viernes, marzo 31, 2006

Lo Sagrado en la Ciencia Ficción
(Primera parte)


“Ciencia Ficción: Única genuina droga
que proporciona expansión a la conciencia”.
Arthur C. Clarke.

“La ciencia toca dogmas religiosos sólo
en la medida en que la religión es materialista”.
H. G. Wells.


¿Pueden llegar a algún punto de acuerdo creyentes, ateos y agnósticos? Los argumentos a favor de la existencia de Dios no han logrado su objetivo; todos ellos, desde el “argumento de la primera causa” hasta el “principio antrópico”, han sido contestados por agnósticos y ateos. Hoy todavía podemos citar a Bertrand Russell: “La objeción intelectual a la religión consiste en que no hay razón para suponer que hay alguna religión verdadera”.

Emile Durkheim escribió: “Se dice que la ciencia niega por principio la religión. Pero la religión existe; es un sistema de datos; en una palabra, es una realidad. ¿Cómo podría la ciencia negar una realidad?”. Siguiendo esta línea de pensamiento podemos decir que no es posible negar la existencia de un dios: el dios conceptual. Las pruebas de su realidad son múltiples: libros, esculturas, pinturas, edificios, etc. Ése es, tal vez, el punto de acuerdo entre creyentes, ateos y agnósticos.

Y es que decir que Dios existe es hacer una afirmación irrefutable. ¿Qué es Dios? ¿Quién es el Todopoderoso? ¿A qué se refieren los creyentes cuando hablan del Altísimo? Varias cosas son necesarias para verificar o refutar una idea o afirmación de conocimiento. En primer lugar, la idea a contrastar debe ser clara. Y aquí tenemos el primer problema. No hay un solo concepto de dios. Por otro lado, una hipótesis debe hacer predicciones sobre fenómenos aún no observados. Pero ¿cómo hacer predicciones cuando no hemos dejado claro nuestro concepto?

Todo esto lo saben los creyentes. Decía Tomás de Aquino: “Dios está muy por encima de todo lo que el hombre pueda pensar de Dios”. Para los creyentes, la deidad está más allá de todo entendimiento, el Omnipotente es tan complejo que jamás será comprendido por nuestras limitadas mentes. Si yo tuviera a un Dios al cual pudiera comprender, no lo consideraría un Dios. Sólo cuando la religión “dogmatiza sobre la naturaleza de las cosas” pueden refutarse o confirmarse las proposiciones. Pero ni siquiera refutar alguna característica de la deidad puede demostrar su inexistencia. En tal caso se modifica o refina el concepto de Dios. Y, en efecto, el dios-conceptual ha ido cambiando a través de la historia, cada creyente, cada filósofo o científico ha tenido su Dios. En vista de lo anterior, los creyentes pueden estar tranquilos, ni el más fino de los cabellos de Dios puede ser tocado por la ciencia. El Excelso está fuera del alcance de nuestro conocimiento.

De cualquier manera, no dejaremos escapar las oportunidades de atrapar a Dios, capturar al Ser Supremo es algo más que un buen deporte, es una necesidad. ¡Mentira! Ni con el barro ni con la tierra es que los creamos. Jamás usamos la madera o el maíz para traerlos a la vida. Con la misma sustancia que compone nuestras pesadillas es que creamos a los dioses. La duda atenaza nuestra mente. Saber –o intentar saber– por qué, cuándo y de qué materia le dimos vida al Creador. El dios-conceptual no puede evitar ser puesto en la mesa de disección.

Del dios que supuestamente existe (o que podría existir) se ocupan las religiones, mientras que del dios conceptual se ocupan los antropólogos, arqueólogos, psicólogos... y escritores de ciencia ficción. Dios ha muerto. Encontraron su cadáver en 2019, flotando en el espacio cerca de Alfa. El escritor de ciencia ficción como filósofo. El autor de cientificción como teólogo.

En La invasión divina, Philip K. Dick relata lo que ocurre cuando la astronauta Rybys Rommey, quién está muriéndose de esclerosis múltiple, se percata de que está embarazada sin haber conocido varón (la religión tiene un lugar importante en la obra de Dick, algunos aficionados al género señalan que su obra pasó por tres etapas: la política, la metafísica y la mesiánica). Isaac Asimov se ocupó del tema en su relato La última pregunta. Robert Silverberg en Tomás, el predicador. Olaf Stapledon en Hacedor de estrellas. Theodore Sturgeon se ocupa de los asuntos espirituales en Cuerpo Divino.

Cada uno de estos autores ha enfocado el asunto desde distintas ópticas.


Ray Bradbury lo sabe y nos lo dice en El Mesías: en el corazón de muchos jóvenes existe un sueño especial. “No hay niño cristiano que no se pregunte alguna noche: ¿seré Él? ¿No será ésta al fin la Segunda Venida, y yo no seré Él? Dios mío, ¿y si yo fuera Jesús? ¡Qué maravilloso!”.

Éste es el tema del que conversan en Marte algunos sacerdotes, pastores y un rabino. Sin embargo el padre Niven jamás deseó ser Jesucristo, él tenía otro deseo: “Sólo quería, con todo mi corazón, conocerlo. Desde los ocho años siempre pensé en eso. Quizá sea el principal motivo por el que me hice sacerdote”.

Ninguno de los presentes lo sabía, ni en sus más locos sueños lo hubiesen podido imaginar. Esa noche no sería una más... al menos no para el padre Niven.

“Llegó la medianoche y luego la una y las dos, y a las tres de la fría y profunda mañana de Marte el padre Niven se movió en sueños”. Algunos ruidos roban la tranquilidad del padre, quien se levanta y baja a la iglesia a revisar que todo esté en orden... Gotas de agua cayendo lo asustan... algún líquido caía en la pila bautismal.
Niven comienza a sudar. Una forma. Una figura hace que el padre se sienta fascinado y aterrorizado al mismo tiempo. Encuentra una explicación al sonido que instantes atrás lo había inquietado: una de las manos de aquella inesperada visita muestra una herida y la sangre cae a la pila bautismal.

“Como si hubiera recibido un golpe terrible, sofocando un grito, el sacerdote cayó de rodillas, en parte por la desesperación y en parte por la revelación, tapándose los ojos con una mano y rechazando la visión con la otra... Era como si un espantoso dentista le hubiera puesto un narcótico y de un solo tirón le hubiese arrancado, sangrando, el alma del cuerpo. Sentía que le tiraban de la vida y las raíces. Ay Dios, eran... ¡profundas!”.

Aquel visitante no es un desconocido para el padre: “Esos ojos extraños y hermosos y profundos y penetrantes, y la dulzura de la boca y la palidez enmarcada por los rizos sueltos de pelo y de barba eran como tenían que ser. El Hombre iba vestido con la sencillez de ropas que era natural en las costas y en el desierto de Galilea”.

La Segunda Venida sucede al fin. Jesucristo no se ha olvidado del ser humano... y se presenta en el planeta rojo.

-“Ahora que estás aquí, Dios mío querido, después de tantos años, de tantos sueños, no puedo perderte. Es pedirme demasiado, ¿no te das cuenta? ¡Dos mil años, toda una raza esperando tu regreso! Y soy yo el que te encuentra, el que te ve...
-“Sólo encuentras tu propio sueño. Sólo ves tu propia necesidad. Detrás de todo esto –la figura se tocó las ropas y el pecho– soy otra cosa”.

Y el padre Niven va dándose cuenta de la verdad.

El día anterior, los noticiarios lo habían informado: “Según el rumor cerca del pueblo. Éste es el primer marciano del que se informa en nuestra comunidad en lo que va del año. Se recomienda a los ciudadanos respetar a este visitante”.

Cuando la humanidad comienza a colonizar el planeta rojo, los habitantes de Marte simplemente se retiran. Los marcianos poseen poderes telepáticos y habilidades hipnóticas que les permiten andar por los pueblos engañando con máscaras y visiones a los habitantes.

Después de este episodio, la vida del padre Niven se transforma por completo. Y de alguna forma, también la del marciano.

“Divisó la silueta en la playa, a la distancia... Se puso de pie y se llevó la mano a los ojos para protegerse del resplandor del Sol... Por un momento tuvo la sensación... No, eso era imposible. No creía que fuesen a aprovecharse de ella con tanto descaro. Sin embargo, no pudo contenerse y echó a correr hacia él por la parte firme de la arena, junto a la orilla. El hombre estaba igual que en la última foto suya, feliz, lleno de energía, con la barba crecida luego de un día sin afeitarse. Ahogada en sollozos, se echó en sus brazos”.

Cuando niña, Ellie Arroway perdió a su padre. Ahora, adulta, aún lo extraña.

“No pasa un día sin que piense que sería capaz de renunciar a lo que fuere con tal de poder estar de nuevo unos minutos con mi padre. En la conversación cotidiana, puedo hablar de mi padre sin sentir más que... una leve punzada de dolor. Pero si realmente me pongo a evocarlo –digamos a rememorar su sentido del humor, esa pasión suya por la honradez–, se me viene abajo la fachada y me dan ganas de llorar su muerte”.

En lo más profundo de su ser soñaba con verlo y continuar disfrutando de su compañía, de su cariño.

“De niña aún, y hasta de joven, solía soñar que llegaba a él y le anunciaba que su muerte había sido un error, que en realidad estaba vivo. Pero esas fantasías le costaban caro, al despertarse luego en un mundo donde él ya no estaba”.

Nunca hubiera imaginado que gracias a aquel mensaje enviado por unas inteligencias desconocidas, sus sueños podrían cumplirse.

Los astrónomos, empeñados en la búsqueda de inteligencia extraterrestre, reciben la imagen de Hitler inaugurando los Juegos Olímpicos de 1936 junto a un mensaje.

“En opinión de Ellie, el mensaje era una suerte de espejo en el cual cada persona veía confirmadas o desafiadas sus creencias... El fanatismo, el temor, la esperanza, el ardiente debate, la oración callada, la generosidad ejemplar, la intolerancia estrechas de miras y la necesidad profunda de nuevas ideas, todo era como una epidemia que recorría febrilmente la superficie del minúsculo planeta Tierra...”.

En realidad se trataba de las instrucciones para construir una máquina. ¿Para qué serviría aquel artefacto? Las esperanzas y temores de la humanidad no tardaron en aparecer. “Hemos recibido una invitación muy singular. Quizá sea para asistir a un banquete. Nunca se ha invitado a la Tierra a concurrir a un banquete. Rechazar la invitación sería una descortesía”.

A pesar de los temores en el sentido de que aquel aparato pudiese ser peligroso para la humanidad, el proyecto obtuvo luz verde. “Se demoraron años; fue un sueño de la tecnología y una pesadilla para la diplomacia, pero finalmente se logró construir la Máquina”.

Y ahora ahí estaba Ellie, en una playa de un mundo lejano, caminando con su padre.

“La voz era exacta, tal como la recordaba. También el porte, el aroma, la risa, el roce de su barba contra su mejilla. Todo junto contribuyó a hacerle perder el aplomo. Ellie tuvo la sensación de que se descorría una imponente roca y entraban los primeros rayos de luz en una tumba antigua, casi olvidada. Tragó saliva y procuró dominarse, pero la enorme angustia que la conmovía le provocó otro acceso de llanto. Él le dio tiempo para reponerse, dirigiéndole la misma mirada tranquilizadora que recordaba haber visto en su rostro al pie de la escalera aquel día en que por primera vez ella se atrevió a emprender el temible descenso sin ayuda de nadie. Lo que más había añorado era poder volver a verlo, pero siempre reprimió su anhelo dado lo imposible de llevarlo a cabo. En ese momento, en cambio, lloraba por todos los años que los habían separado... lo tenía consigo, y no era un sueño ni una aparición, sino un ser de carne y hueso... o algo semejante. La había llamado desde el cosmos, y ella había acudido a la cita”.

Pero, ¿se trataba de Ted Arroway?

“Lo abrazó con todas sus fuerzas. Sabía que era un truco, una construcción, pero excelente. Por un momento lo tomó de los hombros y lo apartó de sí para mirarlo mejor. Estaba perfecto. Era como si su padre, muerto muchos años atrás, hubiera ido al cielo, y por último –por una vía tan poco ortodoxa– ella lograse volver a reunirse con él. Llorando, lo estrechó de nuevo entre sus brazos. Más de un minuto demoró en calmarse... Enjugó sus lágrimas, riendo y llorando al mismo tiempo”.

Al igual que en la historia de Bradbury, los extraterrestres que imagina Carl Sagan en su novela Contacto, toman la forma que creen más conveniente para comunicarse (a fin de cuentas Ellie “sentía en lo profundo de su ser un rechazo instintivo por los insectos, los topos y las serpientes. Era de esas personas que se estremecen –peor aún, que sienten asco– cuando se ven frente a seres humanos hasta con la más leve malformación”), y logran hacerlo después de indagar en la mente de sus interlocutores. “Lo logran a través de los sueños. Anoche, cuando dormíamos, ustedes se hallaban dentro de nuestra mente, ¿verdad? Y así pudieron extraernos todo lo que conocemos”.


¿Son los dioses de las antiguas mitologías visitantes del espacio? Erich von Däniken y compañía toman esas ideas de los relatos de ficción científica. Se cumple aquello que asegura nuestro amigo Héctor Chavarría: “Nada hay en la ufología que no haya sido presentado antes por la ciencia ficción”. Entrar en contacto con los dioses es una experiencia mística. Y el contacto que narra Sagan es, precisamente, místico.

Ellie Arroway es una agnóstica: “No hay pruebas contundentes de que Dios existe, o no”. De joven, para evitar conflictos con su madre y su padrastro, acepta ingresar a un grupo de estudios bíblicos; al poco tiempo, debido a su mente indagadora y a su poco interés en aceptar respuestas fáciles, lo abandona. Posteriormente, cuando ya es astrónoma, debate con Palmer Joss, un fundamentalista con cierta popularidad. Joss tiene una visión del mundo que Ellie considera equivocada. Quién podría imaginar que su “enemigo” llegaría a ser su aliado.

Pero el interés de Ellie Arroway en la astronomía tiene mucho de sobrenatural. Entendiendo por sobrenatural “el asombro absoluto”. Compara sus sentimientos con los de los creyentes: “Si lo más significativo de la religión es el poder percibir lo sobrenatural, ¿quién te parece más religioso? ¿El partidario de las religiones burocráticas o el que se aboca al estudio de las ciencias?”, le pregunta Ellie a su novio, a lo que éste responde: “Es sábado a la tarde, y hay una pareja desnuda, tendida en la cama, leyendo la Enciclopedia Británica, discutiendo sobre si la galaxia Andrómeda es más ‘sobrenatural’ que la resurrección. ¿Saben ellos cómo pasar un buen momento, o no?”.

Y es que Ellie se da cuenta de que la naturaleza es tan extraordinaria que no es necesario inventar historias fantásticas para lograr el asombro:

“La ciencia y la religión se basan en el asombro, pero pienso que no es necesario inventar historias; no hay por qué exagerar. El mundo real nos proporciona suficientes motivos de admiración y sobrecogimiento. La naturaleza tiene mucha más capacidad para inventar prodigios que nosotros”.

De esta manera le da la razón a Albert Einstein: “Sostengo que el sentimiento religioso cósmico es la motivación más fuerte y noble para la investigación científica”.

La manera en que los extraterrestres se comportan y se expresan de los seres humanos les hace aparecer como dioses. Ellie se entera de los proyectos intergalácticos. Los seres humanos, algún día, podrían llegar a participar en ellos.

“El universo se expande, y no hay en él suficiente materia como para frenar la expansión. Después de un tiempo ya no hay otras galaxias, estrellas, planetas, ni nuevas formas de vida... sólo lo mismo de siempre. Todo va a agotarse y resultará aburrido. Por eso, en Cygnus A estamos poniendo a prueba la tecnología para producir algo novedoso, que podríamos denominar un experimento en remodelación urbana”. Estamos ante los dioses.

“Existía una jerarquía de seres en una escala que ella jamás imaginó. Sin embargo la Tierra tenía su lugar, un puesto clave en dicha jerarquía”. Pero los dioses no son los responsables de todo... “las estaciones de tránsito” son un misterio. Ellie desea preguntar sobre lo que siempre la ha inquietado... ¿tienen mitos?, ¿creen en Dios? ¿Hay algo que cause sobrecogimiento en los creadores de lo sobrenatural? Y el mensaje le es dado: los números irracionales encierran un mensaje.

Ellie escucha lo que se encuentra al avanzar en el cálculo de pi... algo extraño sucede conforme los dígitos son calculados. Cuando se llega a diez a la vigésima potencia, el misterio hace acto de aparición. Los números fortuitos se esfuman, y durante un período increíblemente prolongado se obtiene sólo una larga serie de unos y ceros, después esta secuencia se interrumpe y se vuelve a la secuencia de números al azar... ¿Qué es lo que dice el mensaje de pi?, pregunta Elli, y le responden con un “no lo sabemos”.

El regreso comienza. “Qué teológicas se habían vuelto las circunstancias. Había habitantes del espacio, seres tremendamente poderosos e inteligentes, preocupados por nuestra supervivencia, que observaban nuestro comportamiento. Pese a que reniegan de desempeñar ese papel rector, es obvio que tienen la facultad de decidir sobre la vida y la muerte, la recompensa o el castigo de los insignificantes pobladores de la Tierra. ‘Y esto’, se preguntó, ‘¿en qué se diferencia de la antigua religión?’. En el acto comprendió la respuesta: era cuestión de pruebas. En los videotapes, en los datos recogidos por sus compañeros, habría testimonios fehacientes de que existía la Estación, del sistema de tránsito del agujero negro. Habría cinco relatos independientes, que se corroborarían unos a otros, respaldados por pruebas físicas contundentes. Sería algo concreto, no rumores ni fórmulas mágicas”.

