viernes, enero 27, 2006

Yo chamaqueo, tú chamaqueas, él chamaquea, nosotros...

“¿Considera el lector que es prueba suficiente de visitas extraterrestres el video que se presenta?” Con esa pregunta terminaba mi primera entrada sobre la más reciente “evidencia” que presenta Maussán.

Supongamos que realmente un visitante del espacio desapareció detrás de un poste, las imágenes presentadas no pueden probar algo así. No es necesario recurrir a la llamada hipótesis extraterrestre para explicar el caso, unos jóvenes bromistas bien pueden lograr imágenes como las ya conocidas. Por ello es que ni los videos ni las fotografías pueden ser prueba de que hay extraterrestres en nuestro planeta. Pero Maussán no sólo presenta el video, también nos está presentando la “evidencia” de que las imágenes son auténticas.

Luis Ruiz Noguez escribió un artículo titulado La “literatura” irracional, ese artículo nos permitirá analizar la forma en que trabajan los mercaderes del misterio. Luis dice que los “insolitólogos” no demuestran, afirman, y sus afirmaciones pueden ser de diversos tipos; veamos sólo algunos ejemplos de esas afirmaciones, precisamente las que Maussán utiliza en la defensa de este caso:

Afirmación por insinuación. Es la más practicada. La forma dubitativa permite concebir todo, adelantar todo, por medio de un vaivén de sugerencias que, aparentemente, no afirman nada, pero que se repiten, se refuerzan y, al final se llegan a imponer. Del indicativo pasan al condicional, el modo que tanto favorece a la afirmación que no afirma, pero que permite comprender con medias palabras al iniciado. Este deslizamiento sutil de lo posible en suspenso a lo posible realizable, que se convierte rápidamente en una certeza, conduce a la férrea aceptación de lo que sigue siendo esencialmente una hipótesis.

Afirmación por halago. Es la más fácil. Se recusa a esos personajes celosos y fosilizados que son los científicos y se hace un llamado a la inteligencia del lector, quien muy halagado, admite a ojos cerrados los viajes a velocidades superiores a la de la luz o el poder de la mente sobre la materia.


Afirmación difamatoria. Contrapartida de la anterior. Permite decir sus verdades a los científicos que se niegan a caminar sobre la cabeza.
Afirmación paralógica. Por medio de ella se puede ir sacando cualquier cosa de cualquier otra, de deducción en deducción.

Afirmación inverificable. Es la más segura y la más impúdica. Se ejerce anunciando hechos que el lector más exigente es incapaz de verificar por falta de medios necesarios para hacerlo. Coadyuva el hecho de que en ninguna de estas revistas se citen referencias bibliográficas o de otro tipo.

Ahora vayamos al programa radiofónico de Maussán.

El domingo pasado hizo comentarios sobre Carlos Trejo, recordemos que Trejo anda metiendo las manos en el Caso Mérida, el cazafantasmas llevó a cabo una recreación para demostrar que dicho caso es falso (como si los videos que presenta el cazafantasmas no pudieran recrearse fácilmente, Maussán podría darle una cucharada de su propio chocolate); Jaime afirmó que Cañitas es un libro pésimamente escrito, en eso coincido con el ufólogo (el ingenuo Trejo cree que es uno de los mejores escritores de nuestro país); también dijo que no esperaba que MILENIO diario fuera objetivo o que dijeran la verdad (más adelante veremos qué tan objetivo es Maussán, también veremos qué tanto aprecia la verdad); entrevistó a Santiago Yturria, nada interesante para comentar. Mejor pasemos a la “evidencia dura”, aquella con la que dice tener “a los científicos contra la pared”.

Maussán entrevistó a un “buscador de la verdad” (así se definió a sí mismo el personaje del que hablaremos a continuación). Aquí hace aparición el verdadero misterio, lo que podría demostrar que las imágenes realmente muestran un extraterrestre. El físico Jorge Guerrero de la Torre afirma haber encontrado, en el poste en el que el supuesto extraterrestre se esconde, radiación imposible de explicar. Exponía sus hallazgos cuando de pronto nos dejó boquiabiertos (al menos a mí, supongo que no a Maussán y compañía) con sus ideas de las energías que emanan de todos los seres vivientes y que varían según el estado de animo y de salud (¿?). Habló de una “matriz coherente de energía” que poseemos y que, mediante la concentración, podemos utilizar para influir en la materia y la energía que nos rodea. Dijo algo acerca de la meditación, y cómo con ella puede alterarse (o algo así) la energía de todo el campo electromagnético. Este es un ejemplo de lo que Luis R Noguez llama afirmación difamatoria. ¿De qué se trata todo esto? ¿Es que Jorge Guerrero mezcla sus supuestos conocimientos en física con sus creencias en lo paranormal?

Después de esta “explicación” mencionó que el extraterrestre abrió, detrás del poste, ¡¡una puerta dimensional o vórtice cuántico!! Dijo que encontró remanentes de radiación de vacío cuántico y que esa radiación ¡la emitimos los seres humanos! Concluyó diciendo que para él el evento fue real (más adelante veremos más detenidamente lo que el físico dice haber encontrado).

Después Maussán anduvo dando algunos saltos, ejemplo de afirmaciónes paralógicas y por insinuación: que si el extraterrestre quería meter a la puerta dimensional al joven que tocó (en eso estuvo de acuerdo Jorge Guerrero), que si los extraterrestres están en plan de observación, que si los misteriosos visitantes tienen tales o cuales planes, que si esos extraterrestres se presentaban a los antiguos mayas...

Maussán se presentará el 31 de enero en el programa de Adal Ramones, es posible que le acompañe Jorge Guerrero. No prometo ver el programa, tendré que pedirle permiso a mi estómago.

Para Jaime son los “otros” (así llama a los ufólogos que “lo atacan”) quienes tendrán que demostrar la falsedad de este caso, son esos “otros” quienes deberán llevar a cabo su propia investigación de campo para refutar la evidencia. A él le basta con el informe de Jorge Guerrero para presentar el caso como auténtico. Estoy en desacuerdo.

Si alguien nos presenta supuestas pruebas de algo que deseamos que sea cierto, y además ese algo es extraordinario, ¿qué tenemos que hacer?, ¿conformarnos con esas supuestas pruebas?, ¿ponernos a gritar a los cuatro vientos nuestro descubrimiento (y después cobrar por mostrarlo en conferencias)? Creo que no. Creo que lo más sensato sería intentar corroborar la supuesta evidencia, ¿cómo? Investigando las credenciales de Jorge Guerrero, sometiendo a crítica -con físicos o astrónomos- su informe e intentando que investigadores independientes repitan las mediciones que afirma haber realizado.

Es decir, Maussán –antes de hablar de las sorprendentes conclusiones del “científico” y comenzar a organizar conferencias al respecto- debería hacer todo eso, no se trata de que rete a los “otros” a que realicen ese trabajo. El ufólogo entiende las cosas al revés: en lugar de demostrar la autenticidad del caso, Maussán pide que se le demuestre que es falso. Pero como es él quien hace las afirmaciones extraordinarias, entonces es él quien debe demostrarlas presentando pruebas igualmente extraordinarias. ¿Qué tipo de prueba debería mostrar? Debería pedir a Jorge Guerrero que presente su investigación a la comunidad científica. El físico puede elaborar un informe para tal fin, él dice que su hipótesis es que la extraña radiación se explica por la presencia de una “puerta dimensional”, bien, fue al lugar, hizo las mediciones, tiene los datos, etc. La verdadera prueba sería el apoyo de la comunidad científica, al menos el apoyo de los científicos que reciban su informe. Ese es el tipo de prueba que el público de Maussán tiene derecho a exigir. ¿Por qué no hace eso Jorge Guerrero? ¿Por qué no envía su informe a una revista de física? Digo, no creo que descubrir “vórtices cuánticos” sea algo de todos los días... Pero para Maussán es mejor aceptar, sin entender, lo que Guerrero afirma.

