jueves, noviembre 24, 2005

Los dioses llegan hasta donde los seres humanos lo permitimos


Cuando Toto descorre la cortina pone al descubierto lo que se esconde detrás del Gran Oz: un simple mortal. Intentemos descorrer un poco la cortina. Resulta que –según ciertas personas- los seres humanos para poder vivir nuestra sexualidad debemos andar consultando lo que dicen al respecto los dioses. Que si en la Biblia se dice tal o cual cosa, que si a don YHWH le molesta o no cierta conducta, etc. ¿Pero realmente qué hay detrás de los dioses? Pues antes que nada unos tipos que dicen ser sus representantes, o sea, unos señores que pretenden saber lo que en las alturas se espera de nosotros. ¿Esos importantes señores representan realmente a alguien? La verdad es que no. No hay la menor evidencia de que algún dios le haya revelado su voluntad a hombre alguno. Los dioses no son más que personajes surgidos de la imaginación humana. Los dioses no son más que fantasmas de nuestra mente. Los mandamientos y normas que supuestamente los dioses nos han revelado no son más que órdenes y mandamientos inventados por seres humanos (el truco estuvo en que en lugar de firmarlos con su nombre pusieron la firma de dios); y las personas que escribieron esas normas ¿qué sabían de biología, química, genética, psicología, psiquiatría, neurología o sexualidad?

Por eso es que viene valiendo un pepino lo que los dioses (y sus supuestos representantes) opinen acerca de la forma en que vivimos nuestra sexualidad. Escribo esto por los recientes comentarios del Papa Benedicto XVI acerca de la homosexualidad, pero sobre todo por la genial caricatura –titulada Natzinger y realizada por el Fisgón- que aparece hoy en el periódico La Jornada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es una pagina totalmenten estupida, si seva a publicar algo debe de ser bueno, no estas cosas que solo gente como ustedes lo hacen, son de lo peor que Dios tenga misericordia de ustedes y de nosotrso.