Pero Ellie se adelanta, no sabe lo que ocurrirá. El contacto de aquellos aventureros y el contacto que logran los místicos con lo sagrado será más parecido de lo que imagina. Cuando salen de la Máquina, Ellie pregunta a uno de los involucrados en el proyecto “desde tu perspectiva, ¿qué fue lo que ocurrió?”. “Nada” es la respuesta que por el momento no le parece importante.

La experiencia de los viajeros es puesta en duda y son obligados a callar. Simplemente la Máquina no había funcionado. De igual forma, las experiencias de los místicos son puestas en duda.

¿Cómo saber si los místicos realmente se comunican con la deidad? ¿Cómo saber si Ellie y los otros que subieron a la Máquina realmente contactaron con los extraterrestres?

Philip K. Dick muestra cómo podemos distinguir un contacto real de una simple alucinación. Después de encontrarse con Dios, Amacaballo Fat –su alter ego– “desarrolló un amor por él que no era normal. No consistía en lo que habitualmente se entiende cuando se dice que alguien ama a Dios. En el caso de Fat se trataba sencillamente de hambre. Y lo que es todavía más extraño, nos explicaba que Dios lo había herido y, sin embargo, seguía anhelándolo como un borracho anhela la bebida. Dios, nos dijo, le había disparado un rayo de luz rosa directamente a la cabeza, a los ojos...”.

¿Aquello era real? No podía ser de otra manera. Después de ser tocado por el rayo de luz rosa supo cosas que nunca había sabido antes. “Específicamente supo que su hijo de cinco años padecía de un defecto de nacimiento que no había sido diagnosticado y supo en qué consistía dicho defecto hasta en sus menores detalles anatómicos. De hecho, supo hasta los detalles específicos para informar al doctor”. Así es como Fat logró salvar la vida de su hijo. “Fue una suerte que lo hubieran descubierto a tiempo”, dijo el médico.

Entonces lo importante está en el mensaje. ¿Qué te dijeron los dioses?, ¿qué te revelaron los extraterrestres?, ¿hay información que pueda corroborar tu historia? Ése era el reto que tenía frente a sí Ellie Arroway.

“No somos injustos. Si usted consigue una prueba concreta, convincente, la respaldaremos cuando le dé publicidad. Vamos a decir que le hemos pedido no dar a luz su historia hasta no estar absolutamente seguros... lo mejor es obtener la prueba, si puede”. Palmer Joss se convierte en el aliado de la astrónoma.

“No sé qué te sucedió en esa Máquina, pero a lo mejor te sirvió para cambiar”, le dice su “padrastro”. Y ésta es otra similitud con las experiencias místicas: todos aquellos que las tienen ven transformada su vida.

Al analizar pi, Arroway encuentra lo que siempre había buscado y logra descifrar el mensaje, percatándose de que “el universo había sido creado ex profeso. En la textura del espacio y en la naturaleza de la materia, al igual que en una gran obra de arte, siempre figura, en letras pequeñas, la firma del artista. Por encima del hombre, de los demonios, de los Guardianes y constructores de Túneles, hay una inteligencia que precede al universo”.

Dios está presente a lo largo de la novela de Sagan. Pero es un dios de leyes universales exclusivamente, un dios dedicado a un negocio mayorista, no al por menor; un dios que no adapta sus procesos a la conveniencia de cada individuo.

En Contacto la comunicación con los extraterrestres es una experiencia mística.

martes, marzo 28, 2006

Algo sobre Positivismo Lógico
(Segunda parte)


EL VIRAJE DE LA FILOSOFÍA

¿Hay progreso en filosofía? Cada filósofo comienza desde el principio, estudia, analiza y reflexiona sobre los problemas filosóficos desde una óptica diferente, es decir “cada pensador busca su propio fundamento y no quiere apoyarse en los hombros de sus predecesores”. ¿Cuándo se podrán resolver los problemas filosóficos? Moritz Schlick creía que el tiempo había llegado al fin: “estoy convencido de que nos encontramos en un punto de viraje definitivo de la filosofía, y que estamos objetivamente justificados para considerar como concluido el estéril conflicto entre los sistemas”.

¿Y por qué es hasta ahora que la filosofía podrá dar solución a sus problemas? ¿Por qué los antiguos filósofos no lograron abordar de forma adecuada su materia de estudio? Porque no contaban con los medios adecuados; ahora se cuenta con esos medios y sólo hace falta “aplicarlos resueltamente”. Pero ¿de qué carecieron los antiguos filósofos? ¿Con qué cuenta ahora la filosofía?

Wittgenstein –mediante su “Tractatus Logico-Philosophicus”– había contribuido de forma definitiva en la filosofía al dejar claro que “es cognoscible todo lo que puede ser expresado, y ésta es toda la materia acerca de la cual pueden hacerse preguntas con sentido”.

Esto es, para Schlick, lo que habrá de cambiar el rumbo del quehacer filosófico: “El gran viraje no debe ser atribuido a la lógica misma, sino a algo totalmente distinto que en realidad ella estimuló e hizo posible, pero que actúa en un plano mucho más profundo: el conocimiento de la naturaleza de lo lógico mismo”.

Así, argumenta Schlick, las que se han tomado como interrogantes filosóficas no son más que series de palabras sin sentido; y aunque parecen preguntas, en realidad son “sonidos vacíos, porque quebrantan las profundas reglas internas de la sintaxis lógica descubiertas por el nuevo análisis”.

He aquí el viraje de la filosofía; ésta no desaparece una vez que se disuelven sus problemas. La filosofía se convierte en “un sistema de actos en lugar de un sistema de conocimientos”. ¿Cuál será el trabajo de los filósofos? Descubrir o determinar el sentido de los enunciados. De esta forma “por medio de la filosofía se aclaran las proposiciones, por medio de la ciencia se verifican. A esta última le interesa la verdad de los enunciados, a la primera lo que realmente significan”.