Y aquí tenemos el ejemplo de afirmación inverificable, el público en general no puede verificar lo que supuestamente se encontró en el lugar de “los hechos”.

Así el asunto, tenemos a un físico que afirma que hay radiación que demuestra que en el video realmente podemos observar a un extraterrestre. Entonces decidimos buscar información en internet.

Llegamos a la página de el/la/los/las SEIP (Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas). Encontramos un artículo titulado La humanidad y la vibración índigo. ¿Tendrá esto algo que ver con el fraude de los “niños índigo”?

Antes de revisar el artículo, veamos lo que encontramos, al final de dicho escrito, sobre el “hombre de ciencia” que lo firma:

M. en C. Jorge Guerrero:
Director del Centro de Investigación y Estudios en Ciencias Esotéricas –México–
Físico-matemático, astrónomo y psicoastrólogo
Master en Parapsicología por la Open University of Advanced Sciencies Ltd. –Florida, E.U.A.-
Master en Reiki de la Usui Shiki Ryoho
Miembro de The Planetary Society, University of California at Berkeley
Miembro investigador de la Facultad Libre de Altos Estudios Paracientíficos –Barcelona, España-

Note el lector eso de afirmar que es astrónomo y a continuación que también se dedica a la “psicoastrología” (supongo que es un tipo más avanzado de astrología, que -como todos sabemos- es una ciencia). ¿Ciencias esotéricas? ¿Master en parapsicología? ¿Reiki? ¿Altos estudios paracientíficos? Mmmmmm Creo que la fiesta de Maussán se está echando a perder. Es evidente que don Jorge Guerrero muestra con gran orgullo sus “logros” en parapsicología.

Regresemos al artículo (también firmado por Elvira Salas quien, al igual que Jorge Guerrero, se dedica a las supersticiones, perdón, también se dedica a la parapsicología). Pues efectivamente habla de los niños índigo:

“...somos simplemente co-participantes de un hiper-sistema Universal, con estructura holística e interconexiones fractales! Si observamos en nosotros una evolución acelerada, en el sentido de que –por ejemplo- cada vez nacen más niños con cualidades y aptitudes físicas, emocionales, mentales y espirituales superiores, los así llamados niños índigo, es que nosotros estamos evolucionando con ese ritmo más amplio de evolución, que ahora es evidentemente acelerado, del Cosmos”.

Más adelante encontramos el siguiente párrafo:

“Se hizo el vaticinio a través tanto de profecías como de serias extrapolaciones psico-sociológicas de que ingresaríamos ya a un periodo tanto como fascinante cuan también revelador, de una nueva expresión de la conciencia humana a través del nacimiento de personas cuyo campo psicobioenergético u aura vibra dentro de lo que perceptiblemente (por métodos psíquicos o kirlianografía) son los colores azul y añil. Es en estos nuevos miembros de nuestra especie que logramos ver la oportunidad que se nos ofrece para realizar esta tan desesperadamente buscada libertad, para vivenciar nuestra íntimamente anhelada felicidad.”

En el artículo encontramos términos como: meta-conciencia tetradimensional; de igual forma los autores nos revelan uno de los secretos más impresionantes del universo (prepárese el lector pues a partir de este momento su vida cambiará por completo), aquello que realmente somos: esencias divinas encarnadas para obtener experiencias humanas.

Leamos el siguiente párrafo y tengamos presente que lo escribió el hombre en quien se apoya Maussán para demostrar la autenticidad de las imágenes del supuesto extraterrestre:

“Es muy posible que en ellos, los niños, nuestros niños, existan densos flujos psicobioenergéticos en los tres centros chákricos superiores, lo cual les permita esta psicoradiación teñida de índigo. Quizá el campo morfogenético de la humanidad está por fin expresando su verdadera faz.”

¿Un científico escribiendo sobre “densos flujos psicobioenergéticos”?, es bueno que don Jorge Guerrero nos aclare que no son más que tres los “centros chákricos superiores”.

¿Y qué tal las siguientes líneas?

“Los niños de la luz saben que la energía de la Tierra necesita ser renovada, y poseen para ello una profundísima confianza en las bondades del Universo. Ellos saben que el Cosmos confabula a favor de ellos, pues tienen esa indestructible fe de que la faceta intensa y poderosa de la vida se les revela. Tomemos esta enseñanza como propia.”

El artículo, por haber sido escrito por un físico, resulta bastante “curioso”. ¿Quieren leerlo? Aquí lo encuentran:

http://www.ctv.es/USERS/seip/breves43.htm

Por lo general los llamados niños índigo son en realidad niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), por lo general los llamados niños cristal son niños con autismo. Y lo único que hacen quienes explotan este asunto es confundir a los padres de familia y profesores, juegan con la calidad de vida de estos niños.

En internet puede encontrarse información crítica sobre la superstición de los niños índigo/cristal .

Regresemos a lo que el físico ha aportado al misterioso caso del “extraterrestre” de Yucatán.

En su réplica a MILENIO diario, Maussán comentaba: "...el físico astrónomo Jorge Guerrero declaró que el hallazgo era asombroso e inexplicable, ya que no existen motivos para justificar radiactividad en el fraccionamiento de El Parque. Las mediciones realizadas con aparatos especializados detectaron la presencia radiactiva, no considerada como peligrosa, sino como materia oscura".

¿Materia oscura? Bueno, las dudas comienzan a asaltarme: ¿qué se hace en caso de encontrar materia oscura embarrada en un poste de luz?, ¿el extraterrestre dejó la materia oscura a propósito?, ¿la olvidó?... más importante aún: ¿sabe este físico lo que es la materia oscura?

En la página de Maussán encontramos el reporte del físico, sus conclusiones son:

En virtud de los hallazgos hasta el momento obtenidos, me atrevo a afirmar que en ese lugar ocurrió en efecto un acontecimiento no explicable naturalmente y que ajusta a las evidencias físicas presentes en un contacto extraterrestre de tipo Tres, durante el cual el o los testigos establece algún tipo de cercanía o interacción física estrecha con un Objeto Volador No Identificado o con una Entidad Biológica Extraterrestre. Además el medio a través del cual el ser se manifestó en ese lugar a generado una anomalía aún activa en estos momentos. La naturaleza de esa anomalía se corresponde el tipo de dinámica energética asociable a una fuente de materia cuántica descrita por los actuales modelos cosmogónicos como Materia Obscura . Algunos teóricos han vinculado a este tipo de exótica materia con el Bioplasma u Orgones . Recomendamos en primera instancia una observación continua de ese lugar ante cualquier posterior manifestación inusual y que esté vinculada con el fenómeno OVNI.
Nota .- Se anexa información respecto a este tipo de energía.

¿Relación entre la materia oscura y los “orgones”? Antes de pensar mal echémosle una mirada al anexo en el que explica lo que es la materia oscura:

Anexo:
Materia obscura en nuestro entorno y su posible relación directa con el bioplasma:
Uno de los primeros en definir este tipo de materia en occidente fue Paracelso, en el siglo XVI, comparándolo a una bola de fuego circundante a los seres vivos.
En el siglo XVIII, el místico Emanuel Swedenborg lo describió como una "esfera espiritual".
A mediados del siglo XIX Franz Anton Mesmer realizó estudios más exactos que lo llevaron a proponer su teoría del magnetismo animal, una fuerza electromagnética que puede ser transmitida de un ser a otro y que tiene poderes de curación.
En 1845, el barón Karl von Reichenbach, un químico alemán, registró las reacciones de diversos sujetos ubicados en habitaciones oscuras: éstos vieron llamaradas de energía que emanaban de las extremidades humanas y animales, así como de las plantas y ciertos cristales. Las llamas chispeaban y despedían luces multicolores: rojo, naranja, verde y violeta.
El Doctor Walter J. Kilner, miembro del Colegio Real de Médicos y encargado del área de electroterapia en un hospital londinense, publicó en 1912 el resultado de las experiencias realizadas durante cuatro años en diversos hospitales para demostrar la existencia de un campo de energía que rodea a los seres vivos (llamada genéricamente “Aura”).


