miércoles, marzo 26, 2008

Esta es una lista con algunas de las caricaturas que más me han gustado. Cuando llegaba de la primaria, el canal cinco era mi niñera; me pasaba buena parte de la tarde viendo caricaturas. La lista no incluye todas las series que me gustaban, sólo aquellas que recuerdo más. No era un niño que gustara mucho de las caricaturas de acción (como los Thundercats o Voltron), Mazinger Z es la excepción, me gustaban más aquellas en las que veíamos las aventuras de algún niño, como Remi, Las aventuras de Tom Sawyer, La isla del tesoro o Bell y Sebastian. Pero mi caricatura favorita es Remi (por ello incluyo tanto el inicio como el final), la he visto como tres o cuatro veces, supongo que ya no la vería en TV porque la última vez que la transmitieron (en TV Azteca) tenía otro doblaje, que además era bastante chafa en comparación con el original. Aquí puse la lista con mis series de TV favoritas.


Remi









Mazinger Z






Don Gato y su pandilla






El pájaro loco






Bell y Sebastian






La isla del tesoro





La ballena Josefina






Lala Bell






GiGi






Calabozos y dragones





El hombre araña y sus sorprendentes amigos






Las aventuras de Tom Sawyer





La familia Robinson






Ewoks






Monchhichis






El correcaminos






La hormiga atómica






El inspector ardilla






Muppet Babies






Los pitufos






Los Simpson (introducción en 3D)






Futurama


miércoles, marzo 12, 2008

Carlos Mota: un enemigo de las neuronas

Hace algún tiempo, en la Facultad de Ciencias de la UNAM tuve la enorme suerte de tomar cursos de filosofía e historia de la ciencia con el físico José Marquina.

Fueron dos semestres de historia y dos semestres de filosofía.

En el primer curso de historia estudiamos la revolución copernicana, en el segundo estudiamos la vida y obra de Isaac Newton. Algunas personas me han comentado que les parece un exceso estudiar todo un semestre a Newton. Yo, después de haber tomado el curso, puedo decir que en realidad un semestre es muy poco; además, son muchas las cosas que todavía no se saben del genio.

En el primer curso de filosofía estudiamos la obra de Augusto Comte, la filosofía de Ludwig Wittgenstein y algunos textos del Círculo de Viena. En el segundo curso estudiamos a Thomas Kuhn, a Paul Feyerabend, a Imre Lakatos y un poco de Karl Popper; al final Marquina nos habló someramente de la obra de otros filósofos.

Los cursos de Marquina son geniales, es evidente que le encanta enseñar. Asistir a sus clases es una delicia, las recomiendo ampliamente a aquellos que se interesen por la historia y la filosofía de la ciencia.

El primer curso que tomé fue el de la revolución copernicana. El primer día de clases, Marquina dijo algo así como: “Este curso es de historia de la física y no les va a ayudar a ganar dinero, desde el punto de vista económico será inútil. Quienes pensaban lo contrario, pueden dejar el curso en este momento.” Después nos habló del ocio digno. Así, nos dejo claro que si algo bueno nos podría dejar su clase, era una satisfacción intelectual, que seguramente es nada desde el punto de vista de los mercachifles. “Tiempo es dinero” dicen los hombres de negocios, hombres que creen que el dinero es la medida de todas las cosas; bueno, en realidad puede serlo en el mundo de los negocios, pero afortunadamente hay muchos otros mundos...

Por otro lado, para muchas personas la lectura es una pérdida de tiempo. Alguien lee y no falta quien le diga “ya ponte a hacer algo”.

A finales del año pasado estuve leyendo un “ladrillo”: Dunas de Frank Herbert. ¿Cuánto dinero gané? Ni un peso (al contrario, tuve que comprar la novela). Es una obra bastante interesante, en el primer libro de la serie leemos cómo el niño Paul Atreides se convierte en hombre, y luego en un guerrero-mesías. Bueno, decía que económicamente no me benefició, “entonces, ¿para qué la leíste?” me parece escuchar a quienes equivocadamente creen que aun fuera del mundo de los negocios el dinero es lo más importante. Placer, eso fue lo que obtuve al leerla.

En resumen: el dinero no es la medida de todas las cosas.

¿Podrán entender los mercachifles que hay otros asuntos que merecen nuestra atención?
Con estas líneas pretendo responder a un hombre de mentalidad empresarial: Carlos Mota, quien recientemente escribió sobre dos facultades de la UNAM. Su texto se titula ¿Quién quiere estudiar filosofía en la UNAM?

