viernes, abril 24, 2009

El luchador de las multitudes

El sábado 11 de octubre del 2008, dentro de la Feria del libro en el Zócalo, José Luis Zárate me firmó su novelucha libre Xanto. La primera edición es de 1994.

Y es que la ciencia ficción y la historieta mexicana tuvieron un espacio en esta feria.

Zárate es el autor de Hyperia (1999), Permanencia voluntaria (1990), Las razas ocultas (1999), Magia (1994), Quitzä y otros sitios (2002), En el principio fue la sangre (2004) y La ruta del hielo y de la sal (novela por la que en 1998 obtuvo el Premio Internacional de Ciencia Ficción y Fantasía MecyF).



"Una lucha a muerte a tres caídas por el amor de una mujer, mientras las fuerzas del Mal se lanzan por el premio mayor..."

Toda irrealidad es posible, fue lo que el Enmascarado de Plata le enseñó a Zárate; y por ello es que le dedica su novela.

Las más terribles y cruentas criaturas del "más allá" desean terminar con nuestra realidad. ¿Quién podrá hacerles frente? "Los destructores" no saben que tendrán que enfrentarse al Xanto, ignoran que para lograr su objetivo tendrán que sobrevivir a unas cuantas "patadas voladoras" y a una que otra "llave de caballito."

En la contraportada se lee:

Xanto: novelucha libre es un libro en que la cordura y el delirio se dan la mano. José Luis Zárate hace con el Xanto y el mexicanísimo género de las luchas, lo que Miguel de Cervantes Saavedra hizo con su Quijote y la novela de caballerías: sin abandonar los mitos y el folclor de la lucha libre, el autor nos entrega una obra llena de gozosa ironía y crítica social, la cual entretiene mientras asesta duros golpes a la corrupción y muchos males que nos aquejan cotidianamente.

Por cierto, Zárate me comentó que se está preparando una nueva edición de su libro.

sábado, abril 18, 2009

Ciencia ficción en la TV mexicana

Abro mi correo electrónico y me entero, gracias a Miguel Ángel Fernandez, que el Canal 22 le dedicará un espacio a la ciencia ficción en su programa Entre líneas tv.

Se trata de un "Programa de literatura de una hora de duración que se emite los lunes a las 20 hrs. por el canal 22. Conducen Fátima López y Diego Rabasa."

Miguel Ángel se enteró gracias a Andrés Tonini.

Transcribo parte de la nota (casi toda):

México, 18 Abr. (Notimex).- Canal 22 renueva su programa de literatura "Entre líneas tv", con un nuevo formato, en su tercera temporada, que iniciará el 20 de abril, con el tema: Ciencia ficción. La emisión, que se transmitirá los lunes a las 20:00 horas, conducida por Diego Rabasa, Fátima López y Mariana Linares, tendrá entrevistas, análisis e invitados especiales. Participarán en el primer episodio que será retransmitido el martes 21 Edmundo Paz Soldán, José Gordon, Alberto Chimal y José Agustín, quienes abordarán la literatura del apasionante mundo de la ciencia ficción. Se realizará un análisis sobre cómo el desarrollo tecnológico nos ha permitido imaginar mundos con seres de otros planetas, viajes en el tiempo, clones, artefactos cibernéticos, ente otros, son los escenarios clásicos de este género en la literatura y el cine. Además se hará un recorrido por las obras clásicas y emblemáticas de este género que ha alcanzado algunas veces un carácter profético e inspirador. En esta producción televisiva se hace una retrospectiva de las grandes obras literarias y las corrientes más influyentes, así como un análisis de las nuevas propuestas y los temas que impactan tanto en las letras y los lectores.

Mi primera reacción fue la alegría, la ciencia ficción me fascina.