¿A qué se refiere Jorge Guerrero con lo de “materia obscura en nuestro entorno”?, ¿afirma que hay materia oscura en nuestro planeta? ¿Paracelso reflexionando sobre la materia oscura? ¿Qué sentido tiene mencionar a Mesmer en un artículo sobre tal materia? ¿Qué se fumó Jorge Guerrero?

Más adelante escribe sobre la visualización del aura como método de diagnóstico clínico, de los “flujos de materia orgónica” de los que hablaba Wilhelm Reich, de la cámara Kirlian, etc. Pseudociencia en su más pura expresión. El artículo termina con tonterías similares, ¿y la materia oscura? Se supone que de eso trataría el artículo. Es como si yo dijera que una entrada de mi blog la dedico a la religión en la ciencia ficción y en realidad tratara sobre las tonterías de un practicante de la psicoastrología, ¿qué tiene que ver una cosa con otra? ¿Un astrónomo tratando de demostrar que hay una relación entre la materia oscura y las “auras”?...

Lo que resulta obvio es que el físico Jorge Guerrero no tiene ni idea de lo que es la materia oscura. ¿Y es este señor quien avala la autenticidad del caso?, ¿con este “informe” cree Maussán que tiene a los científicos contra la pared?

¡Vaya que son grandes los misterios del tercer milenio! Gracias a las páginas de la SEIP y de Maussán nos hemos podido enterar de la realidad: que el experto al que se recurre para demostrar la autenticidad de este caso es un físico que se dedica a la charlatanería.

El lector interesado en este caso puede consultar El retorno de los charlatanes y en Megacosmos, tu guía al universo.

“Me pregunto si me chamaqueraon a mí o a ustedes, mis queridos amigos de MILENIO” decía Maussán. Más bien Jorge Guerrero –al afirmar que sabe de materia oscura y que es un buscador de la verdad- está chamaqueando al ufólogo.

Los de MILENIO diario publicaron que unos muchachos habían chamaqueado a Maussán, luego Maussán afirmó que los chamaqueados habían sido los del periódico pues su investigación mostraba la autenticidad del caso, después nos enteramos de que nos quieren chamaquear presentándonos como evidencia la investigación de un “psicoastrólogo”... ¿y no es Maussán quien por años ha chamaqueado a su público?


Continuará...

domingo, enero 22, 2006

La religión en la ciencia ficción


Más Allá de lo imaginado fue la primera antología de ciencia ficción mexicana. Gabriel Trujillo, en el prólogo, anotaba que la ciencia ficción es una literatura imprescindible, “una puerta abierta hacia el espejo múltiple del mañana, en el cual más que reflejar lo que seremos, se manifiestan las pesadillas que hoy nos acosan, las visiones que hoy agitan nuestros sueños. He aquí, entonces, historias de un mañana que es nuestro presente. Pero no olvidemos que con el simple hecho de leerlas algo habrá de cambiar en nuestra percepción de la realidad: nunca más volveremos a ser los mismos. Tal vez porque el conocimiento es, antes que otra cosa, un instrumento de cambio. Y la ciencia ficción, desde sus orígenes, ha sido una literatura transformadora y revolucionaria.”

En la introducción Federico Schaffler explicaba: “Más allá de lo imaginado pretende ser una muestra representativa de los mejores autores de ciencia ficción mexicanos de los últimos años (...) Son tocados varios subgéneros de la ciencia ficción, como el apocalíptico y postapocalíptico, las fantasías heroicas y las mágicas, el ‘space opera’, las ucronías, el automatismo, la evolución tecnológica, los contactos extraterrestres, y ligeramente el cyberpunk.”

¿Hay algo que pueda diferenciar la ciencia ficción que se escribe en México de la que se escribe en otros países? Schaffler afirmaba: “Además, hay una tendencia muy clara que debe enfatizarse, los autores nacionales, como muchos latinoamericanos y tercermundistas, toman la ciencia ficción como fondo para presentar historias de reacción humana ante la tecnología y lo inexplicable. Esta ciencia ficción muy propia de nosotros y difícilmente encontrable en la producción comercial mundial, es lo que puede caracterizar y darle validez al autor mexicano”.

En el primer volumen de esta antología, publicada en 1991 por el Fondo Editorial “Tierra Adentro”, aparecen historias de Juan Armenta Camacho, Adriana Rojas Córdoba, Mauricio-José Schwarz, Arturo Arredondo, Gabriel Trujillo, Guillermo Farber, Gerardo Horacio Porcayo, Rodrigo Madrazo, Juan José Morales, Gabriela Rábago Palafox, Irving Roffé, Arturo César Rojas y Federico Schaffler González.

George Pal fue el productor de las cintas Con destino a la Luna (1950), Cuando los mundos chocan (1951), El pequeño gigante (1958) y El tiempo en sus manos (1960). En noviembre de 2001, UNIVERSUM, el museo de las ciencias de la UNAM, organizó un ciclo de cine-debate titulado La exploración del espacio. El 23 de noviembre se proyectó la cinta La guerra de los mundos (1953), dicha cinta fue dirigida por Byron Haskin y producida por George Pal. Comentaron la cinta Rolando Ísita y Héctor Chavarría. La película tiene un toque religioso, lo cual llevó a una niña a preguntar si había otras obras de ciencia ficción en las que se tocaran temas religiosos. Acerca de este asunto ya escribimos un artículo.

Ahora comentaremos acerca de una escritora que participó en la antología Más allá de lo imaginado y sobre la que Schaffler afirma que “se caracteriza por su limpieza al escribir, por el uso adecuado de términos, situaciones y pasajes, así como por la libertad con la que toca temas como el SIDA, cristianismo y otros ‘delicados’ para muchos”.

Ya en una anterior entrada escribimos sobre Pandemia, trabajo con el que obtuvo el Premio Puebla en 1988, ahora mencionaremos algunas palabras sobre su cuento Resurrección.

Gabriela Rábago Palafox nos transporta a un mundo en el que ya no existe el cristianismo.
Antonio es un niño que practica la escultura; y nos adentramos a su pasatiempo cuando recibe un paquete.

Be a sculptor! The genuine ancient Christian art from XVII and XVIII centuries. Made by yourself. Even a child can do it!

La caja que recibe contiene “una reproducción deshidratada de alguna talla famosa hecha en el barroco para evocar a un miembro del santoral cristiano”. El escultor debe mojar la masa, entonces ésta comienza a crecer y a tomar forma, el artista entonces debe redondear el aspecto de la imagen.

El paquete también contiene: “carmín para las mejillas, peluca y pestañas de color castaño, toques luminosos o veladuras para la mirada y, lo más importante, sangre artificial con que intensificar el trazo de las heridas. Cualquier santo cristiano las tiene, sean físicas o espirituales y, de una manera u otra, el imaginario se encarga de plasmarlas en su obra.”

Antonio encuentra también folletos explicativos; acerca del cristianismo se lee:

“...Minado por su propia decadencia el llamado cristianismo se extinguió hacia los albores del siglo XXI. Su historia, sin embargo, se asocia a los grandes eventos de la humanidad. Los dirigentes de esa Iglesia fueron, a menudo, quienes gobernaban el destino de los pueblos; esto lo consiguieron gracias a su peculiar habilidad para ejercer control sobre la conciencia de los fieles a través de complejos métodos de persuasión y de extorsión, que involucraban la vida personal de los individuos y de manera destacada, la vida sexual. Un movimiento de reestructuración privó al cristianismo de sus sofisticaciones para acercarlo, no sin ingentes esfuerzos, a la doctrina del profeta Jesús: no se sabe qué fue de los cristianos, quienes, con base en el dato proporcionado por José S. Aleksei, se autonombraban Auténticos. Uno de los principales grupos cristianos de la Época Antigua, la Iglesia Católica Romana, dio representar imágenes en tercera dimensión de sus santos predilectos...”

