viernes, febrero 22, 2008

PORNOGRAFÍA Y PROSTITUCIÓN EN LA CIENCIA FICCIÓN

Hablando de sexo ¿en algún momento se tiene lo suficiente? Parece que algunos nunca estamos satisfechos, por ello es que continuamos con las historias de ciencia ficción en las que el sexo es un ingrediente importante.

Aldo M. Alba es el autor del libro Cuentos del Alba (publicado por Grupo Resistencia). Ha publicado en Ofidio, Ciencia y Desarrollo, Entorno Universitario, Umbrales, Azoth y la revista Asimov, misma en la que tenía a su cargo la sección de cine.

Dice de sí mismo: “Estudié Literatura Dramática y Teatro en la inolvidable Fac. de Filosofía y Letras de la UNAM. En compañía de entusiastas seguidores hemos dedicado largo tiempo a verificar los efectos de la cerveza sobre el cerebro y el cuerpo humano. Soy capitalino de tercera generación, quiero a mi ciudad, y he visto como se ha degenerado y convertido en una megalópolis habitada por mutantes ultraviolentos. No soporto la ola ligth que ha inundado el mundo. Amo a la Literatura y las mujeres de grandes medidas. Me gustan las chelas frías, los tacos de cabeza y las tortas y cuando tengo tiempo armo modelos a escala de blindados y aviones.”

Mega XXXX apareció en el número 10 de la revista Asimov, mismo que salió a la venta allá por septiembre de 1997. Aldo, en esta historia que amablemente nos comparte, describe el mundo de la pornografía y la prostitución digital Jesús García fue quien se encargó de ilustrar las dementes y calenturientas líneas escritas por Aldo.


MEGA XXXX
Aldo Alba

(Dedicado a: Désiree Costeau,
Roberta Pedon y Savannha)



PROLOGO

Año 2069 Ciudad de nuestra Señora de los Ángeles.

En el pasado esta ciudad era el ejemplo del “american way of life”. Hoy por el contrario es la capital mundial del vicio; mafias de malayos, mexicanos, japoneses, y muchos gringos locos, se disputan el control de las drogas virtuales, que han matado a miles de personas en todo el mundo, pues al conectarse al universo virtual las personas se olvidan de comer, de vivir, y se consumen lentamente mientras su cerebro viaja por los mundos que él mismo crea. Los programas más codiciados, son:

Universo 2500: que permite al usuario convertirse en un héroe espacial al estilo de Flash Gordon rodeado de apetitosas astronautas en ajustados trajes, y deseosas de ser salvadas.

Excalibur, la espada forjada por los dioses: el ideal para las almas románticas, aventuras sin fin en un mundo lleno de hechiceros, dragones, y caballeros vestidos con reluciente armadura.

Y la más buscada:

Mega XXXX: pornografía de primera calidad, para los buscadores de emociones fuertes y como reza su desaforada publicidad:

¡Viva cientos de cyberorgasmos, al mismo tiempo que su estrella favorita! Sintonice su cerebro y todas las sensaciones de la piel de su estrella favorita le serán transmitidas para hacerla suya, goce una y mil veces o hasta que la muerte los separe!

Cualquiera de estos programas permite al usuario olvidar este mundo tan miserable que es la Tierra.

¡Qué lejos quedaron los sueños del futuro!

De limpias ciudades sembradas de relucientes torres brillando bajo un cálido sol, con sus cúspides dirigiéndose al clarísimo cielo azul, surcadas por aerodinámicos vehículos voladores. Rodeadas de enormes jardines, donde rubios y hermosos bebés crecerían sanos y fuertes bajo la mirada amorosa de sus no menos rubias y hermosas madres, vestidas en refulgentes telas metálicas. Cuadros como los que pintaba “Popular Mechanics” a mediados del siglo XX.

Pero hoy; la realidad mundial es otra, si países tan poderosos como E.U. se debaten al borde del colapso. Los países pobres están habitados por hordas de seres con el cerebro dañado a fuerza de vivir en la hambruna.

El mejor ejemplo es el país conocido como México que llegó a tener una vasta riqueza nacional, hermosas selvas, mares, bosques. Sin embargo, todo fue depredado brutalmente, por hambre y por intereses económicos. Todas las riquezas naturales desaparecieron para dejar paso a un desierto y guerras civiles que asolan lo poco que queda del país, los estados fronterizos del norte se anexaron a U.S.A. con la esperanza de salvarse del desastre. Mientras los estados del sur son parte de Centroamérica o bien son diminutos estados independientes.

Otra característica de el mundo de estos días, es que ya no es tan fragante como antes, pues sólo unos pocos tienen acceso al agua corriente y al baño diario. Los automóviles, la ropa limpia, la fruta, son lujos que sólo algunos se pueden dar. Los demás sobreviven, en un mundo degradado al máximo. Donde el único escape es la droga del ciberespacio.

En esta época sucia y cruel, sin embargo, siguen existiendo historias de gente que busca la fama aún con el riesgo de dejar la vida o la razón en tal tarea. Un interesante ejemplo son las actrices de la pornografía-cyber, hermosas mujeres que prestan su cuerpo y sus sensaciones a un usuario desconocido que pasa su miserable existencia conectado a una máquina de realidad virtual, gozando olas de placer enviadas por los neurotransmisores.

Pero vayamos a conocer la historia de una de estas chicas.


-1-

En una de tantas pequeñas y apestosas ciudades de la región oeste de E.U. en la ciudad conocida como “Hermosillo”. Vivía una jovencita muy hermosa llamada Mary Ann Richard, que como algunas jovencitas hermosas quería llegar a ser famosa.

Su niñez fue como la de casi todos; revolcarse en la tierra y esperar la hora de la comida. Cuando llegó a la adolescencia al mismo tiempo que su cuerpo se redondeaba, el sueño de Mary Ann de escapar de ese pueblo lleno de gente maloliente, de charcos pútridos, de gente balbuceante y miserable, se hacía más y más fuerte, ella no iba a dejar que el hambre o la droga le matara el cerebro. Entre sus sueños estaba vivir en una casa con regadera donde pudiera bañarse diario.

¿Cómo lograrlo?

En una gira que el grupo musical “KleaN RocK, llamado así porque sus integrantes tenían la excentricidad de ¡bañarse a diario!, llevar el pelo casi a rape, usar máscaras antigases en los conciertos, para contrarrestar el aroma de sus admiradores, y tener el cuerpo perforado por cientos de argollas, huesos, aretes y pequeños trozos de madera. Una mezcla entre un mod del siglo pasado y un brujo de Nueva Guinea.

La oportunidad de escapar llegaba en la persona del cantante del grupo; Sven Billing, quien deslumbrado por la limpia belleza de Mary Ann y las sinuosidades de su cuerpo no tardó un segundo en dedicarle incendiarias miradas cuando cantaba; “Bañarnos juntos todo el día”; cosa que hizo en realidad al terminar el concierto y si bien no se bañaron toda la noche, el pobre tipo quedó enloquecido por los atributos y las habilidades salvajes de esa niña. Y así Mary Ann dejó para siempre su ciudad a los 14 años, convertida en la novia de un rock-star, para buscar la fama a toda costa.

(Nota: Si esta historia hubiera sido publicada en notitas de música, o novelas y tv, hubiéramos hablado sobre su publicitada boda, su feliz vida de casada, sus viajes y diversiones y de cómo en base a “estudiar muy duro” había llegado a ser famosa. Afortunadamente esta no es ninguna de las revistas mencionadas y el mundo donde Mary Ann vivió no se parece en nada a ese “limpio” mundo de las estrellas.)