El sentido de los enunciados no se hará mediante otros enunciados, ése fue el error de la metafísica (intentar expresar lo que no puede expresarse). Si en una ciencia se reflexiona sobre sus conceptos y se logra profundizar en su significado, se tratará de una hazaña filosófica. Para Schlick los progresos decisivos de la ciencia se deben a esa labor esclarecedora del sentido de las proposiciones fundamentales.

Schlick también menciona que no se podrá hablar de la probabilidad de la validez de los enunciados, ya que “o bien tenemos ese significado, y entonces sabemos lo que significa el enunciado, o bien no lo poseemos, y en este caso sólo tenemos delante palabras vacías, y aún no verdaderos enunciados. No hay una tercera posibilidad intermedia, y no puede hablarse de la probabilidad de la validez del enunciado”.

Llegó el momento de hablar con claridad y con sentido.


LA SUPERACIÓN DE LA METAFÍSICA MEDIANTE EL ANÁLISIS LÓGICO DEL LENGUAJE

Rudolf Carnap manifiesta que han existido múltiples criticas a la metafísica y que la lógica moderna, mediante el análisis del contenido cognoscitivo de las proposiciones científicas, ofrece nuevas consideraciones para juzgar de manera más adecuada la validez de la metafísica.

Las proposiciones metafísicas carecen de sentido. Tal es la conclusión que se desprende de las investigaciones de la lógica aplicada.

Una proposición puede ser estéril u obviamente falsa, y sin embargo poseer sentido. Carnap ofrece dos ejemplos:

a) ¿Cuál es el peso medio de aquellos habitantes de Viena cuyo número telefónico termina en 3? b) En 1910 Viena tenía seis habitantes.

El primer ejemplo muestra una pregunta estéril, mientras el segundo exhibe una proposición falsa. Ambos tienen sentido; en el primero es posible realizar una investigación y ofrecer una respuesta verdadera; en el segundo, podemos calificar como falsa dicha proposición. Recordemos que un enunciado carece de sentido cuando no puede ser calificado como verdadero o falso.

Carnap explica que una secuencia de palabras carece de sentido cuando no constituye una proposición, y “puede suceder que a primera vista esta secuencia de palabras parezca una proposición; en este caso le llamaremos pseudoproposición. Nuestra tesis es que el análisis lógico ha revelado que las pretendidas proposiciones de la metafísica son en realidad pseudoproposiciones”.

Sobre el lenguaje, Carnap expresa que “un lenguaje consta de un vocabulario y de una sintaxis, es decir, de un conjunto de palabras que poseen significado y de reglas para la formulación de proposiciones”.

De acuerdo con esto, habría dos clases de pseudoproposiciones: las que contienen una palabra a la que se supuso un significado o las que están conformadas con palabras con significado pero que no respetan la sintaxis. La metafísica está constituida por ambos tipos de pseudoproposiciones.

Una palabra tiene significado cuando designa un concepto, y cuando no existe esta significación se trata de un pseudoconcepto. La metafísica está repleta de pseudoconceptos como “la idea”, “la cosa en sí”, “el espíritu absoluto”, etcétera. De igual forma está llena de pseudoproposiciones como “la angustia revela la nada”.

Carnap se pregunta la razón por la que existen los pseudoconceptos. “Es seguro que originalmente cada palabra (exceptuando casos singulares que más tarde mostraremos) poseyó un significado. En el curso de la evolución histórica, una palabra frecuentemente cambia su significado. También sucede a veces que una palabra pierda su antiguo significado sin llegar a adquirir uno nuevo. Así es como surge un pseudoconcepto”.

¿Cuándo se considerará que una palabra posee significado? La forma más simple en que puede presentarse una palabra es la “forma proposicional elemental”. Debe ser posible responder a las siguientes preguntas sobre la proposición elemental P:

1. ¿De qué proposiciones es derivable P y qué proposiciones pueden derivarse de P? 2. ¿Bajo qué condiciones P debe ser verdadera y bajo qué condiciones falsa? 3. ¿Cómo puede ser verificada P? 4. ¿Cuál es el sentido de P?

En resumen, una palabra tiene significado cuando sus “notas empíricas” son conocidas, se han establecido las condiciones de verdad para la proposición elemental en la que aparece dicha palabra y se conoce el método de verificación de la proposición elemental. Carnap muestra que muchos de los vocablos de la metafísica no cumplen con lo anterior. Menciona varios ejemplos: la idea, el absoluto, lo incondicionado, el ego...

Carnap también examina las pseudoproposiciones que contienen palabras con significado preciso, pero reunidas de forma que el conjunto carece de sentido. En ocasiones las pseudoproposiciones no violan las reglas de la sintaxis gramatical, entonces se recurre a la lógica. “Si la sintaxis gramatical tuviera una exacta correspondencia con la sintaxis lógica no podrían formarse pseudoproposiciones... en un lenguaje construido de un modo lógicamente correcto la metafísica no podría expresarse”.

Al examinar ejemplos de pseudoproposiciones metafísicas nos muestra las respuestas que comúnmente dan los metafísicos a las objeciones que se les plantean, sobre lo que dice que “un metafísico llega por sí mismo a la conclusión de que sus interrogantes y sus respuestas son irreconciliables con la lógica y con las formas del pensamiento de la ciencia”.

Carnap argumenta que los cuentos de hadas y las supersticiones son superiores a la metafísica. “Las proposiciones metafísicas no resultan aceptables ni aun consideradas como ‘hipótesis de trabajo’, ya que para una hipótesis es esencial la relación de derivabilidad con proposiciones empíricas (verdaderas o falsas) y esto es justamente lo que falta a las pseudoproposiciones”. En la metafísica ni siquiera se plantean problemas.

¿Puede haber metafísica una vez eliminadas las pseudoproposiciones? Carnap asegura que no. No se trata de que la metafísica contenga algunas pseudoproposiciones sino de que toda la metafísica está integrada por ellas, nada queda de ella una vez que se han eliminado estas pseudoproposiciones. Al darnos cuenta de esta situación podemos superar los pseudoproblemas, en otras palabras, podemos superar la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje.

Carnap escribe: “no puede haber proposiciones metafísicas plenas de sentido. Ello se sigue de la tarea que la metafísica se plantea: el descubrimiento y la formulación de un género de conocimiento que no es accesible a la ciencia empírica. Hemos establecido con anterioridad que el sentido de una proposición descansa en el método de su verificación. Una proposición afirma solamente todo lo que resulta verificable con respecto a ella. Por eso una proposición, cuando dice algo, sólo puede enunciar un hecho empírico. Algo que estuviera más allá de lo experimentable no podría ser dicho, ni pensado, ni planteado... El dictamen por el que se pronuncia el análisis lógico sostiene que todo supuesto conocimiento que pretendiera hallarse por encima o por detrás de la experiencia carece de sentido”. Carnap descalifica cualquier presunto conocimiento obtenido mediante “pensamiento puro” o mediante la “intuición pura” o de cualquier cosa que estuviera más allá de la experiencia.

Pero si todas las proposiciones con sentido pertenecen a la ciencia, ¿qué papel queda para la filosofía? La filosofía será un método: el análisis lógico. La filosofía eliminará los pseudoconceptos y las pseudoproposiciones; esclarecerá los conceptos significativos y las auténticas proposiciones; también servirá para la fundamentación lógica de la ciencia y la matemática.

¿Dónde se hacen proposiciones con sentido? En la ciencia, por ello es que en su momento los positivistas lógicos identificaran en su totalidad a la ciencia con el conocimiento (fuera de la ciencia no hay conocimiento). ¿Dónde no se hacen proposiciones con sentido? En la metafísica. Así pues, los positivistas lógicos se vuelven enemigos de la metafísica. Uno de los pasos necesarios para lograr el fundamento del conocimiento es desaparecer a la metafísica al abordar esta cuestión.

Que los positivistas lógicos son enemigos de la metafísica queda claro en sus escritos. Decían que tan sólo se trataba de sonidos guturales, y consideraban que aunque muriera la metafísica “habrá quien siga trabajando en los antiguos pseudoproblemas”.

Schlick afirma: “Si alguien quiere calificar como positivista a toda opinión que niegue la posibilidad de la metafísica, como una mera definición no tiene nada de objetable y en ese sentido yo me designaría a mí mismo un estricto positivista...”. En su texto “Positivismo y Realismo” Schlick trata de definir lo que puede entenderse como positivismo (en la siguiente entrada comentaré ese artículo).

Algunos consideran que Carnap era el principal enemigo o detractor de la metafísica, sobre todo por su libro “Seudoproblemas en filosofía: otras mentes y la controversia del realismo”. Sin embargo hay una diferencia entre Wittgenstein y el Círculo de Viena: Para el Círculo, la metafísica es inferior a las supersticiones, en cambio Wittgenstein consideraba que la metafísica abordaba los problemas más importantes de la vida.

Es importante volver a recordar que ni Wittgenstein ni los positivistas lógicos afirman que la metafísica sea falsa sino carente de sentido. Schlick señala que “esta última distinción es de la mayor importancia; estoy convencido de que la principal objeción a nuestra perspectiva, nace del hecho de que no se tiene en cuenta la distinción entre falsedad y falta de sentido de una proposición. La proposición ‘las afirmaciones relativas a un metafísico mundo externo no tienen sentido’ no dice ‘no existe un metafísico mundo externo’, sino algo totalmente distinto; el empirista no le dice al metafísico ‘lo que tú afirmas es falso’, sino ‘lo que tú afirmas no dice nada en absoluto’. No lo contradice, sino que le dice ‘No te entiendo’”.

Y es que el mundo de la metafísica está por completo fuera de la experiencia, y los positivistas lógicos consideraban cognoscible todo aquello de lo que nos podemos hacer preguntas con sentido.

Al final de su artículo, Carnap explica el atractivo de la metafísica: “Las pseudoproposiciones de la metafísica no sirven para la descripción de relaciones objetivas, ni existentes, ni inexistentes; ellas sirven para la expresión de una actitud emotiva ante la vida... ciertos hombres tienen necesidad de dar una forma especial a la expresión de su actitud emotiva ante la vida, forma en la que ésta sea perceptible de un modo más concentrado y penetrante. Si tales hombres están capacitados artísticamente, hallarán en la creación de una obra de arte la posibilidad de expresarse”.

Otros –sin talento artístico– hallan en la metafísica la forma de expresar esta actitud. “El metafísico cree moverse en el terreno de lo verdadero y lo falso cuando en realidad no ha afirmado nada, sino solamente expresado algo, como un artista”. La diferencia entre los poetas –que también utilizan el lenguaje– y los metafísicos consiste en que los metafísicos discuten y polemizan con otros metafísicos, tratan de refutarse mutuamente; los poetas saben que su terreno no es el de la teoría y por ello no intentan invalidarse entre ellos. Los metafísicos confunden los campos de la ciencia y el arte.


Bibliografía
Ayer, J. A. “El positivismo lógico”. Siglo XXI.

viernes, marzo 24, 2006

Ufología y ciencia ficción
(Segunda parte)
Por: Gabriel Benítez



4. ALGUNOS ELEMENTOS DE LA CIENCIA FICCIÓN EN EL FENÓMENO OVNILÓGICO


Vestidos

Los monotrajes entallados y metálicos son muy frecuentes en los relatos de ciencia ficción y mucho muy anteriores en su descripción a los de los extraterrestres que nos visitan.

Varias de las portadas de las antiguas revistas pulp de ciencia ficción como Amazing o Astounding los mostraban tanto en humanos como en extraterrestres humanoides.

La moda del mono entallado toma más fuerza desde 1945 hacia adelante. El monotraje en la ciencia ficción tuvo su mayor auge en los 60 o 70’s. Todo mundo conoce el traje de una sola pieza de Flash Gordon de Alex Raymond. Los Hombres Lente de E.E. “Doc” Smith también usan en las portadas de Astounding Science Fiction esta clase de trajes.

Esta moda demostró su poca eficiencia en la nueva serie de Star Trek. Next Generation, ya que la tripulación del Enterprise mostraba cierta tendencia a jalarse cierta parte de los trajes inconscientemente. Los productores de la serie optaron por hacer nuevos uniformes para la tripulación, ahora de dos piezas, mucho más cómodos y confortables, en especial para la hora de ir al baño. Los actuales extraterrestres de los “contactados” aún continúan usando el ineficiente monotraje. ¿Acaso no tendrán necesidades fisiológicas?


Operaciones Quirúrgicas

Lo mismo ocurre con las descripciones de operaciones quirúrgicas realizadas en los secuestrados dentro de las naves. La descripción de estas operaciones nunca se da en el folklore de las hadas, pero sí en el fenómeno de contactismo actual. ¿Que ningún cuento folklórico relató pero siquiera por error algo tan traumático como una operación quirúrgica? Tal vez ahí no, pero sí en los relatos de ciencia ficción.

Robert Silverberg en su cuento corto MOSCAS y en su novela ESPINAS describe una espantosa operación alienígena sobre un astronauta terrestre para modificarlo.

En una de las portada de la revista Astounding Stories se muestra un humano rodeado por extraños hombres con ojos de cristal facetado, en una sala de operaciones y con su cabeza conectada a una máquina extraña, no estoy seguro si como ilustración para el relato OTHER SPACE de Warner Van Lorn o para la discusión científica de Willey Ley VISITORS FROM THE VOID.

Es importante hacer notar esta experiencia de la operación quirúrgica realizada por extraterrestres ya que es uno de esos factores que se definen por nuestra época. La operaciones de este tipo son actualmente muy comunes, mucho más que lo que pudieron haber sido en el siglo pasado, sin embargo paso al costo la pregunta que Manuel Carballal se hace en su libro LA CIENCIA FRENTE AL MISTERIO:

“Aceptando por un momento los casos más documentados de abducción, ¿como un examen extraterrestre a un humano puede dejar cicatrices?,¿cómo podemos siquiera plantearnos que una tecnología capaz del milagro de realizar un viaje a años luz, utilizará jeringuillas hipodérmicas, tijeras o agujas? Ya en nuestros hospitales modernos la tecnología quirúrgica supera con creces las descripciones de los Hill, Walton,Zanffreta o Hikson.”

Dentro de los mitos y los relatos se pueden adivinar varios de los miedos o necesidades de nuestras sociedades ya sean contemporáneas o pasadas. Los sucesos traumáticos a nivel social quedan fijos en el inconsciente y se manifiestan a través de muchos caminos, la literatura y el arte entre ellos. Pongamos como ejemplo a los japoneses. Haciendo un análisis de sus comics y dibujos animados podemos encontrar una compulsión bastante marcada por algo que ellos llaman “el poder”. Éste por lo general se manifiesta en explosiones luminosas tremendas, hecatombes de devastación total. En el manga de ciencia ficción AKIRA de Katsuhiro Otomo y en la famosa DRAGON BALL Z de Akira Toriyama esta manifestación es más que notoria... Y, vaya, siempre recuerda muy vivamente la catástrofe vivida en Hiroshima.

El dolor de las operaciones quirúrgicas es también uno de los nuevos miedos de la sociedad. Agujas enterradas y escalpelos abriendo la carne es una pesadilla que todo paciente tiene a la hora de una operación. Las jeringas hipodérmicas de las vacunas fue uno de los miedos que la gran mayoría pasamos en nuestra infancia. No es extraño que se manifiesten pues en novelas de ciencia ficción y de terror (ahí tenemos HELLRAISER de Clive Barker), y por supuesto, en las abducciones extraterrestres.

Existen muchos más elementos incluidos en la ciencia ficción que se muestran después en los contactos o encuentros. El mismo físico de los extraterrestres era ya común en las historias del género desde mucho antes que Hugo Gernsback acuñara el término.

Los extraterrestres grises o cabezones tienen su antecesor en la ciencia ficción en un pequeño articulo de H.G. Wells escrito en 1893: EL HOMBRE DEL AÑO UN MILLÓN. En este ensayo, Wells argumentaba que los órganos responsables del dominio de la naturaleza por el hombre -la mano y el cerebro- se desarrollarían más, mientras que los que constituían reliquias de su ascendencia animal irían menguando. De esa forma obtenemos la imagen de seres con cabezas enormes (ya ven, el cerebro superdesarrollado), ojos grandes y redondos, orejas y rasgos pequeños, manos largas y delgadas. El problema, por supuesto, estriba en que una cabeza de esa magnitud necesita un cuerpo fuerte y firme que la pueda mantener, una verdadera columna vertebral de acero. Wells elude el problema sugiriendo que la gente del futuro pasaría su tiempo sumergido en tanques de fluidos nutricionales, ocupados en pensar. Esta imagen del hombre del futuro se vuelve rasgo fundamental no sólo en la literatura de ciencia ficción sino en el mismo cine del género.

Ahí tenemos, por ejemplo el relato de Harry Bates ALAS, ALL THINKING! de 1935 donde se refuerza el estereotipo de estas criaturas. Pero no es sino en la pantalla donde estos seres tienen el máximo impacto. Películas como INVASORES DE MARTE, ENCUENTROS CERCANOS DEL TERCER TIPO, MARS ATTACK, popularizan estas versiones.