A Antonio le encantaba imaginar cómo habrían lucido los templos católicos:

“Reinventó la humedad, la luz difusa que se abría paso en la basta atmósfera de los edificios; ideó flores de cera o de plástico, ahumadas por las veladoras que ardían bajo las figuras temidas, reverenciadas por milagrosas (...) Barruntó que debió ser sobrecogedor entrar a esos templos y encontrarse con cuerpos ensangrentados, miradas dolientes, bocas torcidas por el sufrimiento, hacia dondequiera que se volviese la vista”.

“Te aseguro que lo he conseguido” le informa Ernesto a Antonio. Con su descubrimiento Ernesto cree tener asegurada su entrada a la Academia de Ciencias. Ernesto ha iniciado el camino que le ha de llevar al dominio de la entelequia, de la energía vital, de la sustancia con la que es posible animar la materia. Antonio desea ardientemente probar la fórmula en su colección de santos.

Lo hacen... el resultado es bueno. Las esculturas adquieren vida, cierto es que por sólo unos segundos, pero es un buen inicio. Ernesto trabajará para mejorar la sustancia que es capaz de dar vida.

Antonio ignora que su juego lo meterá en problemas... tendrá que pagar las consecuencias.

viernes, enero 20, 2006

“Pura vacilada”




Los que padecen perturbaciones mentales
no aplican el principio de Parsimonia Científica:
la teoría más simple para explicar un cierto conjunto de datos.
Prefieren el barroquismo.
Philip K. Dick, VALIS.


El domingo pasado escuché el programa radiofónico de Jaime Maussán (hacía bastante que no lo sintonizaba). Maussán –como de costumbre- afirmaba poseer la prueba de que los extraterrestres visitan nuestro planeta. ¿Cuál es la prueba?, ¿acaso Maussán encontró el objeto ufológico permanente? No. Si el lector está familiarizado con la ufología ya habrá adivinado que la “maravillosa” prueba no es más que un video.

Sólo he podido ver fotogramas del nuevo video que presenta Maussán, sé que en televisión lo presentó en el programa Otro Rollo (de haber sabido que lo presentaría tal vez lo habría visto, y digo tal vez porque la verdad es que el programa del Ramones no está entre mis favoritos; imagine el lector tener que soportar la mezcla Ramones-Maussán o Ramones-Trejo).

En su programa de radio Maussán se hacía la víctima. “Basta con que saque material para que ciertos ufólogos comiencen a atacarme”, afirmaba el titular de Los Falsos Misterios del Tercer Milenio; y es que hasta Carlos Trejo –quien se ha convertido en el enemigo de Maussán- anda metiendo las manos en este caso. El ufólogo también señalaba que están equivocados quienes consideran que ha hecho de la ufología un negocio. “Por ahí nunca me van a agarrar”. ¿Tiene sentido ese comentario? Ya Oscar García había señalado en su momento que si realmente hubiera extraterrestres visitando la Tierra, seguramente se sorprenderían de que un señor gane dinero vendiendo “documentales” con los videos de sus naves. ¿Y no ganó dinero el año pasado presentando en sus conferencias chatarra espacial, perdón, una esfera hecha por una inteligencia extraterrestre? En fin. Demasiado pesado resultó para mi estómago escuchar a Maussán presentarse a sí mismo como una blanca paloma, así que decidí apagar el radio por un momento. Cuando lo volví a prender Maussán continuaba hablando de la “prueba”. Se trata de un video grabado, mediante teléfono celular, por unos jóvenes yucatecos. Maussán comentó que los ufólogos “que lo atacan”, para demostrar la falsedad de la “evidencia”, llevaron a cabo una recreación.



MILENIO diario publicó el martes algo sobre este caso. Según Sergio Valdez Díaz –quien afirma haber entrevistado a los autores del video- la “prueba” es un fraude, los adolescentes no grabaron un extraterrestre sino a un joven usando una máscara. En la nota leemos que todo fue una “vacilada” para reírse de Maussán y “sacarle una lana”.



El miércoles apareció en MILENIO la réplica de Maussán. El ufólogo asegura que los chamaqueados fueron los del periódico, ya que la investigación que él ha realizado demuestra que el video es auténtico. El ufólogo dice que está seguro de la autenticidad de este material y que los “otros ufólogos” deben demostrar que es un fraude.
Por su parte, el divulgador de la ciencia Martín Bonfil también comentó el asunto en su columna La ciencia por gusto, columna que aparece todos los miércoles en este periódico.

Bonfil escribió:

“Maussan es bien conocido por presentar videos o fotos de objetos borrosos,mal iluminados y provenientes de fuentes poco confiables, y a continuaciónafirmar que son pruebas contundentes de la presencia de extraterrestres ennuestro planeta. También acostumbra tachar a todo aquel que cuestione sus ‘pruebas’ de dogmático y cerrado. Lo que lograron los jovencitos yucatecos,que según MILENIO sólo pretendían ‘sacarle una lana’ a Maussán, fuedemostrar lo poco confiable de sus criterios.”

Aún no se escribe la última palabra de este caso, Maussán seguirá defendiendo su prueba. Recordemos el Caso Álamo, los análisis que él mismo mandó realizar mostraron que era un fraude, pero Maussán lo sigue defendiendo. Algo similar ocurrió con las fotografías de Mauro Flores, el ufólogo se negaba a aceptar los análisis -también mandados a hacer por él- que mostraban que el platillo volador no era más que una maqueta. ¿Hay algo que pueda demostrarle a Maussán la falsedad de un caso?

El autor de este blog considera tres cosas: que las imágenes (fotográficas y en video) no son pruebas de visitas extraterrestres (ver mi serie “Fotografiando lo insólito”), que quien debe demostrar sus afirmaciones es Maussán (el que hace afirmaciones extraordinarias debe presentar pruebas igualmente extraordinarias), y que es mejor la navaja de Occam que el “barroquismo intelectual”.

¿Cómo explicaría el lector este caso? Elija usted:

a) En un lejano sistema solar surgió la vida, evolucionó, surgió la inteligencia, esa inteligencia extraterrestre desarrolló ciencia y tecnología, desarrolló los viajes interestelares, llegó a nuestro planeta... y uno de esos extraterrestres, al pasearse por Yucatán, pudo ser filmado por unos jóvenes.
b) Unos jóvenes bromistas trucaron el video.

¿Considera el lector que es prueba suficiente de visitas extraterrestres el video que se presenta?

Continuará...

lunes, enero 09, 2006

Joterías newtonianas


Isaac Newton (¿hace falta decirlo?) es el autor del libro más importante en la historia de la física: Philosophiae Naturalis Principia Mathematica; por si fuera poco, es también el creador del cálculo diferencial e integral (la teoría de fluxiones). La leyenda de la manzana, una de las leyendas científicas más conocida, fue inventada por él mismo. Menos conocidos son sus trabajos alquímicos y teológicos.

Esta entrada tiene como objetivo comentar no sobre sus trabajos científicos sino sobre su vida afectiva.

¿Qué encontró Frank E. Manuel en los cuadernos privados que escribiera Newton durante su infancia y juventud? “Es éste un registro de terror psíquico que no se explica sólo por la educación represiva de esos tiempos. Estas notas y ejercicios autoimpuestos son la crónica de la ansiedad, la soledad, la represión de deseos instintivos, la vergüenza, las fantasías de dar muerte a su padrastro, a su madre y así mismo, y el pánico del castigo por todo esto”. Los estudiosos de la vida del genio nos indican que fue un niño que no se relacionaba sin dificultades con otros de su edad, un solitario en Cambridge, un adulto mentalmente perturbado en su edad madura, un autoritario director de la Casa de Moneda y un dictatorial presidente de la Royal Society.