-2-

El final del idilio entre Sven y Mary fue provocado por una serie de hologramas donde ella aparecía con varios descomunales miembros masculinos en la boca. Cosa que no le hizo la menor gracia a Sven, quien creía tener una fiel y “provinciana” novia.

El divorcio se hizo inevitable. Mary por fin estaba libre en Hollywood para buscar la fama en las redes porno-virtuales. Para esos tiempos, la “fabrica de sueños” había cambiado mucho, las famosas colinas se encontraban atestadas de gente por todos lados, quienes llegaron a desmantelar el famoso letrero de Hollywood que sirvió para hacer las paredes y techos de casuchas paupérrimas.

Mary nunca dejó de aparecer en hologramas XXXX, su cara de niña inocente y limpia hacía un excitante contraste con su cuerpo de mujer que gustaba mucho a los porno-consumidores. Aunque su cuerpo libre de operaciones les parecía sin interés a otros, en esa época de “mega-babes” de “súper” formas artificiales.

Hasta que un día Manuel López, el rey del porno de la región Oeste, la contrató para su primer trabajo en la red. Aunque antes la llevó a su quirófano para hacerle algunos cambios necesarios para una mejor transmisión a través de las redes virtuales. Y si alguien pensó que ser estrella XXXX es algo fácil, deben enterarse que Mary entró a un mundo voraz, y si bien comenzó su carrera, tuvo que soportar una espantosa transformación corporal y sexual.

Como primer paso, Manuel la sometió a varias transformaciones.

En una mugrosa sala de operaciones, conocida como “La cocina de Manuel”, el cuerpo de Mary rodeado por un grupo de carniceros drogados que se hacían llamar “expertos en reconstrucción de carne humana”. Cambiaron las formas originales de Mary por enormes volúmenes de acuerdo a las necesidades y la moda de la cyber-porno, Mary sufrió terribles operaciones, pero aceptó todo.

No estaba enterada, que el repentino retiro de la más nueva estrella de la red porno, Maggy Boobs, se debió a que sus gigantescos pechos habían estallado en plena calle dejando llenos de pedazos de tejido sintético y carne humana a los comensales de cierta cadena de comida rápida.

Mary fue perforada en cientos de lugares ya sea para ponerle aretes en la moda del “body hole”, o para implantar los neurotransmisores necesarios para que los usuarios sintieran todo lo que ella sentía, desde el placer de una penetración hasta la suave y enorme curva de sus pechos y caderas.

Cientos de centímetros cúbicos de material expandible polimérico inerte reemplazaron a las dulces formas de Mary. Toda clase de ganchos, cuchillos, agujas y rayos de luz concentrada; hurgaron y cambiaron los tejidos vivos por elementos artificiales para un mayor placer de los usuarios, (la mayoría de las veces un placer mortal).

Manuel decía:

-Todos los nuevos pasan por aquí, y yo me encargo de reconstruirlos, supercontractores, vaginas turbo, penes de propulsión o de control remoto, músculos de plástico... lo que sea, lo que haga falta en su cuerpo para convertirlos en estrellas del sexo virtual-.

Mary Ann Richard ya no existía, había nacido “Erika Tits” la nueva “mega-babe” XXXX, con medidas 130, 55, 92, sistemas de control de masas hidrostáticas para agrandar a voluntad senos y caderas, implantes cerebrales, órganos sexuales modificados para diferentes funciones, entre otras, succionar, morder, y cambiar el diámetro y tamaño del canal vaginal para poder albergar lo que fuera, desde un hombre normal hasta el último modelo de pene expandible.

Mary estuvo en convalecencia con todo el cuerpo hinchado, esperando superar los traumas de las heridas y el borrado de las cicatrices por micro-dermoabrasión.


-3-

Los usuarios de la red eran muy exigentes, y si nos ponemos a pensar que muchos dejaban la vida ahí, es comprensible en cuanto a lo que pedían. ¡Cuerpos! ¡Cuerpos nuevos! Para acariciar, oler y sentir, durante horas, días, semanas.

