martes, octubre 25, 2005

Pseudociencias y pensamiento crítico

Entrevista a Mario Méndez Acosta.

Algunas ofrecen conocimiento y hasta omnisciencia sin el dolor del estudio, otras ofrecen hacernos trabajos sin necesidad de esforzarnos o gastar energía, algunas más nos seducen con su promesa de darnos a conocer el futuro, mientras que otras prometen devolvernos la salud sin tratamientos inciertos. ¿De quiénes hablamos? De las pseudociencias.

Pero antes de sucumbir ante tan atractivas ofertas debemos detenernos a examinarlas en profundidad, pues como nos recuerda el periodista Mario Méndez Acosta: "No existen los almuerzos gratuitos, es decir, no se puede obtener algo a cambio de nada."

Pero para saber si lo que se nos ofrece es el producto genuino: la ciencia, y no su burda imitación: la pseudociencia, debemos aprender a distinguirlas; así que de la mano del filósofo Mario Bunge podemos afirmar que la ciencia está integrada por una comunidad de investigadores que se comunican entre sí; para la ciencia el universo está gobernado por leyes naturales que no admiten excepciones; busca la verdad y no datos que confirmen dogmas; descansa sobre la lógica; pone al día su información; resuelve las disputas mediante la experimentación; las hipótesis científicas pueden demostrarse falsas; sus métodos son analizables, criticables y justificables; los científicos admiten su ignorancia y la necesidad de hacer más investigaciones; consideran que su campo está lleno de lagunas y solicitan críticas a sus colegas. La pseudociencia está integrada por una comunidad de creyentes, no de investigadores; busca datos que confirmen sus dogmas y suprime o tergiversa los datos desfavorables; no siempre respeta la lógica y los modelos matemáticos son la excepción; descansa sobre la autoridad; sus métodos no son contrastables ni justificables; sus hipótesis no pueden demostrarse falsas; no contiene leyes propiamente dichas; aprende poco de otros campos de conocimiento y contribuye poco o nada a ellos; los pseudocientíficos no admiten lagunas en sus respectivos campos y tampoco admiten la crítica.

Pero, a pesar de lo poco confiables que sean las afirmaciones pseudocientíficas, gozan de gran popularidad, ¿vale la pena combatirlas? Al ser cuestionado al respecto, Sagan aseguraba que demostrar la superficialidad de la superstición, la pseudociencia, el pensamiento New Age y el fundamentalismo religioso, es un servicio a la civilización y, en particular, a las instituciones democráticas.

Como parte de su carrera periodística el ingeniero Mario Méndez Acosta se ha dedicado a estudiar en profundidad a las falsas ciencias y al respecto nos comenta en una entrevista:

"Sí vale la pena combatirlas, sobre todo porque hay muchas personas que pueden ser objeto de explotación o engaño, el objeto de la pseudociencia es obtener recursos de la sociedad a cambio de un producto fraudulento; entonces sí es importante que en la sociedad haya disponible información crítica sobre la pseudociencia en general y sobre cada pseudociencia en particular."

¿Por qué los divulgadores de la ciencia dedican poco tiempo a refutar la pseudociencia?

El problema es que para poderlas criticar es necesario estudiarlas, es decir, entender qué es lo que pretenden, en dónde está la falacia de sus afirmaciones, y esto requiere comprar los libros de los que promueven las pseudociencias, analizar lo que dicen, tener evidencia que demuestre su falsedad, y todo eso implica trabajo, es un trabajo que aparta a los científicos y a los periodistas de las tareas que sí les son redituables, de su trabajo ordinario; por eso no es muy común que médicos sepan de pseudociencia médica y, por lo tanto, la acepten como si fuera una variante caprichosa pero nunca algo negativo, como en efecto lo son. Por otro lado, la crítica a la pseudociencia no es negocio, aun en Estados Unidos se hace con muchos sacrificios y cuesta mucho mantener un movimiento escéptico. La critica a la pseudociencia es la defensa del conocimiento pero no es considerada así por muchos científicos y médicos, quienes piensan que es trivial el asedio de la pseudociencia y una pérdida de tiempo dedicarse a refutarla.

