI; el 2 de mayo, Salvador Freixedo se presenta con la ponencia La religión entre la parapsicología y los OVNI; Garza y Reichert repiten el 16 de mayo con Introducción al estudio de los OVNI; un mes después Iturbe y Guadalupe Rivera (hija del pintor Diego Rivera) anuncian la conferencia Lo que nadie sabe del calendario azteca, en donde sostienen que el calendario azteca no es sino la representación de una nave extraterrestre, ideas que ya habían vertido ampliamente en varios números de Contactos. Cierra ese año Carlos Ortiz de la Huerta y algunos de los contactados y la segunda el 8 de agosto titulada Los contactos ante el público.

Para este entonces los contactados lanzan a la venta su publicación Cosmos 2000-del hombre al superhombre, que sólo alcanzaría tres números. Igualmente aparece la segunda época de Afirmaciones Extraterrestres de Víctor Quezada Quezada y el brujo Antonio Vázquez Alba. Esta segunda época daría luz a 18 números. Paralelamente en 1978 surge la publicación Oculto de Editores Mexicanos Unidos, que dedicaría parte de sus páginas al tema OVNI. Después EMASA lanza a la venta una serie llamada OVNI objeto Volador No Identificado dirigida por Zitha Rodríguez y Raúl Duarte; OVNI alcanzó 32 números, posteriormente saldría una segunda época en otro formato llamada OVNI, que incluía comics. Entre otras publicaciones que tocaban el tema OVNI estaban Pirámide, Enigma, Lo Insólito, el comic OVNI de Pedro Ferriz (2 números) y OVNI del dibujante Ochoa. Sin embargo el contenido y nivel editorial de estas publicaciones era bastante sensacionalista, aunque sirvió para recopilar informes y dar a conocer el fenómeno a nivel del gran público.

Aprovechando la euforia OVNI, Contactos Extraterrestres organiza el Encuentro OVNI 1978 con la participación del equipo de Contactos, además de Joseph A. Hynek y Jacques Valleé, los días 19 y 20 de noviembre de 1978, en el Auditorio de Congresos del Centro Médico Nacional. Ante un auditorio a reventar se mostraron las dos grandes maravillas de la época: el esqueleto extraterrestre de Playa Eréndira, del cual Fernando Téllez aclaró que se trataba del cráneo de un tiburón y del cual ya habíamos hablado; y el hasta entonces irresuelto caso del OVNI caído en Puebla. La exhibición de la placa metálica inspiró un respeto casi religioso entre los asistentes. Un mes después una avioneta publicitaria provocaría una pequeña oleada OVNI en la ciudad de México.

Paralelo a este masivo interés ufológico, surgieron numerosos interesados que constituyeron algunos grupos ufológicos por todo el país. No obstante la mayor parte de estos grupos no son más que siglas y su vida no pasó de escribir una carta a Contactos Extraterrestres para anunciar su creación, aquí cabe de todo, desde grupos con nombres tan ingenuos como Club Internacional de Amigos y Admiradores de los Seres Extraterrestres (CIAASE). Sin embargo, algunos de estos grupos sí realizaron alguna pequeña labor investigadora, por ejemplo el Club de Aficionados al Fenómeno OVNI (CAFO) de Autlán, Jalisco y la delegación México de la Unión Nacional de Estudios e Investigaciones Científico Cosmológicas (UNEICC) filial de la española del mismo nombre.

Los años 77, 78 y 79 vieron el apogeo de la ufología mexicana, tanto fue el éxito de Contactos que incluso se llegó a vender en España y posteriormente se hizo una edición española dirigida por Enrique de Vicente.

En ese 1978, el cine produce un fenómeno de taquilla que fue Encuentros cercanos del tercer tipo de Steven Spielberg, cuya influencia en la oleada de 1978 sería espectacular.

En 1979, Contactos Extraterrestres organiza el Encuentro OVNI 79, que contaría esta vez con la presencia de algunos de los más notorios nombres de la ufología española, entre ellos Enrique de Vicente, Juan G. Atienza y J.J. Benítez.

A partir de 79 hay un decaimiento progresivo del interés del público en el fenómeno, Contactos adquiere un cariz más literario que investigativo (a raíz de la progresiva ausencia de reportes) y finalmente desaparece en el número 145 (12 de julio de 1982). Publicaciones como OVNI y Oculto habían desaparecido ya años antes.

En las páginas de los 145 números de Contactos podemos ver un desarrollo de la Ufología mexicana y el modo en que estaba evolucionando poco a poco, pues mientras en los primeros números de la revista vemos cómo se le da mayor importancia a los contactados, después vemos cómo se dejan a éstos y se comienza a hablar más de los abducidos.

Ya en los últimos números podemos comenzar a leer en los editoriales (escritos por Héctor Chavarría) el brinco hacia la búsqueda de respuestas en lugar de esa necesidad, marcada al inicio, de creer incondicionalmente en los extraterrestres.

Así pues, observamos cómo se comienza a dar entrada a análisis de los trabajos de Michael Persinger o cómo se habla de rayos bola como opciones a ciertos casos OVNI.

Es decir, que se nota cómo la evolución ufológica en México va de la mano con Contactos que ciertamente sigue el mismo camino que en Europa y Sudamérica, Argentina especialmente.

En 1981, Pedro Ferriz organiza en el cine Apolo un par de conferencias en las cuales el plato fuerte son las películas de Billy Meier, material que luego sería tomado por uno de los más sensacionalistas personajes de la TV mexicana: Jaime Maussán.

La desaparición de Contactos fue producto del cada vez mayor desinterés del público en los OVNI. Prácticamente entre 1982 y 1990 el fenómeno OVNI está muerto en México, salvo muy esporádicas noticias en radio o prensa, algunas de ellas recogidas por revistas como Duda que perduraron toda esta época y desaparecieron entrados los 90.


La nueva ola

A partir del famoso caso del OVNI del eclipse inició un amplio y fuerte crecimiento del interés por parte del público mexicano en torno al fenómeno OVNI. La serie de programas de debate organizados por la cadena Televisa atrajo el interés del público por un fenómeno olvidado durante más de diez años. Actualmente se han marcado dos grandes grupos.

El primero de ellos lidereado por Jaime Maussán y los vigilantes, que ha servido para obtener amplia cantidad de material fundamentalmente en video, aunque es necesario señalarlo, de poca calidad y de muy escaso valor científico.

El segundo grupo ha sido tomado a cargo de ufólogos de la década de los 70 y 80 que se agruparon en su momento en torno a Contactos Extraterrestres y que ahora militan casi unánimemente en torno al bando escéptico como Héctor Chavarría, Luis Ruiz, Héctor Escobar y algunos más. Este grupo edita la revista Perspectivas Ufológicas.

En el terreno comercial, aparte de los videos de Jaime Maussán, surgió la revista Reporte OVNI, dirigida por Zitha Rodríguez, que duró 62 números de aparición quincenal y que sirvió para recoger una amplia cantidad de informes, muchos de ellos poco investigados. Posteriormente, Reporte OVNI desapareció y en su lugar apareció Contacto OVNI que ha mantenido una línea similar de divulgación. Cabe destacar en Contacto OVNI el excelente número especial dedicado a la autopsia del extraterrestre de Roswell dirigido por Oscar García.