Veamos una típica sesión porno XXXX, un hombre con un cierto daño cerebral a causa de la falta de proteínas llega agobiado a su casa después de una lenta y sucia jornada de trabajo. Su cuerpo, al igual que su casa, huele a mugre y sudor rancio de semanas enteras, se alimenta solamente de “comida chatarra”, se toma 4 cervezas de un litro cada una y toma la decisión, aplazada desde hace mucho, de conectarse a la red porno.

Comienza por colocarse el traje de realidad virtual, de una ligera tela que no cansa ni estorba, el antiguo casco ha sido cambiado por una conexión cerebral directa que “desconecta”, por así decirlo, las funciones del mundo real. De aquí en adelante todas sus sensaciones dependen de las computadoras. Una música simplona comienza a sonar, después ante los ojos del hombre comienzan a desfilar decenas de mujeres, hermosas hembras de todas las edades, de todas las razas, con cuerpos diferentes y hermosos. Sabe que todas están deseosas de irse con él, quien excitado se decide por una pequeña rubia de grandes ojos castaños y enormes y rosadas formas.

En el mundo virtual de alta definición, hacen el amor en todas las posiciones posibles, y el hombre puede sentir el cuerpo sudoroso, los gemidos, la suave piel de su amante. Puede tener cientos de cyber-orgasmos y gradura su intensidad, desde una leve excitación hasta el famoso “mortal”. Nuestro hombre prueba con muchas mujeres hasta que descubre a la nueva estrella “Erika Tits”, quien anhelante abre los brazos para prometerle paraísos de placeres, aunque un pequeño letrero advierte que la conexión con Erika todavía no es posible de persona a persona, aunque puede ser espectador de una orgía sin fin, donde la real Mary-Erika se encuentra haciendo el amor con once hombres al mismo tiempo –en la vida real le pagaron 30,000 dls. Por hacerlo- quienes también son parte humano y parte cyborgs sexuales.

Hacen blanco a Mary Ann de las más disparatadas fantasías sexuales, le hacen el amor en posiciones inverosímiles, con miembros gigantescos que se pierden en las profundidades del cuerpo de Mary-Erika, los penes se despegan del cuerpo de su poseedor, quien sin perder el tiempo se coloca otro con cámara endoscópica para aquellos que gustan de mirar las paredes vaginales en plena dilatación. Mientras otros de sus compañeros tienen miembros que desplegan tentáculos que exploran cualquier orificio al mismo tiempo que hurgan y enloquecen con mil sensaciones diferentes a Erika.

El hombre a punto del desmayo no quiere perder ni una sola de las nuevas acrobacias y aparatos sexuales y sólo acierta a decir que sí cuando la cara de Manuel aparece diciendo que su crédito está terminando y si desea seguir conectado a la red, su cuenta de trabajo será intervenida, el usuario no sólo aceptara eso, acabará perdiendo hasta el último centavo en busca del placer que no podría hacer realidad jamás. Y ya enloquecido por las imágenes y por las sensaciones, las posesiones terrenas le parecerán absurdas y su único fin será tratar de mantenerse en conexión con el sexo mortal; donde una jadeante Erika invita al babeante usuario a probar su resistencia viril en una aventura por todos los rincones de su cuerpo. Diremos que esta conexión casi siempre resulta la última, pues el sobrecargado cerebro de nuestro usuario no resiste la sobrecarga de 600 gigas y estalla. Dejando lleno de sesos las paredes de la miserable sala. Lo que sin embargo, reditúa una jugosa ganancia para la red.


-4-

Erika llegó a tener un éxito sin precedentes, durante dos años y nueve meses fue la reina indiscutible del cyber-porno. Se hizo soberbia y altiva con los admiradores que estaban dispuestos a morir por ella, o con todos aquellos que tenían la desgracia de encontrarse con ella en cualquier lugar público.

También ella misma se hizo adicta a las drogas virtuales, su recámara estaba llena de conexiones cerebrales y, claro, con una piscina de clara y fresca agua, donde muchas de las situaciones que enloquecían a los usuarios, se llevaban a cabo precisamente ahí.

Erika comenzó a salir con infinidad de hombres y mujeres en busca de la relación que lamentablemente nunca llegó. Al mismo tiempo su carrera se iba a las nubes. Aunque siempre estuvo consciente, que tarde o temprano tendría que dejarla, pues este negocio siempre exige caras y cuerpos frescos.

Así pues, con tal que no la olvidaran, no hubo acto por bizarro que fuera, que no llevara a cabo, fue la pionera en introducir varias cámaras inalámbricas que seguían las contracciones y cambios que se operaban en sus tejidos durante sus locos actos, y no faltaron los que se declararon admiradores del tejido de su endometrio.



Sus sueldos alcanzaban cifras de varios ceros, aunque así como ganaba se endeudaba hasta el cuello, tenía todo lo que había deseado; casa, piscina, automóvil, frutas, pero a crédito.

La espiral de su vida se volvió confusa y enloquecida. Mary Ann ya no distinguía entre la realidad y su vida de estrella porno. Y parecía que entre más perdía el sentido de la realidad, más hermosa se ponía. Su rostro era el de un ángel, por el que más de uno hubiera dado la vida.

Respecto a sus últimos días, nadie se pone de acuerdo. Hay quien la vio animada y llena de planes. Y hay quien también jura haberla visto conectada durante semanas, maldiciendo a todo el mundo.

Lo cierto es que se acomodó en su sillón acuático preferido, desplegó sus formas al máximo y convertida en una mujer con medidas 150, 40, 96; conectó toda la capacidad cerebral de sus programas virtuales.

Cuando la encontraron cuatro días más tarde, Mary Ann Richard volvía a existir. Aunque ahora en forma de una hermosa y apacible descerebrada sin sueños de ninguna clase.

Epílogo

Al ser interrogado uno de sus seguidores más fervientes, declaró:

-¿Quién?... Ah sí, Erika Tits, la puta digital... Sí, era buena, pero siempre habrá mejores-.


viernes, febrero 08, 2008

Revisando algunos blogs me encontré con que en libre pensar, Héctor Julián Coronado ha hecho algunos comentarios a libros escritos por charlatanes varios: "expertos" en ángeles, homeópatas, alquimistas, grafólogos, numerólogos, canalizadores, etc. Por supuesto aplica el estilo del doctor House: brutalmente honesto. El mismo Héctor se define como "escéptico, mamón e insoportable".

La verdad es que sus comentarios son bastante acertados y divertidos... Claro, los creyentes en esas babosadas dirán que son comentarios sumamente groseros.

Los encuentran en su entrada Libros engañabobos.

viernes, febrero 01, 2008

Sexo, sexo, sexo...

Continuamos con las historias de sexo en la ciencia ficción mexicana. A Francisco Espinosa lo conocí en el taller de la Asociación Mexicana de Ciencia Ficción y Fantasía (AMCyF), actualmente conduce el programa ComiConexión. La historia que publicamos a continuación apareció en el número 14 de la versión mexicana de la revista Asimov, ciencia ficción en español, éste salió a la venta a finales de 1998.

Hoy que es viernes social, me tomaré un mezcal a la salud de todos los compas de aquel taller...


EL HOMBRE PERFECTO
Francisco Espinosa

El privado estaba aislado del resto de los sonidos habituales en el departamento de investigación y desarrollo. A través de una amplia ventana se podía observar el pasillo levemente iluminado que, en su soledad, resaltaba la sombra del encargado de intendencia acariciando el piso con su trapeador.

- ¿Pero qué más podemos hacer?

Detrás del escritorio, el doctor sostenía su cabeza entre las manos.

