miércoles, marzo 12, 2008

Carlos Mota: un enemigo de las neuronas

Hace algún tiempo, en la Facultad de Ciencias de la UNAM tuve la enorme suerte de tomar cursos de filosofía e historia de la ciencia con el físico José Marquina.

Fueron dos semestres de historia y dos semestres de filosofía.

En el primer curso de historia estudiamos la revolución copernicana, en el segundo estudiamos la vida y obra de Isaac Newton. Algunas personas me han comentado que les parece un exceso estudiar todo un semestre a Newton. Yo, después de haber tomado el curso, puedo decir que en realidad un semestre es muy poco; además, son muchas las cosas que todavía no se saben del genio.

En el primer curso de filosofía estudiamos la obra de Augusto Comte, la filosofía de Ludwig Wittgenstein y algunos textos del Círculo de Viena. En el segundo curso estudiamos a Thomas Kuhn, a Paul Feyerabend, a Imre Lakatos y un poco de Karl Popper; al final Marquina nos habló someramente de la obra de otros filósofos.

Los cursos de Marquina son geniales, es evidente que le encanta enseñar. Asistir a sus clases es una delicia, las recomiendo ampliamente a aquellos que se interesen por la historia y la filosofía de la ciencia.

El primer curso que tomé fue el de la revolución copernicana. El primer día de clases, Marquina dijo algo así como: “Este curso es de historia de la física y no les va a ayudar a ganar dinero, desde el punto de vista económico será inútil. Quienes pensaban lo contrario, pueden dejar el curso en este momento.” Después nos habló del ocio digno. Así, nos dejo claro que si algo bueno nos podría dejar su clase, era una satisfacción intelectual, que seguramente es nada desde el punto de vista de los mercachifles. “Tiempo es dinero” dicen los hombres de negocios, hombres que creen que el dinero es la medida de todas las cosas; bueno, en realidad puede serlo en el mundo de los negocios, pero afortunadamente hay muchos otros mundos...

Por otro lado, para muchas personas la lectura es una pérdida de tiempo. Alguien lee y no falta quien le diga “ya ponte a hacer algo”.

A finales del año pasado estuve leyendo un “ladrillo”: Dunas de Frank Herbert. ¿Cuánto dinero gané? Ni un peso (al contrario, tuve que comprar la novela). Es una obra bastante interesante, en el primer libro de la serie leemos cómo el niño Paul Atreides se convierte en hombre, y luego en un guerrero-mesías. Bueno, decía que económicamente no me benefició, “entonces, ¿para qué la leíste?” me parece escuchar a quienes equivocadamente creen que aun fuera del mundo de los negocios el dinero es lo más importante. Placer, eso fue lo que obtuve al leerla.

En resumen: el dinero no es la medida de todas las cosas.

¿Podrán entender los mercachifles que hay otros asuntos que merecen nuestra atención?
Con estas líneas pretendo responder a un hombre de mentalidad empresarial: Carlos Mota, quien recientemente escribió sobre dos facultades de la UNAM. Su texto se titula ¿Quién quiere estudiar filosofía en la UNAM?

Mota hace preguntas y comentarios que lo muestran como alguien fuera de lugar. Cree que un egresado de la carrera de filosofía debería ser capaz de ¡generar empleos!, o ¡querer convertirse en un hombre (o mujer) de negocios! Le llama la atención que los alumnos de filosofía (bueno, no especifica ni la facultad ni la carrera pero en otras partes de su texto menciona a los alumnos de la fac de filosofía) pongan “cara de no entiendo nada” cuando les habla de liderazgo empresarial. Mota insinúa que los alumnos no tienen el nivel intelectual necesario para entenderlo, pero es el "despistado hombre de negocios" quien parece no tener el nivel intelectual para entender de qué va la filosofía, ¿tendrá idea de los asuntos de los que reflexiona un estudiante de esa carrera? ¿Cómo puede Mota pretender que alguien que se esfuerza en entender el Tractatus Logico-Philosophicus pueda no entender sus charlas sobre “liderazgo empresarial”? Más bien creo que las caras de los alumnos se debían a que se preguntaban "¿de dónde sacaron al mono este?".

Demos un vistazo al siguiente párrafo:

“El problema está en la intención profesional con la que egresan varios jóvenes de esas facultades (filosofía y letras, y ciencias políticas y sociales). Quieren romper el mundo, no construirlo. Uno, que está en el mundo de los negocios, se puede topar con un dentista transformado en publirrelacionsta teniendo éxito, prosperando, aunque no fue en lo que originalmente estudió. Pero no es común hallar un filósofo de la UNAM inserto en el mundo de los negocios. ¿Por qué será?”

¿Debería un egresado de la carrera de filosofía tener la intención profesional de insertarse en el mundo de los negocios? Parece que Mota cree que un egresado de la carrera de filosofía en lugar de dedicarse a problemas de ética, de lógica, de metafísica u ontología debería dedicarse a las relaciones públicas de una empresa. ¿Por qué será que no es común hallar a un filósofo de la UNAM insertó en el mundo de los negocios?, nuevamente ¿sabe Mota a qué se dedican los filósofos?, ¿cree el señor que los filósofos en nada contribuyen a la sociedad a menos que generen empleos?

Regresemos a la Facultad de Ciencias, ¿a qué se dedica Marquina? Uno de sus trabajos consistió en elaborar un modelo que explicara el trabajo de Newton. El modelo desarrollado por Marquina relaciona métodos, teorías y metas. Marquina separó las metas en dos: científicas (filosofía natural y matemáticas) y no científicas (teología), y se preguntó cómo se relacionaban, si existía un medio de regulación entre ellas. ¿Cómo valorar adecuadamente el trabajo de Marquina? ¿Será el dinero la medida?, ¿su capacidad para generar empleos?

