jueves, marzo 09, 2006

MOSCA ALTANERA, MOSCA CREADORA


Hay tres temas; el amor, la muerte y las moscas...
Augusto Monterroso.

De todas las moscas hay una muy famosa. Aquella que al Creador sigue a todas partes.

Vuela a su alrededor y posee tan poca habilidad que al pobre Dios le golpea las orejas, los labios, las bocas... se posa ya en su hombro izquierdo, ya en el derecho. Parece estar siempre muy atenta a todo lo que dice, hace y piensa el Señor.

Muy altiva. Presumida. Afirma (¿mentirosamente?) aconsejar al dueño de nuestro universo.

Obsérvala volar... te mira y parece despreciarte.

¿Quién puede imaginar algo más ridículo? He aquí una mosca que cree ser superior a cualquier ser humano.

Pero ¿a quién preocupa su presencia? ¿Has mirado alguna pintura de la Suprema Majestad en la que aparezca su pequeña compañera?

Cierto es que algunos pintores, algunos creadores, la notaron; pero ninguno la representó. Por ello es que para muchos novedad es saber de su existencia.

Arrogante y engreída. Pero no podrías discutir su importancia...

***

Carece de talento, de virtudes. Gran inteligencia no posee. De habilidad en el vuelo no puede presumir. ¿En dónde, pues, radica su valor?

Trabajando en su obra se encontraba el Altísimo...

El sistema solar comenzó a existir. Tomó forma la Tierra. Nacieron sus habitantes...

Miró su trabajo, aquello que de sus manos había surgido, y se sorprendió. ¡Genio entre los genios!

Comenzó su obra maestra. Aquello de lo que por siempre podría sentirse orgulloso...

Una mujer. Un hombre.

¡¡¿Qué dios había imaginado seres tan maravillosos?!! Criaturas perfectas, sin mancha, virtuosas...

Terminaba ya su obra cuando nuestro fabricante recibió el impacto.

El torpe bicho tuvo a bien estrellarse en el divino ojo.

Así fue como aquella mosca distrajo a nuestro Creador. Y así fue como se evaporó la perfección de sus criaturas, su obra se arruinó. La torpeza, la vanidad y la arrogancia contaminaron el alma humana...

A Dios avergüenza el resultado.

El ser humano al torpe bicho debe su existencia... Pocos hombres lo saben, algunos lo intuyen... y por eso es que poca atención se le ha prestado al horrible insecto.

Desde entonces se hacen compañía. Nada los separa. Dios y mosca juntos siempre están. El por qué nadie lo sabe. Hay quien asegura que la mosca se ha convertido en su mejor amiga. ¿Es cierto que son cómplices, confidentes? ¿O será que lo aconseja, que lo guía? Ya lo dije: la verdad por nadie es conocida.

¡Bendita mosca!

Eres nuestra madre. Eres nuestra diosa. Nuestra creadora...

No hay comentarios.: