martes, noviembre 08, 2005

¿Pseudociencia inocua?


Escucha México es un programa radiofónico que se transmite todos los días en punto de las ocho de la noche por Radio 13; esta emisión es conducida por Andrés Roemer y Jorge Riquelme. Hace unos días recibí una invitación para participar en éste, los responsables del programa deseaban platicar acerca de las pseudociencias y del documental What The Bleep Do We Know?

El día de ayer se llevó a cabo dicho programa y tuve el placer de compartir micrófonos con Mario Méndez Acosta, por quien siento una gran admiración; Martín Bonfil, divulgador de la ciencia que dedica parte de su tiempo a examinar la pseudociencia; y con mi amigo Luis Ruiz Noguez, quien en México es el escéptico con mayor conocimiento sobre el llamado fenómeno ovni.

En "What The Bleep Do We Know?" se recurre a la mecánica cuántica para justificar los fenómenos paranormales, Mario explicó lo erróneo de esta pretensión. Uno de los milagros que aparecen en la cinta, y que supuestamente ha sido confirmado científicamente, es el “efecto Maharishi”. Éste consiste en que si la “meditación trascendental” es practicada por el 1% de la población de cualquier ciudad, se reducirá la inseguridad, es decir, habrá menos asaltos, violaciones y asesinatos. Los seguidores de la MT aseguran que todos los experimentos realizados han confirmado el efecto Maharishi. La verdad es que esto no es así. Quienes estén interesados en profundizar en este tema pueden consultar Fraudes paranormales de James Randi, obra publicada en Editorial Tikal, y Ciencia o Vudú, de Robert L. Park, de Editorial Grijalbo. En la cinta no se mencionan otros milagros que aseguran poder realizar los seguidores del Maharishi: la levitación, la invisibilidad, la invulnerabilidad y la teletransportación. Sobre la invulnerabilidad James Randi afirma que es fácil conseguir el equipo para ponerla a prueba: un bate de baseball.

Durante el programa se reflexionó acerca del peligro que representan las pseudociencias. Comenté que a mi parecer las pseudociencias nunca son inocuas; los pseudocientíficos, entre otras cosas, quieren nuestro dinero y tener poder sobre nosotros. Ante la insistencia del conductor, aclaré que cada persona tiene derecho a creer en lo que quiera, pero también tiene derecho a contar con información científica u objetiva sobre los temas que le interesan. El hecho de que algunas afirmaciones pseudocientíficas parezcan divertidas no debe hacernos perder de vista que también son peligrosas.

Los peligros de la pseudociencia son de varios tipos, veamos un ejemplo: supongamos que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México se involucra en cuestiones como la meditación trascendental, y que entonces llegara a la conclusión de que la mejor forma de enfrentar los problemas que aquejan a nuestra ciudad es enseñando a meditar a la población. ¿Haciendo tal cosa se podría resolver el problema de la inseguridad o el desempleo? No. Al final sólo habremos desperdiciado recursos humanos y económicos, además de tiempo. Así, la pseudociencia nos impedirá resolver nuestros problemas.

Por otro lado, los charlatanes generalmente buscan a las personas más débiles o vulnerables. Está de moda que astrólogos y lectores del Tarot anuncien por televisión sus “líneas psíquicas”, ¿a quiénes van dirigidos estos comerciales? A personas con problemas económicos o de salud, personas que pasan por crisis familiares, etc. Estos personajes serán incapaces de ofrecer una ayuda real, pero sí obtendrán beneficios económicos.

En resumen: creo que las pseudociencias son siempre dañinas en menor o mayor grado. Podrán ocasionalmente parecer divertidas pero si creemos en ellas siempre saldremos perdiendo algo.

1 comentario:

KiD dijo...

Estas pseudociencias para mí implican lo mismo que las religiones... Los "frofetas" son sólo blacamanes que buscan dinero y poder sobre nosotros, y lo más triste de todo es que la mayoría de la gente cree en sus charlatanerías...
Con ello me refiero a todas las religiones...
Saludos desde Chile de un lector que llegó por el azar del "next blog" :P