John Maynard Keynes afirma: “Newton padecía de un tipo muy conocido de lo que hoy vulgarmente llamamos neurosis aguda –de acuerdo con los testimonios- en grado extremo. Sus más profundos instintos estaban ocultos y eran esotéricos, semánticos –con un abismal retraimiento del mundo, un paralizador miedo a exponer sus pensamientos, sus creencias y descubrimientos en toda su desnudez a la inspección y a la crítica del mundo”.

La teología fue una de sus preocupaciones, y en su convicciones religiosas también es posible advertir su personalidad: Newton creía en un dios vigilante, un dios dispuesto a castigar nuestros pecados, nuestras faltas. El genio sentía que todas sus acciones eran observadas por el Todopoderoso. A los 19 años hizo una lista en la que confesaba sus pecados, en ésta leemos su temor a no estar amando de forma correcta a Dios. Tratar de comprender los designios divinos fue una de sus preocupaciones.

Newton no dejaba de pensar y trabajar en un problema una vez que éste le interesaba, dejaba de dormir y comer en cuanto un problema se convertía en su obsesión. Vivía en constante tensión emocional, ¿y cuánta ansiedad, inquietud o agitación puede soportar una mente –así sea la de un genio- antes de desmoronarse?

Hay quien ha expresado que 1693 fue el año negro de Newton. En septiembre de aquel año vio afectada su salud mental, acusó a algunos de sus conocidos de inventar cosas en su contra.

A su amigo John Locke le acusaba de implicarlo en ¡chismes con mujeres! Una acusación sorprendente pues Newton nunca dejó de ser virgen (al respecto Voltaire escribió: “...en el curso de una vida tan larga, no tuvo pasión ni debilidad; nunca se acercó a ninguna mujer; es lo que me ha sido confirmado por el médico y el cirujano en cuyos brazos ha muerto...”). Newton, entre otras cosas, le escribía a Locke: “cuando alguien me dijo que estaba usted enfermo y que no sobreviviría, respondí que mejor estaría muerto”.

Newton pudo recuperarse y él mismo reconoció haber perdido su “anterior consistencia mental”, a Locke le explicaba: “El invierno pasado, durmiéndome muy a menudo junto a mis fuegos, cogí la mala costumbre de dormirme en cualquier parte y a destiempo, lo cual, agravándose este verano, ha acabado de desorientarme, de tal modo que cuando os escribí no había dormido ni una hora cada noche desde hacía una quincena y durante cinco noches consecutivas ni un parpadeo. Recuerdo haberos escrito, pero no recuerdo lo que dije de vuestro libro. Por favor, enviadme una transcripción de ese párrafo a fin de que pueda daros una explicación sobre el mismo, si puedo.”

Locke aceptaba sus aclaraciones: “He sido desde que le conocí, tan devota y sinceramente su amigo, y he creído esta amistad tan recíproca, que no hubiera creído lo que usted me dijo si hubiera venido de otra persona. Sin embargo, aunque no puedo dejar de sentirme extraordinariamente turbado por el hecho de que haya tenido tan equivocados e injustos pensamientos sobre mí, tras ver reparada la buena voluntad que siempre le he demostrado recibo su arrepentimiento como el mejor regalo que podía hacerme, ya que me da esperanzas de no haber perdido un amigo a quien tanto he valorado.”

Antes de pasar a las especulaciones que se han hecho para intentar explicar esta etapa de la vida de Newton, veamos lo que sucedía en su vida unos meses antes.

Para poder hacer un mejor juicio acerca de las siguientes líneas es necesario tener en mente que Newton era un solitario, una persona de difícil trato y que no tenía muchos amigos.

Isaac Newton recibió una carta fechada el 17 de noviembre de 1692:

Sir, no tengo esperanzas de volver a verle. A mi regreso a Cambridge contraje un grave catarro que ha afectado mis pulmones. Ayer tuve un repentino dolor, probablemente causado sobre el diafragma por la rotura de una úlcera, o una vómica, en la parte más baja del lóbulo izquierdo de mis pulmones (...) Doy gracias a Dios de que mi alma se encuentra muy tranquila, lo cual se debe principalmente a usted (...) Si tuviera menos fiebre, Sir, le diría muchas cosas. Si debo abandonar esta vida, desearía que mi hermano mayor, un hombre de extraordinaria integridad, me sucediera en su amistad.

Newton se sintió afectado al leer lo anterior, tanto que para contestar contrata los servicios de un correo especial. En su carta urgía a su amigo a que buscara ayuda médica “antes de que sea demasiado tarde. Si necesita dinero, yo se lo proporcionaré. Confío plenamente en la descripción que me hace de las cualidades de su hermano y si mi amistad puede serle de alguna ayuda, se la ofreceré gustoso (...) Rezo por su recuperación.”
Richard S. Westfall afirma que el amigo de Newton había dramatizado un resfriado, y que ya se estaba recuperando cuando recibió la respuesta de Newton. Pero como la enfermedad persistía Newton le escribe:

Temo que el aire de Londres sea perjudicial para su enfermedad y, por ello, desearía que se trasladara aquí tan pronto como el tiempo le permita emprender un viaje. Creo que este clima le convendrá mejor. Mr Turretin me dice que está usted considerando la posibilidad de regresar a su país este año. Cualesquiera que sean sus intenciones, no veo como podría usted incorporarse de la cama sin salud. Deseo que venga usted aquí, con el fin de que mejore y ahorre gastos hasta su total recuperación. Cuando se encuentre bien, podrá decidir mejor si regresar a su casa o permanecer aquí.

Newton recibe la siguiente respuesta: “Iría allí si ése es su deseo y no sólo por motivos relacionados con mi salud o mis gastos; pero le agradecería que fuera más claro en su próxima carta”.
Newton le ofreció ayuda financiera, entre otras cosas le comenta: “la habitación contigua a la mía está libre; pero en lo que estaba pensando es en que, puesto que vuestras esperanzas de riqueza tal vez no alcancen para cumplir con vuestro designio de subsistencia en Londres, podemos arreglar las cosas de modo que vuestra subsistencia aquí os resulte más fácil”.
Su amigo le escribió en abril de 1693: “Sir, desearía vivir toda mi vida, o la mayor parte de ésta, en su compañía, si fuera posible, siempre y cuando esto no sea gravoso para usted, o una carga para su hacienda o su familia”.

En cartas posteriores le escribía a Newton que había hecho un nuevo amigo, amigo que le había ayudado a recuperar la salud al darle un medicamento o elíxir.

La última carta es del 18 de mayo, Newton se enteraba que la herencia de su amigo era realmente pequeña (su madre había fallecido hacía poco), y que su nuevo amigo le invitaba a comercializar el dichoso medicamento (que supuestamente curaba nueve de cada diez enfermedades). Pero para poder participar en el negocio debía obtener su título de médico y para ello necesitaría ayuda económica, algo que le insinuó a Newton.

Newton se preocupa tanto por el nuevo amiguito de su amigo (¿celos?) como de sus finanzas y entonces decide visitarlo.

No se sabe lo que ocurrió en las dos visitas (mayo y junio) que Newton le realizó a su amigo, lo que sí se sabe es que terminaron su relación.

Una “muy particular relación”, según Leibnitz.

¿Quién era el amigo de Newton? Nicolas Fatio de Duillier.

Westfall afirma que Fatio era un “brillante matemático suizo”.

Es posible que Newton y Fatio se conocieran en una reunión del 12 de junio de 1689 de la Royal Society (al poco tiempo nombraron a Fatio -que entonces tenía 25 años- parte de la institución), a decir del mismo Westfall: “la atracción entre ambos fue inmediata” (Westfall no se refiere –al menos no explícitamente- a atracción erótica). En esta reunión Huygens habló acerca de la luz y la gravedad.

Newton consideraba errónea la idea de los vórtices cartesianos para explicar los movimientos de los planetas. En sus Principia dedica la segunda parte a la refutación de este sistema (para ello se ocupa del movimiento de los cuerpos en medios resistentes y de construir una dinámica de fluidos). Fatio dejó de ser un cartesiano (afirmaba que tal sistema era una idea vacía) y se convirtió al newtonismo. Huygens había escrito su Tratado de la luz. Newton estaba interesado en ese libro, Fatio le comentó que “Estando escrito en francés, quizá prefiera usted leerlo aquí, conmigo” (“Dichoso Newton” comentó a esto Huygens). Todo nos hace pensar –escribe Westfall- que Newton pasó aquel mes (marzo de 1690) en Londres con Fatio, quizá leyendo el Tratado de Huygens.

Fatio se convirtió en un intermediario entre Newton y Huygens. Decíamos que Newton no sólo trabajó arduamente en filosofía natural y matemáticas; dedicó un esfuerzo igual a la alquimia y la teología. Fatio y Newton comenzaron a compartir intereses.

Newton, al ser un antitrinitario, difícilmente podía expresar abiertamente sus ideas teológicas (de hecho estas ideas parecen haberlo hecho aún más retraído), pero es seguro que las comentara con Fatio.

Fatio presumía de entender perfectamente los Principia (el mismo Newton sabía que pocos podrían entender su obra), también afirmaba tener una explicación para la gravedad, Newton sonrió ante esa explicación, con cualquier otro no hubiera reaccionado así (la implacable ferocidad con la que discutía queda de manifiesto en las controversias que tuvo con Hooke, Leibnitz, y Flamsteed).

¿Quién es el padre del cálculo diferencial e integral: Isaac Newton o Wilhelm Gottfried Leibnitz?

Los historiadores nos permiten afirmar que Newton fue el primero en desarrollarlo (1665-1666), y Leibnitz (creándolo de forma completamente independiente) el primero en publicar al respecto (1684). Esos mismos historiadores también nos muestran la lamentable pelea entre ambos matemáticos (la controversia se prolongó hasta varios años después de la muerte de Leibnitz).

En 1691 Fatio dio su opinión al respecto (opinión que ya podemos adivinar):

“Creo poder asegurar –por todo lo que he visto hasta ahora, entre lo cual incluyo documentos escritos hace muchos años- que Mr. Newton es sin lugar a dudas el primer autor del cálculo diferencial, y que lo conocía tan bien o mejor que Mr. Leibniz, es más, que lo conocía antes de que este último tuviera la menor idea del mismo, una idea que parece se le ocurrió cuando Mr. Newton le escribió sobre el tema.”

Posteriormente escribió que el cálculo desarrollado por Leibnitz era una “mala copia llena de imperfecciones” del desarrollado por Newton.

¿Qué sucedió con Fatio una vez que terminó su relación con Newton? Westfall escribe: “La ruptura tuvo efectos devastadores para ambos. Newton consiguió superar su crisis, pero Fatio desapareció completamente de la escena filosófica. Durante cierto número de años, dio vueltas en torno a los círculos intelectuales sin realmente pertenecer a ellos. En 1699, reapareció brevemente en la escena con un tratado matemático, el cual –con una referencia a Leibniz, probablemente encaminada a recuperar el favor de Newton- avivaba las débiles llamas de la disputa sobre la prioridad del cálculo. A principios del siglo XVIII pasó a formar parte de los fanáticos profetas camicards de Francia, y desapareció por completo de la comunidad de filósofos naturales, entre los que su estrella parecía destinada a brillar. Más allá del papel que desempeñó en reavivar la polémica del cálculo, no volvió a tener parte en la vida de Newton”.

El tratado de Fatio se titulaba Una investigación geométrica dual sobre la línea de máxima pendiente.

En resumen: Newton y Fatio se conocen en junio de 1689, su amistad prospera, la relación termina en junio de 1693 y para septiembre de ese año la salud mental de Newton se ve afectada.

¿Qué trastornó a Newton? A los historiadores no les queda más que especular. Las propuestas son: la desesperación que le produjo el hecho de perder, durante un incendio, documentos importantes; exceso de trabajo; la ruptura con Fatio; su frustración al no avanzar en sus investigaciones alquímicas; envenenamiento por sus experimentos alquímicos.

En cuanto al posible envenenamiento por practicar la alquimia experimental se puede afirmar que los análisis espectroscópicos hechos al cabello de Newton han mostrado que contiene altas concentraciones de plomo y mercurio.

Dos de las especulaciones que se hacen acerca del rompimiento con Fatio son:

*Fatio era homosexual y malinterpretó la amistad de Newton, cuando éste último se percató de los verdaderos sentimientos de Fatio, decidió poner fin a su relación.
*Fatio y Newton eran homosexuales; rompieron porque a Newton le perturbaba su homosexualidad, para entender esto debemos recordar tanto su personalidad como la idea que tenía de Dios (como mencionábamos al principio, Newton creía en un Dios vigilante y dispuesto a castigar nuestros pecados o faltas).


Referencias

Westfall Richard. Isaac Newton: Una vida. Cambridge. Madrid. 2000.
Varios Autores. Newton. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. México. 1982.
Marquina José. JEOVA SANCTUS UNUS, Teólogo y alquimista. Departamento de Física. Facultad de Ciencias. UNAM.


Actualización (3 de diciembre de 2009):

Joterias newtonianas 2
o
De mi insistencia en dedicarme a la prensa del corazón


En el quinto piso de la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria se encuentra la sección de ciencias naturales, sobre la relación de Newton con Fatio encontré lo siguiente:

Paul Strathern, en su libro "Newton y la gravedad" (publicado por Siglo Veintiuno de España Editores en la colección Los científicos y sus descubrimientos, y cuya clasificación -por si a alguien le interesa revisarlo- es QC16 N7 S7718), escribe que Fatio de Duillier era un joven matemático suizo que había conocido al filósofo y matemático alemán Leibniz y al físico holandés Huygens. Sobre el tema que nos ocupa anota:

"Fatio le cayó bien a Newton de inmediato, y en poco tiempo se había establecido entre ellos un estrecho vínculo emocional. Newton incluso comenzó a hacer generosas referencias a Fatio en sus artículos científicos, en reconocimiento a los retazos de información que Fatio le proporcionaba (lo cual era ya de por sí un gran honor, sin duda). Newton buscó alojamiento cerca de Fatio mientras estaba en Londres, y éste incluso le sugirió que abandonase sus habitaciones en Cambridge y se instalase en Londres. Según Richard S. Westfall, el gran biógrafo moderno de Newton, su relación con Fatio ‘fue la experiencia más profunda que tuvo en su vida adulta’. Cuando estaban separados, se intercambiaban cartas de intenso contenido."

Según leemos Newton trabajó animadamente en óptica, alquimia y teología:

"Enamorarse (a pesar de que él no tuviera ni idea de que eso era lo que le había sucedido) le dio a Newton, que por entonces contaba con 48 años, fuerzas renovadas."

Strathern escribe que un día que Newton fue a misa, su perro Diamond tiró una vela encendida (es la primera vez que leo sobre el perro del genio), tal cosa provocó un incendio que "redujo a cenizas años y años de inestimable trabajo." A esta desgracia le siguieron otras dos: Newton sufre una crisis de fe en la alquimia, y rompe con Fatio:

"Fatio había estado gravemente enfermo y poco después, sin previo aviso, anunció que su madre había fallecido y que debía volver a Suiza. Newton estaba desolado, no paraba de enviar angustiadas cartas a Fatio, rogándole que se instalase en Cambridge con él. Fatio no se decidía a partir, fuertemente atraído por Newton. El intercambio de cartas llegó a adquirir un tono febril hasta que, de repente, se interrumpió. No podemos hacer nada más que intentar imaginar el por qué".

Newton pudo recuperarse. Para Fatio las cosas fueron más difíciles:

"Al parecer Fatio tuvo una depresión todavía peor, desapareció por completo del mundo de las matemáticas, y lo último que se supo de él es que estaba viviendo con una secta religiosa extremista de exiliados franceses. Newton jamás volvería a emprender grandes obras científicas, a pesar de que elaboró sumarios de obras inéditas hasta entonces, que contribuyeron considerablemente a mejorar su reputación. Cuando se recuperó de su enfermedad, sus amigos le animaron a buscar algún tipo de trabajo de prestigio en Londres..."