Mota hace preguntas y comentarios que lo muestran como alguien fuera de lugar. Cree que un egresado de la carrera de filosofía debería ser capaz de ¡generar empleos!, o ¡querer convertirse en un hombre (o mujer) de negocios! Le llama la atención que los alumnos de filosofía (bueno, no especifica ni la facultad ni la carrera pero en otras partes de su texto menciona a los alumnos de la fac de filosofía) pongan “cara de no entiendo nada” cuando les habla de liderazgo empresarial. Mota insinúa que los alumnos no tienen el nivel intelectual necesario para entenderlo, pero es el "despistado hombre de negocios" quien parece no tener el nivel intelectual para entender de qué va la filosofía, ¿tendrá idea de los asuntos de los que reflexiona un estudiante de esa carrera? ¿Cómo puede Mota pretender que alguien que se esfuerza en entender el Tractatus Logico-Philosophicus pueda no entender sus charlas sobre “liderazgo empresarial”? Más bien creo que las caras de los alumnos se debían a que se preguntaban "¿de dónde sacaron al mono este?".

Demos un vistazo al siguiente párrafo:

“El problema está en la intención profesional con la que egresan varios jóvenes de esas facultades (filosofía y letras, y ciencias políticas y sociales). Quieren romper el mundo, no construirlo. Uno, que está en el mundo de los negocios, se puede topar con un dentista transformado en publirrelacionsta teniendo éxito, prosperando, aunque no fue en lo que originalmente estudió. Pero no es común hallar un filósofo de la UNAM inserto en el mundo de los negocios. ¿Por qué será?”

¿Debería un egresado de la carrera de filosofía tener la intención profesional de insertarse en el mundo de los negocios? Parece que Mota cree que un egresado de la carrera de filosofía en lugar de dedicarse a problemas de ética, de lógica, de metafísica u ontología debería dedicarse a las relaciones públicas de una empresa. ¿Por qué será que no es común hallar a un filósofo de la UNAM insertó en el mundo de los negocios?, nuevamente ¿sabe Mota a qué se dedican los filósofos?, ¿cree el señor que los filósofos en nada contribuyen a la sociedad a menos que generen empleos?

Regresemos a la Facultad de Ciencias, ¿a qué se dedica Marquina? Uno de sus trabajos consistió en elaborar un modelo que explicara el trabajo de Newton. El modelo desarrollado por Marquina relaciona métodos, teorías y metas. Marquina separó las metas en dos: científicas (filosofía natural y matemáticas) y no científicas (teología), y se preguntó cómo se relacionaban, si existía un medio de regulación entre ellas. ¿Cómo valorar adecuadamente el trabajo de Marquina? ¿Será el dinero la medida?, ¿su capacidad para generar empleos?

Mota recibió varios correos electrónicos en los que se le criticaba (crucificaba, dice él), de ahí que escribiera una respuesta a las críticas: Seducidos en la UNAM y contra los negocios.

Mota afirma que sus críticos no le entendieron (parece que nadie tiene el nivel intelectual para entenderle), que confundieron la gimnasia con la magnesia, y entonces, entre otras cosas, explica lo que entiende por “negocio”. Pero en realidad no va a lo importante (¿finge no entender lo que se le cuestiona o es tonto?). Nada dice sobre algunas de las mayores burradas y pendejadas de su texto:

Que los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales tienen dificultades para entender conceptos, y que hay que modificar los planes de estudio de las carreras que se imparten en ambas facultades. Que en las aulas de la facultad de filosofía se adoctrina alumnos y se les convierte en guerrilleros. Ya que Don Mota se atreve a hacer afirmaciones de ese calibre, al menos debería ser más específico: ¿quiénes adoctrinan a los alumnos?, ¿otros alumnos?, ¿los profesores? Bueno, el señor Mota nada dice de esto en su respuesta. ¿Es o se hace?

Desde ahora Mota ocupa un lugar en la sección “Más burradas y pendejadas” de este blog. Sus pendejadas superan a las de Raúl Padilla.

Estas son algunas respuestas al texto de Mota:

La Caja Resonante de Sandro Cohen

Apología de mí mismo

Marko Blog

El extraño mundo de Penélope

barbarie... you gangstas!

El minutario

ESCRITURALEATORIA

Entre Bimbo y las FARC (La Jornada)

De razones y sinrazones

Trompetista de Falopio

Miedo a generalizar

Carlos Mota o el pecado de estudiar en la UNAM

¿Quién quiere estudiar filosofía en la UNAM?

Por cierto, decidí poner una sección de blogs de estudiantes de filosofía (espero que la lista vaya creciendo); y ya que la mencioné, dejo un par de videos de la Facultad de Ciencias.