Sin embargo hay grupos escépticos dedicados a hacer ese análisis...

Son personas que no necesariamente son divulgadores de la ciencia ni científicos pero que han entrado en contacto con los mejores textos de la crítica de la pseudociencia, como por ejemplo los libros de Martin Gardner o de James Randi; lamentablemente en México no están muy bien ubicados en el mundo académico sino en la periferia del mismo y no cuentan con el respaldo de instituciones como la Universidad o el Politécnico, que se mantienen neutrales en cuanto a la pseudociencia.




¿Qué tanto recurren los científicos a los grupos escépticos en Estados Unidos?

Muchos de los grandes científicos están en los grupos escépticos, en particular en el Comité para la Investigación de Supuestos Fenómenos Paranormales (CSICOP) o en la Sociedad de Escépticos de California, ahí participan científicos de muy alto nivel, premios Nobel en varias disciplinas, que sí están dispuestos a dar tiempo para la crítica contra la pseudociencia.

El avance de la anticiencia y la pseudociencia fue lo que animó, en 1976, a un grupo de científicos y escritores a formar el que sería el detonante del movimiento escéptico: el CSICOP. El principal objetivo de los grupos escépticos es examinar de manera objetiva y cuidadosa las afirmaciones sobre supuestos fenómenos paranormales o aparentemente inexplicables. Y, por supuesto, ese mismo objetivo lo comparte la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica, grupo fundado y presidido por Mario Méndez Acosta, quien afirma que la investigación escéptica es un trabajo que puede resultar muy atractivo e interesante para todo aquel que tenga mentalidad científica o aprecio por el conocimiento, de igual forma, implica la comprensión profunda de la naturaleza humana: siempre fascinada por lo mágico pero también obsesionada por conocer la verdad.

Pero si la magia no funciona ¿por qué el ser humano recurre a ella de manera tan insistente?

El hombre siempre ha tratado de encontrar explicaciones a los fenómenos de la naturaleza, particularmente a los que lo afectan; al encontrar una explicación mágica al fenómeno de la enfermedad o al rayo, se le daba un arma para influir en la naturaleza para que el mal no fuera tan grave o se conjurara, de ahí viene la idea de que con el rezo o con ciertos rituales se puede curar la enfermedad o se puede conjurar una plaga o una catástrofe natural; como a veces sí sucede que la catástrofe o el mal se aleja, por razones ajenas al ser humano, se atribuye a la manipulación mágica y ésta adquiere carta ya de legitimidad.

¿A qué se refiere Paul Kurtz cuando habla de la Tentación trascendental?

Precisamente a la necesidad de explicar el mal que nos ocurre en el mundo como consecuencia de la voluntad de algo trascendente: los males que nos ocurren son resultado de nuestras transgresiones y de la acción de una deidad que nos castiga. Es una deidad trascendente, no se acepta normalmente que las cosas malas o buenas ocurran nada más "porque sí", siempre se atribuye a la intercesión o la acción de una voluntad ajena al ser humano. Esa es la tentación trascendental, y eso da como resultado que algunos seres humanos hagan una serie de rituales para contentar a esa voluntad trascendental y para evitar los problemas que causa el vivir en un mundo regido por el azar.

La pseudociencia es un gran negocio y eso lo saben quienes tienen el poder de decidir qué es lo que se presenta al público a través de la TV o la radio, ese es el principal obstáculo al que se enfrentan los escépticos organizados. Mario Méndez nos asegura que:

Los medios seguirán dando espacio a la pseudociencia, se puede aspirar a mantener una fuente constante de crítica, un lugar donde el ciudadano común y corriente pueda encontrar información crítica sobre las pseudociencias, esa sí es una meta alcanzable por los escépticos, con medios como Internet se hace más factible, no se podrá convencer a la población de que la homeopatía es una tomadura de pelo pero sí va a tener un lugar donde podrá encontrar información crítica sobre la misma y podrá tomar la decisión que quiera. Un objetivo alcanzable es sembrar la semilla de la duda en la mente de la mayor parte de las personas, que en algún momento escuchen información crítica al respecto, porque eso ocurre, la gente cree en esas cosas porque nadie le ha dicho que no son ciertas. La lucha frontal contra la pseudociencia es más costosa, implica demandas, implica procesos larguísimos, implica inversiones costosísimas, ese sería el siguiente paso, pero se requiere el apoyo de la comunidad científica y de las instituciones de salud pública, porque un grupo de personas contra individuos que se han hecho millonarios proponiendo la pseudociencia, es una lucha que no se puede hacer.

"El escepticismo tiene por función ser peligroso -escribió Carl Sagan-. Es un desafío a las instituciones establecidas. Si enseñamos a todo el mundo, incluyendo por ejemplo a los estudiantes de educación secundaria, unos hábitos de pensamiento escéptico, probablemente no limitarán su escepticismo a los ovnis, los anuncios de aspirinas y los profetas canalizados de 35 000 años. Quizá empezarán a hacer preguntas importantes sobre las instituciones económicas, sociales, políticas o religiosas. Quizá desafiarán las opiniones de los que están en el poder." Mario Méndez se muestra de acuerdo:

Yo creo que se desalienta el pensamiento crítico en las escuelas porque no sólo se aplica en la crítica a la pseudociencia, sino en general contra las falacias discursivas de los políticos, de las verdades a medias, los non sequitur -una conclusión que no se sigue de los postulados- y esto es algo que utilizan mucho los gobiernos ineptos, que tratan de explicar así políticas equivocadas o su fracaso para resolver problemas. Por eso no se enseña el pensamiento crítico y el método científico. El método científico simplemente señala que las cosas ocurren porque hay una serie de eventos que las causan y que la única forma de evitar que estas cosas ocurran, sobre todo si son malas, es evitando sus causas reales. Generalmente el pensamiento crítico ayuda a distinguir las explicaciones reales de las explicaciones falaces. Hay que tratar de entrar en contacto con quienes toman la decisión sobre el material científico que debe ser incluido en los libros de texto.

¿Cuál es la diferencia entre el escepticismo y la incredulidad?

La incredulidad es la tendencia a negar afirmaciones un poco fuera de lo ordinario o que no nos parecen por ir en contra de nuestra ideología; la negación del Holocausto es un ejemplo de incredulidad, otro ejemplo sería la negación de que el hombre haya ido a la Luna. Eso no es escepticismo sino incredulidad falaz, guiada por el deseo de impulsar toda una agenda ideológica totalmente fuera de la realidad. El escepticismo implica suspender la aceptación de afirmaciones extraordinarias hasta que se presenten evidencias contundentes. Por ejemplo, se descubrió que el brócoli y otras plantas de la misma familia (crucíferas) pueden ayudar a combatir el cáncer y que si uno las come probablemente no desarrolle ciertos tipos de cáncer, eso suena muy bien pero ¿qué evidencia hay? Podemos buscar esa evidencia, podemos buscar los análisis de laboratorio, y revisar los experimentos a largo plazo que se han hecho para ver que, en efecto, comer brócoli ayuda a prevenir el cáncer. Otros afirman que consumir nuestra orina nos cura todo tipo de enfermedades, se puede hacer lo mismo: buscar qué evidencia científica hay, si realmente hay una explicación lógica a tal afirmación y, sobre todo, ver si hay evidencia clínica; como no la hay, y como sí hay evidencia de que tal práctica es perjudicial, se puede deducir que no es cierto. Así, el escepticismo nos puede ayudar en la toma de decisiones.

Las pseudomedicinas tienen cada vez más aceptación incluso entre personas con preparación universitaria en medicina. ¿Por qué?