Como Tonini era quien avisaba (en el foro de ciencia ficción mexicana), me fui a su blog para leer lo que había escrito al respecto. De ahí me pasé al blog del programa, transcribo la nota:

Fecha de transmisión: 20 de abril, 20 hrs. (hora del centro) Grandes escritores han confesado que su primer acercamiento a la literatura fue a través del género de la Ciencia Ficción. Y cuando escuchamos este término pensamos en naves espaciales, invasiones alienígenas, robots y clones. Pero, en “Entrelíneas” nos propusimos buscar qué hay más allá de los mitos de la Ciencia Ficción: indagar sobre la condición del hombre y su futuro. Así que, Edmundo Paz Soldán, José Gordon, Alberto Chimal y José Agustín, grandes lectores de este género, nos acompañan. Por otro lado, Silvina Espinosa de los Monteros, convoca en la “Cita textual” a una discusión sobre la Ciencia Ficción Mexicana. Y, también, en nuestra nueva sección de “Casa tomada”, husmeamos en la biblioteca de Julieta Fierro, astrónoma.

Por las notas no me queda claro si se trata de una serie de programas dedicados a la cf o de un solo programa de la nueva temporada (creo que sólo será un programa).

¿Por qué me gusta tanto la ciencia ficción? Porque se trata de una literatura de ideas (supongo que toda la literatura es así), la cf permite pensarnos a nosotros mismos (como individuos y como especie), reflexionar sobre nuestra cultura, plantearnos dudas acerca de nuestras creencias e ideologías, etc. Mediante esta literatura podemos explorar todas esas preguntas filosóficas que nos planteamos.

Cito nuevamente (antes lo hice acá) a Bruce Sterling y a Arthur C. Clarke:

Sterling escribió: “Somos Payasos Sabios que podemos saltar, dar cabriolas, hacer profecías y rascarnos en público. Podemos jugar con las Grandes Ideas porque el extravagante colorido de nuestros orígenes de revista barata nos hacen parecer inofensivos”. Por su parte, Arthur C. Clarke escribió que la ciencia ficción es la “única genuina droga que proporciona expansión a la conciencia”. En otra parte anotó que “Al trazar el mapa de los futuros posibles o imposibles, el escritor de ciencia ficción puede prestar un gran servicio a su comunidad. Estimula en sus lectores la flexibilidad mental”.

Por cierto, Canal 22 ya le había dedicado un espacio a la ciencia ficción. Hace algunos ayeres Rita Abreu realizó varios programas sobre ¡ciencia ficción mexicana!, recuerdo que entrevistó a Gerardo Horacio Porcayo y a Blanca Martínez, entre otros escritores. Productores y realizadores de TV ¡¡¡sigan su ejemplo!!!

Espero que se trate de un buen programa. Decía que mi primera reacción fue la alegría, después vino un poco la frustración: ¡¡quiero -exijo (ingenuo que soy)- más ciencia ficción mexicana en la TV!!

lunes, abril 06, 2009

El metro y la literatura fantástica
(Primera parte)

Jaime Urías (amigo a quien le dediqué Marcos 16:15) y yo teníamos la costumbre de ir a los cine-debates que organizaban distintas facultades que se encuentran en Ciudad Universitaria. Recuerdo especialmente los ciclos “La religión es una maldición”, “Vive las drogas” y “Los niños terribles” de la Facultad de Filosofía y Letras; también el ciclo “La exploración del espacio” de UNIVERSUM, mismo que tuvo como plato fuerte una mesa redonda sobre vida extraterrestre, en la mesa participaron Mario Méndez Acosta, Héctor Chavarría, Rafael Fernández, Martín Bonfil y como moderador Miguel Ángel Herrera.

Dentro del ciclo La religión es una maldición –junio de 2001- pasaron las cintas: El hombre de mimbre (Robin Hardy, 1973), Los demonios (Ken Russell, 1971), Elmer Granty: el fuego y la palabra (Richard Brooks, 1960) y Dogma (Kevin Smith, 1999).


El cine-debate de la FFyL, en ese entonces, imprimía buenos cartelones. Uno de los organizadores comentó que con este ciclo habían tenido problemas con algunos estudiantes que decían sentirse moralmente ofendidos, esos estudiantes habían estado arrancando y rompiendo los cartelones. Al final del cartelón venía la siguiente trivia:

El cristianismo ha tomado partido por todo lo débil, todo lo fracasado: ha hecho un ideal de la contradicción a los instintos de conservación de la vida fuerte; ha corrompido la razón incluso de las naturalezas dotadas de máxima fortaleza espiritual al enseñar a sentir como pecaminosos, como descarriadores, como tentaciones, los valores supremos de la espiritualidad.
a) Sade b) Nietzsche c) Carlos Cuauhtémoc Sánchez


¿Cuál cree el lector que es la respuesta correcta?