- Todas las pruebas que hicimos con los conejillos de indias resultaron positivas...
- Sin embargo...- la voz femenina rebotó en las cuatro paredes del angosto cuarto, logrando que el eco enfatizara su interrupción- en el compuesto hay ciertos químicos a los que el sistema inmunológico humano tiene diferentes respuestas al de los animales. Es una sustancia todavía demasiado experimental como para arriesgarnos a comercializarla así.
- ¡Es sólo un jodido perfume!- exclamó el doctor.
- Es el primer intento serio de reproducir los efectos de las feromonas en el hipotálamo con compuestos sintéticos, y necesitamos estar seguros de todas las consecuencias; alergias, asimilación del sistema nervioso, reacción a las secreciones naturales del cuerpo...

El doctor se recargó en el respaldo de la silla reclinable, con un gran suspiro en señal de frustración, y esta se fue hacia atrás topándose con la pared. Ella guardó su pluma en el bolsillo superior izquierdo de la bata, en donde se leía, bordado en hilo dorado, las iniciales J & M.

- Sé perfectamente lo que dice el contrato: “Toda investigación deberá acompañarse de las debidas garantías de seguridad. En caso contrario, si hay pérdidas económicas de la empresa, la responsabilidad recaerá sobre los encargados de dicho trabajo y bla, bla, bla”.

Fue el turno de la doctora de suspirar, al tiempo que decía:

- Necesitamos un “conejillo de indias”.

Dirigieron la vista hacia el levemente iluminado pasillo, donde un hombre latino, de unos cuarenta años y una acentuada calvicie, vestido con un overol azul que mostraba en el pecho las mismas iniciales en dorado, les hacia un gesto de saludo con una mano y con la otra sostenía, casi cariñosamente, su trapeador.




“Un encuentro. Su presencia. Sobresalir entre la gente. Una huella. Ser Inolvidable. Adonai #5, la esencia del hombre perfecto. Un producto más de los laboratorios Jones & McKimson, trabajando para el bienestar de la humanidad.”


Yo fui, me cai. Yo fui su primer “hombre perfecto”. Cuando trabajaba allá en Laredo. Ya sabe, me fui de mojado a probar suerte y poder mandar una lana pa’ mi vieja y los chamacos. Y no es que no tuviera chamba, porque sí, la neta sí.

Era obrero, de esos que mandan a arreglar cualquier mamada en las delegaciones. Pero pagan una mierda; con eso no come ni una rata, me cai. Y pus, ya sabe, ¿no? El carnal que se fue pa’ gringolandia y viene luego a contar que allá amarran los perros con longaniza. Y éste fue el hermano de un compadre, que viene y me dice; “No”, dice, “allá hay un buen de chamba, y se gana en puros dólares, compa. Debía irse a trabajar pa’llá”, me dice.




Y ya sabe, con eso de la crisis y como el dólar ya cuesta un chorro, pus uno se las tiene que ingeniar pa’ dar de tragar a la familia. Y que agarro mis cosas, saco a mi jefa de su casa y la traigo a vivir con mi vieja. Le hablé al carnal de mi compadre, y que nos vamos a la frontera.

Pero le estaba contando yo lo del perfume ese, ¿no? Ya tenía más de medio año trabajando de intendente en los laboratorios eso de “Jones” y... como chingados se llame el otro güey, allá en Laredo. Y eso que me tardé como dos meses en encontrar chamba, porque no es fácil, me cai. Y en lo que estábamos allá pus vivíamos en casa de una tía de mi compadre, ya sabe, de arrimado, ¿no?