Aceptó la dirección de la Casa de la Moneda, ahí se ocupó de la reacuñación y de perseguir exitosamente a los falsificadores de monedas.

Por su parte, Jane Jakeman, en su libro "Newton. Guía para jóvenes" (de Editorial Lóguez, y clasificación QC16 N7 J3518), escribe:

"Más ferviente fue su amistad con un matemático suizo, Fatio de Duillier, 20 años más joven que Newton; amistad de naturaleza posiblemente homosexual y emocionalmente muy intensa. Ninguno de los dos hombres se casó jamás. En una carta a su hermano Fatio comentaba: 'Las razones por las que no me casaré probablemente durarán tanto como mi vida', refiriéndose quizás a su relación con Newton."

Sobre la correspondencia que mantuvieron anota:

"Las cartas de Newton demuestran unos sentimientos que parecen ir más allá del mero interés por alentar a un joven y prometedor científico. Se vio profundamente afectado cuando Fatio sufrió una grave enfermedad y sugirió al joven que se mudara a Cambridge a una habitación próxima a la suya propia. Se ofreció a pasarle una manutención si no tenía suficiente dinero. Finalmente, el traslado no llegó a realizarse."

Jakeman expone lo que ya escribí: la relación se interrumpe bruscamente.

"Parece que Newton estaba profundamente enamorado y encantado con la admiración que le profesaba el joven, demasiado insustancial para resultar una amenaza intelectual, en comparación con científicos como Hooke, con quien Newton se había enfrentado. Ambos tenían un interés común por la alquimia, pero Fatio pudo hablar de ello en público, un tema sobre el que Newton prefería ser discreto, quizás por temor al ridículo."

Sobre la personalidad del que podría haber sido el "novio" de Newton, Jakeman explica:

"Fatio tenía una personalidad inestable, experimentaba súbitos cambios de humor, mudando sus planes por menos de nada. Tenía, desde luego, mucho que ganar si lograba el apoyo de los científicos más eminentes de Europa y, al final, Newton debió de intuir su ambición. Su relación se estaba volviendo peligrosamente íntima."

¿Qué le preocupaba a Newton? ¿Por qué se rompió la relación entre Newton y Fatio? Jakelman plantea una posibilidad:

"A estas alturas de su carrera, Newton se había convertido en una figura pública, a quien sus rivales miraban con envidia y si Fatio se hubiera mudado a Cambridge, podría haber sido blanco de las iras homófobas. Cabe recordar que la homosexualidad, en aquella época, no sólo era un delito, sino que además era severamente castigada."

Después de finalizar su relación con Fatio, Newton perdería su anterior consistencia mental. Jakelman agrega:

"Cualquiera que fuesen las causas, el fervor de su relación se apagó, sumiendo a Newton en una profunda depresión que pareció oscurecer su mente."

Jakelman finaliza este asunto exponiendo algunos detalles del que se conoce como "el año negro de Newton".

Por supuesto que este tema continuará...

Afortunadamente para mi curiosidad, muchos historiadores parecen estar interesados en hacer prensa del corazón.

lunes, enero 02, 2006

LOS PARADIGMAS EN LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
O
¿ES LA CIENCIA UNA RELIGIÓN?
(Tercera y última parte)


RESOLUCIÓN

¿Cuál es el proceso mediante el que un candidato a paradigma reemplaza a su predecesor? Las nuevas maneras de ver a la naturaleza surgen generalmente de investigadores jóvenes o novatos, científicos que no están tan comprometidos -como sus colegas más expertos- con el paradigma; la atención de estos científicos está puesta sobre los problemas o las preguntas que surgen de las anomalías.

Los científicos se dedican –durante la ciencia normal- a la resolución de enigmas no a poner a prueba paradigmas.
Para que un paradigma se ponga a prueba deben suceder tres cosas: que un problema no pueda resolverse, que esta situación provoque una crisis y que aparezca un candidato a paradigma.

Podría pensarse que el paradigma que se acepta es el que mejor se ajusta a los hechos, sin embargo el proceso es más complicado, y esto es así debido a que se está haciendo esta evaluación desde dos mundos diferentes, cada uno con sus prioridades, con sus problemas importantes, sus métodos de verificación y refutación y sus estándares de prueba; entre estos dos mundos siempre existirán malentendidos, usan los mismos términos pero los entienden de forma diferente, “ven cosas diferentes cuando miran en la misma dirección desde el mismo punto”. Los científicos que no comparten paradigmas estarán hablando sin entenderse del todo, “aunque cada una de ellas (de las partes) podrá esperar convencer a la otra de su modo de ver la ciencia y sus problemas, ninguna de ellas podrá esperar probar su argumento. La competencia entre paradigmas no es el tipo de batalla que pueda resolverse por medio de pruebas.” Sobre esta misma idea añade más adelante que “precisamente porque es una transición entre inconmensurables, la transición entre paradigmas en competencia no puede llevarse a cabo paso a paso, forzada por la lógica y la experiencia neutral”.

Vistos los hechos hacia atrás, es posible observar que muchos científicos no cambiaron sus ideas, se negaron a aceptar las ideas que ahora forman parte del conjunto de conocimientos científicos. De estos investigadores se suele decir que fueron demasiado necios o que se negaron a ver las evidencias, pero Kuhn no está de acuerdo con este punto de vista: “Yo más bien afirmo que en estos temas no son pruebas ni errores los que están cuestionados (...) La fuente de la resistencia reside en la seguridad de que el paradigma de mayor antigüedad finalmente resolverá todos sus problemas, y de que la naturaleza puede compelerse dentro de los marcos proporcionados por el paradigma. En épocas revolucionarias, inevitablemente esa seguridad se muestra como terca y tenaz, lo que en ocasiones incluso llega a ser. Pero es también algo más que eso. Esta misma seguridad es la que hace posible a una ciencia, normal o solucionadora de enigmas. Y es sólo a través de la ciencia normal como la comunidad profesional primeramente logra explotar el alcance potencial y la justeza del paradigma más antiguo y más tarde, aislar la aporía de cuyo estudio pueda surgir un nuevo paradigma.”

Si no es mediante pruebas y evidencias ¿cómo se da la discusión entre los científicos? Para Kuhn se trata de técnicas de persuasión. Los científicos se convierten al nuevo paradigma y algunas de las razones que llevan a los científicos a hacerlo se encuentran fuera de la ciencia. ¿Qué tipo de conversión es ésta? Más adelante podremos verlo con mayor detalle, pero podemos ver hacia dónde se dirige el pensamiento de Kuhn en estas palabras: “El hombre que adopta un nuevo paradigma en una de sus primeras etapas, con frecuencia deberá hacerlo, a pesar de las pruebas proporcionadas por la resolución de los problemas. O sea, deberá tener fe en que el nuevo paradigma tendrá éxito al enfrentarse a los muchos problemas que se presenten en su camino, sabiendo sólo que el paradigma antiguo ha fallado en algunos casos. Una decisión de esta índole sólo puede tomarse con base en la fe.”

Un buen argumento de persuasión consiste en hacer notar que el nuevo paradigma da respuesta a los problemas que condujeron a la crisis. El nuevo paradigma resultará bastante persuasivo si permite predecir fenómenos de los que ni se sospechaba en el paradigma anterior. La estética también suele considerarse en este debate.

La fe ha sustituido a la razón en el quehacer científico. “Algo debe hacer sentir, al menos a unos cuantos científicos, que la nueva proposición va por buen camino y, a veces, sólo consideraciones estéticas personales e inarticuladas pueden lograrlo. Hay hombres que se han dejado convertir por ellas, en momentos en los que la mayoría de los argumentos técnicos articulables señalaban en dirección opuesta.”