Mota recibió varios correos electrónicos en los que se le criticaba (crucificaba, dice él), de ahí que escribiera una respuesta a las críticas: Seducidos en la UNAM y contra los negocios.

Mota afirma que sus críticos no le entendieron (parece que nadie tiene el nivel intelectual para entenderle), que confundieron la gimnasia con la magnesia, y entonces, entre otras cosas, explica lo que entiende por “negocio”. Pero en realidad no va a lo importante (¿finge no entender lo que se le cuestiona o es tonto?). Nada dice sobre algunas de las mayores burradas y pendejadas de su texto:

Que los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales tienen dificultades para entender conceptos, y que hay que modificar los planes de estudio de las carreras que se imparten en ambas facultades. Que en las aulas de la facultad de filosofía se adoctrina alumnos y se les convierte en guerrilleros. Ya que Don Mota se atreve a hacer afirmaciones de ese calibre, al menos debería ser más específico: ¿quiénes adoctrinan a los alumnos?, ¿otros alumnos?, ¿los profesores? Bueno, el señor Mota nada dice de esto en su respuesta. ¿Es o se hace?

Desde ahora Mota ocupa un lugar en la sección “Más burradas y pendejadas” de este blog. Sus pendejadas superan a las de Raúl Padilla.

Estas son algunas respuestas al texto de Mota:

La Caja Resonante de Sandro Cohen

Apología de mí mismo

Marko Blog

El extraño mundo de Penélope

barbarie... you gangstas!

El minutario

ESCRITURALEATORIA

Entre Bimbo y las FARC (La Jornada)

De razones y sinrazones

Trompetista de Falopio

Miedo a generalizar

Carlos Mota o el pecado de estudiar en la UNAM

¿Quién quiere estudiar filosofía en la UNAM?

Por cierto, decidí poner una sección de blogs de estudiantes de filosofía (espero que la lista vaya creciendo); y ya que la mencioné, dejo un par de videos de la Facultad de Ciencias.





9 comentarios:

Xiuh dijo...

yo no quiero estudiar filosofía en la UNAM!... yo escogí biología :)
Yo pensaba escribir algo pero los de filos se lo echaron al plato evidenciando las limitaciones de mota en linguistica y lógica.
Lo peor de su respuesta? el snif snif del final! es la tipica trompetilla del que se queda sin argumentos y al que solo le queda refugiarse en su necedad.

Nostromo dijo...

¡Calma pueblo! Le estamos haciendo el caldo gordo a Carlos Mota. Cómo dijo Plaqueta, el hombre estaba muy triste porque nadie lo tomaba en cuenta y decidió dirigir sus baterías hacia los unamitas que se prenden luego, luego. Ahora Carlos Mota goza de una notoriedad extraordinaria, que nunca hubiera conseguido con sus notas de "liderazgo empresarial". Es decir, para los que ni lo conocíamos ya posicionó su nombre en nuestras mentes. Una gran lección de cómo venderse a sí mismo. Y los unamitas no le fallaron.

Martín Fragoso dijo...

Hola.

labjournal: ¿Quá hacer cuando notamos que la hemos cagado? Podemos retractarnos y pedir disculpas, o podemos no admitir nuestros errores y tratar de salvar la dignidad de algún modo, y a falta de neuronas y argumentos simlemente anotar: snif, snif.

Aunque ¿Mota ya se habrá dado cuenta de que la cagó?

nostromo: No creo que Mota haya escrito su texto porque deseara publicitarse, ¿cuál es el chiste de crearse fama de pendejo?, de ahora en adelante ¿quién tomará en serio a tan idiota "analista"? Eso sí, ahora es tristemente célebre.

Saludos.

TORK dijo...

Pues yo soy (como dice Labjournal) de "los de filos" y también puse mi respuesta. A ver si merezco entrar en el dichoso directorio.

Saludos.

Christian dijo...

Un tío me recomendó hace tiempo: "Estudia algo que te deje dinero"; pero no seguí su consejo. Estudio física y no es para ganar dinero, lo hago simplemente porque me apasiona.

Christian dijo...

Estudio física aunque sé que no me va a dejar dinero, lo hago porque me apasiona.

Tuve la fortuna de tener a un maestro de física y uno de Cálculo que saben transmitir el gusto por la ciencia y las matemáticas, no por el ganar dinero, sino simplemente por disfrutarlas.

Si diferentes charlatanes son nombrados y renombrados en este tipo de blogs,... ¿cómo no lo iba a ser este mentecato enemigo de las neuronas llamado Carlos Mota?

Anónimo dijo...

Finalmente Carlos Mota resulto ser "Una prostituta de los medios" le dio al blanco a una forma de ganar la atencion y notoriedad que comenzaban a faltarle, y repite su estupidez dirigiendo sus armas no contra la UNAM sino contra Elena Poniatowska.

http://tachiblog.com.mx/index.php/blog/show/Carlos-Mota-o-el-pecado-de-estudiar-en-la-UNAM.html

Anónimo dijo...

¿Quién quiere estudiar Filosofía en la UNAM?

Yo.

En verdad me da pena éste tipo de asuntos y mala fama que le han dado a la UNAM los últimos años.

Pero bueno, seguramente Carlos Mota fue de aquellos que hicieron su examen y no se quedaron, clásico resentido que ataca a la UNAM.

Saludos.

Galleta *_* dijo...

Mercanchifles??mmm fuera de lugar en este post..como lo dijo NOSTORMo.."CALMa PUEBLO.."