Esencialmente porque no entienden lo que realmente afirman quienes proponen esas terapias. Todas ellas afirman que las enfermedades no son causadas por los gérmenes sino que los gérmenes son la consecuencia de la enfermedad. También señalan que las enfermedades tienen un origen místico: el rompimiento de equilibrios dinámicos o espirituales del cuerpo; no hay evidencia de que existan tales equilibrios dinámicos o fuerzas espirituales. No se conoce lo que realmente afirman y por eso se permite. También hay la actitud cínica del sistema de salud público que considera estas prácticas o alternativas como válvulas de escape. Por eso también se tolera la charlatanería.

Al final de nuestra charla el ingeniero Mario Méndez nos comenta:

No se trata de la censura, todas las afirmaciones, aun esas, tienen derecho a aparecer, pero también tiene derecho a aparecer la crítica a ese tipo de afirmaciones, esa es la que no aparece ni de chiste, la crítica es desalentada y los escépticos no tienen acceso ni a los medios impresos ni a los medios electrónicos, eso es lo que debemos modificar... Es esencialmente en los medios electrónicos donde la campaña contra la irracionalidad debe ser más intensa porque finalmente son los que hacen la opinión pública y los que llegan a la casi totalidad de la población.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"No existen los almuerzos gratuitos, es decir, no se puede obtener algo a cambio de nada."

Aunque es cierta, esta afirmación es difícil de tragar. En una ocasión escribí en mi página un par de artículos explicando que la publicidad de los casinos on-line (en la que se explica un método para ganar fácil, que evidentemente no funciona)es fraudulenta.

He recibido un montón de correos y comentarios en los que se me da la razón, pero al final se me hacen siempre las mismas preguntas ¿Y este otro método? ¿Funciona? ¿Conoces algún truco para ganar?

Supongo que la tentación de obtener ganancias a cambio de nada es muy fuerte, tanto que no todos podemos resistirla.

Martín Fragoso dijo...

Parte de la popularidad de la seudociencia se debe a que todos desearíamos obtener algo a cambio de nada o mucho a cambio de poco, la tentación puede ser enorme, desgraciadamente si no somos críticos y nos creemos todas esas promesas, después tendremos que lamentarnos. Sagan pone un ejemplo práctico en El mundo y sus demonios, uno puede sentirse tentado a pensar: "¡¡Tanto coche por tan poco dinero!!"

Anónimo dijo...

Hola!
Soy David Zamora, estudiante de cine, estoy preparando mi tesis de documental; y para ello
estoy convocando a personas escépticas interesadas en hacer un experimento fílmico en la
Cd. de México, sobre los alcances de la astrología y su impacto social.
Si estás interesado o conoces a alguien que pudiera estarlo, te agradecería que te pusieras en
contacto.
cyclon@terra.com

Anónimo dijo...

Es que el punto es que las pseudociencias no deben ser buen negocio. Hay que encargarse de que no lo sean.

Son estafas, y deben ser castigadas como tales.

Si las pseudociencias fueran castigadas como estafas, quiero ver si alguien les daría difusión.

Unknown dijo...

Mario, te transcribo la misiva que envié al maestro Perello: Maestro Perello:

Tuve la suerte de escucharlo por la mañana en el programa de Martínez Serrano hablando de la agresión hacia un cuadro del pintor Gauguin. ¿Estaba usted enterado que dentro de nuestra Máxima Casa de Estudios ocurrió hace tres años un atentado similar? Una investigadora de el Instituto de Ciencias del Mar destruyó 12 obras fotográficas que se encontraban en una exhibición oficial dentro de los Encuentros de Arte y Ciencia. Esta persona justificó su acto vandálico diciendo que la obra era "pornográfica". Hasta la fecha esta criminal se encuentra gozando de su libertad y de total impunidad pues no ha pagado ni un céntimo del daño patrimonial que provocó a sus autores. Existe una averiguación previa que una de las afectadas inició hace dos años en PGR, la cual da muestra de la nula justicia pronta y expedita que imparte el Estado.
Si está usted interesado en conocer más sobre el caso, quedo a su total disposición para ampliarle la información.
Gracias por su atención.
Atte:
M.A.V. Yadith Río de la Loza Gálvez.