Reconoce Kuhn que los científicos son hombres razonables y que hace falta algo más que “estética mística” para persuadirlos, deben surgir argumentos tenaces; pero un argumento único no puede persuadir a todos los científicos, el nuevo paradigma va ganando cada vez más adeptos, de esta forma se multiplicarán los elementos del nuevo paradigma: experimentos, instrumentos, libros de texto, etc. La resistencia va haciéndose cada vez más débil hasta desaparecer, pero esa resistencia no puede ser vista como ilógica o no científica, quienes no se convierten terminan siendo excluidos de la práctica científica.

PROGRESO

Cuando los practicantes de una disciplina se cuestionan si su campo es o no una ciencia pueden realmente estar preguntándose “¿por qué mi campo no progresa de la misma forma en que lo hace la física?”

Kuhn analiza el término “progreso” en disciplinas como la filosofía y el arte. ¿Por qué se considera que no progresa la filosofía? “...ello no se deberá a que las escuelas individuales no progresen. Más bien, debe ser porque hay siempre escuelas en competencia, cada una de las cuales pone constantemente en tela de juicio los fundamentos mismos de las otras.”

El progreso en la ciencia es evidente durante el periodo de ciencia normal (durante periodos revolucionarios los científicos mismos dudan de la posibilidad de progreso, incluso ven un posible retroceso en la adopción de alguno de los paradigmas). Durante el periodo de ciencia normal, al no existir escuelas competidoras, el progreso se detecta más fácilmente.

Otra característica hace que a los ojos de la sociedad la ciencia sea una empresa siempre acumulativa: su aislamiento. Los científicos se dirigen a sus colegas y son evaluados sólo por ellos.

Hay otras diferencias entre la ciencia y las disciplinas artísticas (o la filosofía), y que se relacionan con el concepto de progreso. En las disciplinas artísticas los jóvenes tienen contacto con las obras de los artistas de cualquier época y los manuales son secundarios en su educación, en la ciencia los jóvenes aspirantes no tienen contacto con la obra de los antiguos científicos y los libros de texto son fundamentales para su educación. “Después de todo, ¿por qué debe el estudiante de física leer, por ejemplo, las obras de Newton, Faraday, Einstein o Schrödinger, cuando todo lo que necesita saber sobre esos trabajos se encuentra recapitulado en forma mucho más breve, más precisa y más sistemática en una serie de libros de texto que se encuentran al día?” Puede ser rígida esta educación pero le posibilita al estudiante dos cosas: resolver enigmas y generar crisis en la ciencia normal. Esta rigidez no es una característica negativa ya que “proporciona a la comunidad un indicador sensible de que algo va mal.”

No hay problemas para definir el progreso durante la ciencia normal. El progreso consiste en resolver los problemas y enigmas que plantea el paradigma; y la ciencia normal es un instrumento inmensamente eficiente para realizar esta labor.”

Pero ¿hay progreso en el cambio de un paradigma a otro?

Los practicantes del paradigma que resultó ganador no pueden sino ver como progreso la revolución que protagonizaron, obviamente no podrían considerar que la victoria que obtuvieron constituye una involución o un retroceso. El científico tiene una percepción errónea del pasado de su disciplina, “el miembro de una comunidad científica madura es, como el personaje típico de 1984 de Orwell, la víctima de una historia reescrita por quienes están en el poder. Esa sugestión, además, no es completamente inapropiada. En las revoluciones científicas hay tanto pérdidas como ganancias y los científicos tienen una tendencia peculiar a no ver las primeras.”

Kuhn no pone en duda el carácter progresivo del paso de un paradigma a otro. Kuhn redefine el término “progreso”: “es posible que tengamos que renunciar a la noción, explícita o implícita, de que los cambios de paradigma llevan a los científicos, y a aquellos que de tales aprenden, cada vez más a la verdad.”

¿Existe una meta hacia la que se acerque la investigación científica? “¿Ayuda realmente el imaginar que existe alguna explicación plena, objetiva y verdadera de la naturaleza y que la medida apropiada de la investigación científica es la elongación con que nos acerca cada vez más a esa meta final?”

Propone Kuhn ver la evolución de la ciencia desde lo que conocemos en lugar de hacerlo hacia lo que deseamos conocer.

Kuhn compara la evolución en la ciencia con la evolución de las especies mediante la selección natural. La selección natural terminó con la noción de que se evoluciona hacia un fin predeterminado. Darwin obligó a que se redefinieran términos como evolución, desarrollo y progreso. Una evolución semejante en la ciencia da como resultado que aumenten la articulación y la especialización.

Kuhn considera que el cambio de paradigmas no nos acerca más a la verdad, pero sí que da como resultado una mejor manera de hacer ciencia (“¿Y por qué el cambio de paradigma produce, invariablemente, un instrumento más perfecto en cualquier sentido que todos los antes conocidos?”) ¿Cómo llega a esta conclusión? Si en el cambio de paradigma intervienen cosas como la persuasión, y los científicos están en mundos diferentes y tienen problemas de tipo lingüístico para comunicarse ¿por qué considera Kuhn que es una mejor herramienta (para conocer a la naturaleza ) la ciencia normal que resulta de una revolución?

En las aclaraciones que incluyó posteriormente en su libro, anotó:

“Las teorías científicas posteriores son mejores que las anteriores para resolver enigmas en los medios a menudo totalmente distintos a los que se aplican. Tal no es una posición relativista, y muestra el sentido en el cual sí soy un convencido creyente en el progreso científico”.

Esto lo comentaba para defenderse de sus críticos; repetía que, para él, el progreso o la evolución nada tenían que ver con “la verdad”. Para Kuhn esto no es relativismo. En este mismo agregado contesta a quienes le acusan de ser prescriptivo, pasar del modo descriptivo al normativo. Comenta los intentos de otros autores de aplicar sus tesis a otras disciplinas, les recuerda que su originalidad se debió a que aplicó a la ciencia los conceptos que se han aplicado para entender el desarrollo de otros campos; también afirma que aunque es posible establecer desarrollos similares entre la ciencia y otras disciplinas, también es posible establecer, en la ciencia, características evolutivas que no poseen otros campos (escasez de escuelas en competencia durante la ciencia normal, los científicos son los únicos jueces de su disciplina, etc).

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Hasta aquí el resumen de las ideas que aparecen en La estructura.

A decir del físico José Marquina, el modelo de Kuhn tiene las siguientes virtudes:

Aparece la historia; amplía horizontes al proponer conceptos como los paradigmas y las unidades de análisis o las matrices disciplinarias; la “leyenda científica” es tocada, es decir, la antigua visión de la ciencia (la ciencia que progresa de forma lineal, que es siempre objetiva, racional y que busca la verdad) se pone en duda, gracias a esto desmitifica la ciencia y humaniza el quehacer científico; se ocupa de cuestiones como el papel de la teoría en el hecho de ver o percibir; es el “padre” del nuevo racionalismo.

Las desventajas son:

Existen otros modelos diferentes de la historia de la ciencia, hay quienes consideran que la historia misma falsea el modelo de Kuhn; exagera el externalismo (el enfrentamiento entre las comunidades científicas tiene gran peso, Kuhn hace más sociología que filosofía); no es claro el concepto de paradigma; el modelo de continuidades y rupturas carece de profundidad; no sólo muere la “leyenda científica”, muere la misma ciencia; es el “padre” del nuevo irracionalismo.

¿Por qué es el padre tanto del nuevo racionalismo como del irracionalismo? Porque su libro –como ya escribí- hizo surgir dos posiciones: por un lado están quienes defienden que la ciencia es una empresa racional (como Imre Lakatos) y por otro quienes llevan las tesis de Kuhn hasta sus últimas consecuencias (como Paul Feyerabend).



BIBLIOGRAFÍA

Kuhn Thomas. La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica. 1975. México.
Bonfíl Martín. La ciencia por gusto. Editorial Croma. 2004. México.
Méndez Acosta Mario. El mito de los paradigmas. Ciencia y Desarrollo No. 148. Septiembre-Octubre de 1999. México.