Dentro del ciclo Vive las drogas –también en el 2001- pasaron las películas El viaje (Roger Corman, 1967), Historia de un Yonqui (Lech Kowalsky, 1984), Marihuana, monstruo verde (Jos Bohr, 1936) y Miedo y repulsión en las vegas (Terry William, 1998).


En este caso, al final del cartelón aparecía la siguiente cita:

La guerra a las drogas es una guerra a la euforia autoinducida y delata miedo al placer. El sufrimiento, tan común, coge a todos preparados y no suele exigir pedagogos; pero el placer –especialmente si se presume intenso- demanda una protección, que pedagogos oficiales se encargan de impartir por las buenas o por las malas, normalmente por las malas.
ANTONIO ESCOHOTADO. SOBRIA EBRIEDAD.


El señor de las moscas (Peter Brook, 1963) y El joven Törless (Volker Schlöndorff, 1966) se proyectaron durante el ciclo Los niños terribles.

En UNIVERSUM, en el ciclo que (en noviembre de 2001) dedicaron a la exploración espacial, proyectaron Contacto (Robert Zemeckis, 1997), Impacto profundo (Mimi Leder, 1998), Guerra de los mundos (Byron Haskyn, 1953), 2001 Odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) y Cuando los mundos chocan (Rudolph Mate, 1951). Julieta Fierro, Miguel Ángel Herrera y Héctor Chavarría comentaron Contacto. Miguel Ángel dijo que la película enseñaba –entre otras cosas- que las astrónomas se van a la cama con los chicos después de sólo dos horas de plática (¡más fácil ni la tabla del uno!). La mesa redonda mencionada más arriba se realizó el 29 de noviembre.


Pero Jaime y yo, en nuestra vida de vagos (por cierto, su abuelita consideraba que yo era una mala influencia, ¿por qué pensarán eso de mí los familiares de mis amigos?, yo tan bien que me porto...) asistimos a otras proyecciones en el Hotel Virreyes y el Auditorio Nacional, entre otros lugares.

Vimos, por ejemplo, Santo contra las mujeres vampiro (Alfonso Corona Blake, 1962), Nosferatu (F. W. Murnau, 1922), Freaks (Tod Browning, 1932), Metrópolis (Fritz Lang, 1927), Laberinto (Jim Henson, 1986), Dune (David Lynch, 1984), Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick, 1999) y Moebius (Gustavo Morquera, 1996).

Así es como llegamos a las historias del metro.

Moebius es una historia de ciencia ficción que se desarrolla en el metro de Argentina.
Todo un tren, con sus pasajeros, desaparece. Un matemático (experto en topología) investiga y descubre la explicación: las vías han formado una cinta de moebius. Una crítica se encuentra aquí. Esta cinta la vimos en CU, pero no recuerdo en qué facultad.

Hace algunos años la Editorial Selector publicó un libro que reunía historias sucedidas en el metro de la Ciudad de México, sin embargo, ninguna me pareció buena (tan es así que ni recuerdo el título del libro), se trataba de historias más bien aburridas o intrascendentes (recuerdo que una describía una competencia de flatulencias).

El proyecto “De boleto en el metro” se trata de varias antologías que reúnen textos de poetas, ensayistas, cuenteros, caricaturistas y divulgadores de la ciencia. En una de las antologías Armando Vega-Gil (Armiados Güeva Vil) escribió una historia que sucede en el metro, pero nada que valga la pena (coprofilia intrascendente).

Otro libro de Selector es Atrapados en la escuela. Participaron Mónica Lavín, Héctor Anaya, Óscar de la Borbolla, José Agustín, Parménides García Saldaña, Eusebio Ruvalcaba y Paco Ignacio Taibo II, entre otros (textos que cualquier padre conservador quisiera que sus hijos adolescentes leyeran, claro).