Y entonces tenía ya un resto trabajando allí, que olía regacho, me cai. Porque eso sí, en todos lados estaban trabajando con esos líquidos raros, ya sabe, de los que meten en los tubitos de vidrio. Y un día que se me acercan dos doctores, y uno era vieja, de esas pinches gringas liberadas, pero buena que estaba, me cai. Y que me dicen que me quieren hacer no sé qué cosas, me dicen, porque la neta no les entendí muy bien, ya sabe, los gringos hablan cagadísimo cuando quieren hablar español. Ya luego que me dice otro güey que me querían pagar un chingo de lana, como pa’ vivir bien el resto de mi vida, nada más por probar unas cosas conmigo. Y yo era materia dispuesta, tanto porque necesitaba la lana, como porque ya me había cansado de limpiar los pisos. Luego, esas madres con las que trabajaban, manchaban regacho y costaba un chingo quitarlas, me cai.

Pero sí funciona, el pinche perfumito sí funciona, hasta eso. Pus pregúntemelo a mí, que me lo pusieron por todos lados; hasta me lo inyectaron los muy hijos de la chingada. Y pus sí, la neta sí funciona, me cai. Hasta a la puta doctorcita me acabé cogiendo. Y sí, ya sé que estoy casado y que es pecado y las arañas. Y ya sabe, uno es católico, pero también es hombre, y luego viene una vieja y le para las nalgas, pus tiene uno que cumplir, ¿no? Y como me quedé todavía seis meses después de salir de Laredo, por la frontera, pus me acabé tirando un buen de viejas más, como me pusieron la lana en el banco. Pero ya hablé con el padre y me confesé y todo, pus no creo que haya tanta bronca, ¿no? El pedo es que, ya sabe, me tengo que ir a confesar cada semana por esa madre que me pusieron, que sí funciona. Y sí, la neta sí me enteré que lo acabaron vendiendo, pero estaba como rebajado, ¿no? ‘Tonces, pus ya sabe, a lo mejor no soy el primero, sino su único “hombre perfecto”, me cai.

*****

- Ya era hora que llegaras, hombre- dijo el negro, al tiempo que se levantaba de los monitores de seguridad.

- Perdón, pero se me atravesaron algunas cosas. Tu me entiendes; negocios familiares.

- Sí, sí, hombre lo que digas. Yo ya me tengo que ir, y espero que Rose no me corra de la casa. Si lo hace, me tendré que venir a pasar la noche contigo, hermano.

- Esperemos que no.

Albert Graham tomó su lugar frente a los controles de monitoreo, tratando de olvidar el asqueroso rostro del negro que había dejado el lugar apresuradamente. Durante meses tuvo que fingir, sonreírle, darle la mano y compartir su lugar de trabajo con él, para poder cumplir su divina misión. Ese lugar era la línea de producción de los laboratorios Jones & McKimson. Un enorme complejo donde las substancias eran mezcladas metódicamente por computadoras, para después ser almacenadas en cantidades industriales en enormes contendores. Su puesto controlaba, específicamente, el proceso y posterior resguardo del mayor éxito económico de la empresa en los últimos años: El Adonai #5.

Por diferentes causas, el “Klan” sospechó del trabajo que los laboratorios realizaban en Laredo y comenzaron a investigarlos. Fue cuando descubrieron que el perfume era creado, desarrollado y maquilado en su propia casa.

Dedicaron meses para averiguar lo necesario sobre el producto, y las conjeturas resultaron ciertas; el compuesto “realmente funcionaba”. A través de los siglos, el hombre había demostrado un incesante deseo de retar, de superar a Dios. Pero ahí, en su patria, en su propio estado, también querían ser superiores. ¡Y ahí no lo iban a permitir!

Tantas cosas dejaron pasar, durante tanto tiempo, que quizá creyeron que podrían hacerlo todo. Graham comenzó su tarea, manipulando hábilmente los controles de las computadoras.

Una sustancia que no sólo incitara sino, tarde o temprano, orillara al sexo, era algo que desafiaba toda moral. El “Klan” no podía permitir que sus hijos o hijas cayeran en una vida de disipación y pecado, causada por la “modernidad”.

