sábado, diciembre 19, 2009

SAGAN INTERPRETADO


La ciudad de la aflicción

En el capítulo 11 de El mundo y sus demonios, Carl Sagan explicaba que en la revista Parade se publicaron, a principios de marzo de 1993, sus reflexiones acerca de los ovnis y las “abducciones por extraterrestres”.

Sagan se sentía asombrado ante el enorme interés que había suscitado su texto, mismo que había sido interpretado bastante mal. En palabras del astrónomo: “Me sorprendió la cantidad de cartas que generó, lo apasionado de las respuestas y la agonía que se asociaba con esa extraña experiencia... sea cual sea su verdadera explicación. Los relatos de abducciones por extraterrestres proporcionan una ventana inesperada para ver las vidas de algunos compatriotas nuestros. Unos corresponsales razonaban, otros aseveraban, otros arengaban, otros estaban francamente perplejos, otros profundamente turbados.”

Sobre las malas interpretaciones leemos: “Muchos corresponsales llegaron a la conclusión de que, como yo había trabajado en la posibilidad de vida extraterrestre, debía de ‘creer’ en los ovnis; o, a la inversa, que si me mostraba escéptico ante los ovnis, debía suscribir la creencia absurda de que los humanos son los únicos seres inteligentes del universo.”

Un periodista, en un programa de televisión, aseguró que Sagan creía en las visitas extraterrestres. Otro lector dijo que el científico aseguraba que había una abducción cada pocos segundos, “ignorando el tono irónico y la frase siguiente (‘Es sorprendente que no lo hayan notado más vecinos’)."

Ya hemos visto que Sagan se mostraba sumamente sensible ante la muerte de sus padres, de ahí que en ocasiones le pareciera escucharlos, esta experiencia la describía como “un recuerdo lúcido”. Pues Raymond Moody ha citado lo anterior como una evidencia de la existencia de vida después de la muerte. Al respecto escribió Sagan: “Si mi testimonio es digno de ser citado, creo que está claro que no ha encontrado gran cosa.”

De todo lo anterior concluye el astrónomo: “Hay algo en este tema que no parece propiciar la claridad de pensamiento.”


Sagan ¿el escéptico?

El viernes 16 de enero de 1998 Nino Canún organizó un debate sobre ovnis en su programa “¿Y usted qué opina?”.

En cierto momento Maussán presentó una entrevista a un militar de Estados Unidos, el militar aseguraba haber tenido en sus manos un documento secreto que hablaba de los extraterrestres en conserva. Después uno de los invitados quiso saber la opinión de los escépticos. Luis Ruiz Noguez dijo que él no le haría mucho caso a un militar sino a un científico, lo cual hizo que algunos de los otros panelistas le preguntarán: “¿a quién?”. Luis contestó que a Carl Sagan, entonces se dio el siguiente debate:

-¡Sagan lo dijo! –gritó Maussán.
-Sagan era escéptico. –Replicó el tal Noguez.
-No es cierto. –Dijo el titular de Tercer Milenio.
-No has leído su último libro... Él fundó el CSICOP.
-Yo lo sé... Pero quiero que sepas esto, yo vi, y esto no me puedes negar que lo vi, escuché de Carl Sagan –hace unos días que presentaron su biografía-, el señor hablaba de la posibilidad de que hubiera naves extraterrestres en la Tierra, y fue echado, echado de Harvard por hacerlo...


Después se pusieron a discutir acerca de lo que se investiga en ufología: testimonios, no extraterrestres. Bueno, eso lo decían los escépticos.

-Carl Sagan estaba estudiando minuciosamente las atmósferas de los planetas y de sus lunas -comentó el supuesto divulgador de la ciencia Rodolfo Garrido-, Carl Sagan tenía la idea de encontrar vida en las lunas de Júpiter, así que no era ningún escéptico, mi hermano.
-Estás hablando de un individuo que fue reprimido; -le dice Maussán a Ruiz Noguez- ¡Lo echaron de Harvard!
-¡Nombre! –Comenta Carlos Calderón, otro de los escépticos.
-¡Ah, cómo no! En 1968, ¿por qué me dice que no?

Calderón dijo que no era correcto desinformar sobre Sagan, que eso equivalía a insultarlo. “Quien lo está insultando es usted”, le respondió Maussán y continuó: “Ese mismo individuo que trató de decirnos la posibilidad de que existiera vida extraterrestre en la Tierra -en una entrevista de TV en 1968-, terminó haciendo proyecto SETI; hizo el libro Contact, sugiriéndonos, pero sin pasarse de esa línea que marcan tan estrictamente los científicos. Porque para el científico, si no piensas como ellos, estás mal.”

-Lo que es del Cesar al Cesar, lo que es de la ciencia ficción a la ciencia ficción. –Prosigue Luis el debate con Maussán.- Su libro Contacto es ciencia ficción... Lee sus otros libros.
-¡Los he leído todos!
-¿Leíste El mundo y sus demonios?
-Tenía tres días de haber salido.
-¿Qué dice?
-Dice que el ser humano puede entrar en una nueva era de oscurantismo porque no existe el mismo rigor entre los investigadores de este tipo de fenómenos que como entre los científicos, y por eso, entonces se iban a generar una serie de ideas que podrían ir en contra de los seres humanos del futuro.


Entonces Garrido tomó la palabra y muy seriamente dijo: “Carl Sagan narró en su ciencia ficción lo que la ciencia le censuró, simple y sencillamente así pasó. Carl Sagan tenía la convicción de un contacto, punto.”

Dicho lo anterior, el “divulgador de la ciencia” siguió hablando de Sagan y la sonda Galileo.


Luis respondió: “Eso no quiere decir, de todos modos, que Sagan no fuera un escéptico. También puedes leer sus textos en la revista del CSICOP.”

Carlos Calderón entonces comentó que el proyecto mencionado por Garrido no tenía como objetivo contactar una civilización extraterrestre sino encontrar vida microscópica.


Maussán continuó refiriéndose a la novela Contacto, dijo que Sagan hacía obras de ciencia ficción porque le tenía miedo a la represión de sus colegas científicos.

Bueno, esto fue parte del debate sobre Sagan, por cierto, a ese programa asistió como panelista el “estigmatizado” Giorgio Bongiovanni, quien afirmó haber leído con gusto El mundo y sus demonios.

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