Mi segundo beso es una historia escrita por Alejandro Palestino. El protagonista es un adolescente interesado en Sofía, al que –sin embargo- Angie le correspondía, y con ella descubrió muchas cosas:

“Pronto aprendí a escaparme con Angie, a aceptar que los amigos me envidiaran, a platicarle acerca de mis últimos descubrimientos, y a que me guiara por una ciudad inmensamente grande y casi desconocida, llena de túneles, vendedores, gritos, basura, algarabía y prisa. Fue allí, en medio de esta cuidad y bajo tierra, entre las estaciones Etiopía y Eugenia de la línea tres del metro, cuando Angie tomó la iniciativa y me llenó la boca de besos, de esa sensación de calor tibio y húmedo; y yo que me aguardaba para la más aplicada del salón y que me imaginaba que estas cosas se hacen siempre con declaración de por medio; yo que moría por imaginar cómo se bañaba Sofía, ahí estaba, correspondiéndole a Angie, mientras escuchaba que alguien decía que lo que estábamos haciendo era una cochinada.

“Salimos del Metro abrazados. Por mi parte, llevaba en el bolsillo una certeza que me dediqué a acariciar desde entonces, así como se hace con lo recién adquirido: la vida es más sencilla de lo que parece, sin importar que nos guste ser como somos.

“A veces, al recordarlo, pienso que cuando uno es joven uno puede darse el lujo de intentar lo que los grandes; sin embargo, tuve a Angie, su voz cruda, su negativa a que las cosas llegaran a mayores; además, ni ella ni yo teníamos dinero, sólo las palabras y los besos, los abrazos en el transbordo del metro Balderas, todos los túneles de la ciudad a nuestra disposición y la pintura de labios que me limpiaba cuidadosamente antes de llegar a casa.

“’No’, solía decirme Angie al oído a la hora que el mes de abril se me metía en la sangre en algún parque. ‘No’, pienso ahora, Angie no era hombre como decían las malas lenguas, ‘no’, me repito, quién sabe cuántos años después, ahora que me la encontré en un supermercado vestida de otra manera. ‘No’, aunque quién sabe, a lo mejor sí se llamaba Carlos.”

En una anterior entrada escribí sobre El que llegó hasta el metro Pino Suárez, historia de Arturo César Rojas. Ésta merece estar entre las mejores historias de ciencia ficción que se han escrito en nuestro país.

En otra entrada subí una historia de Mario Méndez Acosta: ¡No se duerma en el metro!

Otra historia fantástica que se desarrolla en el metro fue escrita por Héctor Chavarría.

El hombre en las dos puertas es una antología que le rinde tributo a Philip K. Dick, el compilador fue Gerardo Horacio Porcayo. El libro fue publicado en el 2001 por Lectorum, en su colección Marea Alta. Entre quienes participaron están José Luis Zárate, Blanca Martínez, Pepe Rojo, Bernardo Fernández, Ricardo Guzmán Wolffer, Alberto Chimal y Gabriel Benítez.

En la contraportada puede leerse:

En El hombre en las dos puertas, y a veinte años de la muerte de Philip K. Dick, quince escritores mexicanos le brindan un agradecimiento, una retribución, como a él le hubiera gustado: construyendo también otros mundos que no se desintegren a la vuelta de unos cuantos meses o años.

Héctor Chavarría participó con una historia titulada La mañana siguiente. Héctor escribe sobre sí mismo.


Un Héctor maduro se encuentra con un joven Héctor. Parte de la historia se desarrolla en un café de chinos:

Pero él recordaba muy bien aquel sitio, el edificio enorme, con el anuncio de zapatos Canadá que cubría todo un lado... el más grande de su clase en aquella época. Sí en aquellos años él estaba recién llegado a la capital y la avenida de los Insurgentes era como un río de luces para el joven de provincia...

Claro, conocía muy bien el lugar, cruzando por el paisaje del edificio se salía directamente a un café al cual iba muy seguido... Café Oriente, sí, obvio, era un café de chinos, a la usanza antigua. Le gustaba la atención, los biscuits y bueno, en aquella época también era importante que no fuera un sitio caro...

Otra parte de la historia se desarrolla en el metro (sobre todo en la línea 3: Indios verdes-Universidad).