Si no podían impedir que el hombre se burlara de Dios creando vida a través de la clonación, al menos evitarían a toda costa, que su país cayera en un remolino de perversiones. Todo estaba listo y Albert Graham dejó el lugar lo más rápido posible.

Quince minutos después, un estallido cimbró el suelo del condado texano de Laredo. Las llamas se alzaban tratando de tocar la luna llena. Los escombros fueron expulsados tan alto, que adornaron la noche con luces parpadeantes durante unos momentos. Los vapores lograron subir hasta que lograron pintar las nubes de rosa mexicano.


“¡Flash informativo!
Hace algunas horas se reportó una explosión en la central de los laboratorios Jones & McKimson, productores de diversos productos para la vida cotidiana, ubicada en las afueras de la ciudad de Laredo, Texas. Se nos informa que el estallido ha causado una fuerte fuga en el tanque de algún compuesto químico, aunque desconocemos de cuál se trate. No sabemos tampoco el área de expansión de los gases. Se especula sobre la posibilidad que se dirija hacia el sur y, por lo tanto, cruce la frontera y toque territorio mexicano, aunque esto no es seguro. El ejército y un gran grupo de expertos gubernamentales se están encargando del problema. Se les recomienda mantener la calma. En cuanto tengamos alguna información, se la haremos llegar inmediatamente, así que les recomendamos mantener sintonizada nuestra programación normal. Gracias”


El padre se equivocó. Aún Dios, cuando le estaba dictando a quienquiera que haya sido el hijo de la chingada que escribió la Biblia, se equivocó, me cai.

Para el fin del mundo, el cielo no se pintó de rojo, sino de rosa chillante. Y el mar no se convirtió en sangre, sólo en puro pinche esperma. Ya hace dos semanas que explotó aquello y todo el mundo se la pasa cogiendo. ¡En todos lados! Ya las calles apestan tan salado que me da asco caminar por ahí.

Por eso me voy. Por eso agarré mis cosas y me voy. Por eso y porque no sé cuando acabe esto, o si se va a acabar alguna vez. Nadie ha dicho nada. A lo mejor porque se la pasan ocupados en otras cosas, ¿no? Ya ni la tele se puede ver. Las pocas veces que agarras un canal, sólo están los conductores de algún programa pendejo que se la pasan coge y coge. Por eso me voy. La gota que derramó el vaso me pasó hoy en la mañana, en mi casa.

Y no, la neta no es que no me haya divertido cuando todo esto empezó, pero ya se pasó de tueste. Cuando vi a mi madre, acostada, subiéndose la falda del vestido largo que siempre usa debajo del mandil, viéndome con ojos incitantes y lamiéndose los labios, me decidí. Fui a mi cuarto, agarré mis maletas y las intenté hacer sin distraerme por los gemidos que mi esposa y mi hijo daban por lo que hacían en la cama. Cuando salía del departamento, por poco me caigo al tropezarme con el vecino que se jodía a mi hija en la escalera. Y es que esto va a acabar mal, me cai. Por eso me voy.

Y en la calle todo está peor: Hay una señora empinada que se la está cogiendo un perro, mientras un cabrón se la mete al pobre animal. Una niña se la está chupando a una anciana con un adolescente pegado al culo. Un sacerdote toca una campana y grita que se arrepientan y regresen al camino del señor, con una chamaca tirada en frente, cubierta nada más con un suetercito verde de su secundaria, que le aprieta las nalgas y le levanta la sotana. Es como vivir en Sodoma y Gonorrea, me cai. Y como a esos, Dios nos va a castigar. Algo tiene que pasar. Por eso me voy, porque no quiero estar aquí cuando pase. Y sí, la neta sí sé pa’ donde voy; pa’l sur. Alguna vez oí que en Quintana Roo o en Chiapas, hay un pueblo pequeñito de testigos de Jehová. Sólo espero que hasta allá no lleguen, todavía, Jones & McKimson y su “bienestar para la humanidad”.