Los extraterrestres humanoides blancos son buenos, los grises son unos tipos de lo peor

Algunos científicos han argumentado que una raza en extremo belicosa se autodestruiría antes de desarrollar la capacidad de abandonar su planeta natal. Esta suposición fue muy aceptada en un tiempo por los escritores de ciencia ficción. Como un ejemplo de esto tenemos el cuento LA ESTRELLA de Arthur C. Clarke donde una raza alienígena ultradesarrollada muere a manos de la brillantez mortal de una estrella nova. La raza era altamente pacifica y cuestiones como la guerra y la desgracia habían sido ya borradas de su cultura. La misma tendencia pacifista ocurre con la raza descrita en la novela LA RAZA QUE VENDRÁ de Sir Edward Bulwer-Lyyton (1871). Clarke parece sentir cierta predilección por las razas pacificas ultraavanzadas (aunque al final de su novela 3001 ODISEA FINAL, todo parece indicar que una raza pacifica extraterrestre tampoco se la pensaría mucho al momento de exterminar un “experimento fallido”), y en su novela LA CIUDAD Y LAS ESTRELLAS nos encontramos con unos humanos del futuro pacíficos en extremo, viviendo en medio de tecnología avanzadísima que ya no pueden comprender en su totalidad.

A todo esto hay que sumarle que el mundo occidental tiene cierta fijación con que todo lo blanco es “bueno”. El sonrosado y sonriente niño blanco y güerito de ojos azul profundo es la figura ideal para los anuncios de Gerber o pañales, mientras que los apuestos jóvenes rubios siempre eran de buen corazón y acababan casándose con las españolitas Pili & Mili en sus películas.

En la ciencia ficción nos basta con un ejemplo. En la novela de H. G. Wells LA MAQUINA DEL TIEMPO nos encontramos con los Eloi, una humana futura, pacifica a mas no dar... todos ellos similares a angelicales niños rubios y blancos con cabellos de rizado natural. Su extremo pacifismo los hacia presas fáciles de los peligrosos Morlock, su contrapartida de humanos mutados, peludos y monstruosos, habitantes de cavernas y merodeadores de la oscuridad. Nota: Hay que hacer constatar el hecho de que el pelambre de los Morlock es, precisamente, blanco...esperemos que esto no eche por tierra toda mi hipótesis :)

Ese extraño simbolismo tan acentuado en la ciencia ficción se hace patente muchas veces en el fenómeno del contactismo Ovni. Es fácil notar cómo todos los mensajes de paz y amor son entregados sólo por aquellos humanoides iguales a los humanos, como los venusinos de Adamski o los de la Aeteherius Society, los Pleyadianos de Mayer o los extraterrestres con que contactó Siragusa. A ninguno de los contactados con los Grises les he oído decir que estos seres les hablaran de mundos de paz y amor, etc. etc. Es interesante ver como las imágenes arquetípicas toman fuerza tanto en la ciencia ficción como en la fenomenología ovni.

En LA MAQUINA DEL TIEMPO es obvio ver en los Eloi una representación de las razas angelicales, puras e inocentes, viviendo en un paraíso de luz de sol y tranquilidad. Los Morloks, todo lo contrario, representan las huestes infernales y son la viva imagen de los demonios, y su hábitat, cuevas del mismísimo infierno. Son incapaces de ver la luz del sol, como un simbolismo inconsciente de la imposibilidad de los ángeles caídos de ver la luz de Dios. En realidad los Eloi y los Morlocks son lo mismo, provienen de la raza humana, al igual que los demonios antes fueron ángeles también.

En la fenomenología ovni tenemos también este binomio de bien y mal. Los extraterrestres “buenos” son frecuentemente los “blancos” y los que fisiológicamente se parecen más a nosotros. Sus contactos con humanos son frecuentemente dirigidos a prestar ayuda por medio de mensajes, a predecir futuros posibles y a suplicarnos que abandonemos “el mal camino” de la ciencia y volvamos a la espiritualidad. No es difícil encontrar ahí la imagen de un contacto “angélico”. Ellos al igual que los ángeles (que hoy están de moda) caminan entre nosotros sin ser descubiertos, pues bien pueden pasar por un humano. La moderna moda de los ángeles nos indica que ellos también lo hacen.

Nuestros Morlocks del fenómeno ovni serian pues los achaparrados y oscuros grises, seres casi sin rasgos y con tremendos ojos que recuerdan a los de un demonio. Su descripción si no es la de un morlock es, al menos, la contrapartida lógica de los extraterrestres angélicos. De piel oscura y achaparrada, suelen secuestrar a sus víctimas y efectuarles operaciones quirúrgicas dolorosas. Son más bien callados y el interior de sus naves suele ser muy oscuro. Algo así como cuevas tecnificadas.

Sin toda la parafernalia de nuestra tecnología actual, ser secuestrado por los “grises” emula totalmente un viaje al infierno cristiano: pequeños demonios de ojos brillantes en medio de un negro lugar, torturando a sus víctimas.

Para finalizar y reforzar un poco más esta cuestión, sería interesante que recordáramos a los buenos y pacíficos extraterrestres de la película ENCUENTROS CERCANOS DEL TERCER TIPO (1977) de Steven Spielberg. Su físico es extremadamente similar al de un extraterrestre “gris”... pero claro, su color de piel no es otro que el blanco.

martes, marzo 21, 2006

El teólogo pecador
(pequeña introducción a los trabajos teológicos de Isaac Newton)


“No dedicar mi afecto a ti. No vivir de acuerdo con mis creencias. No amarte por ti mismo. No amarte por tu bondad hacia nosotros. No desear tus mandamientos. No anhelarte. No temerte tanto como para no ofenderte. Temer a los hombres por encima de ti.”

Así es como Isaac Newton confesaba no amar correctamente a Dios. Richard S. Westfall explica el origen de esa confesión: “En el verano de 1662, Newton sufrió una especie de crisis religiosa. Al menos, se sintió impelido a examinar el estado de su conciencia el domingo de Pentecostés, a escribir una lista con sus pecados anteriores a esa fecha y a empezar otra para los pecados que cometiera de ahí en adelante. Esta formalidad no duró lo bastante como para llevar la segunda lista demasiado lejos. Para evitar que cayera en manos extrañas, anotó sus pecados en clave...”

¿Qué otros pecados confesaba Newton? “Maldecir, tener malos pensamientos, actos y sueños impuros. Hacer tartas el domingo por la noche, dejar salir el agua a chorros en el día del Señor, bañarme en la tina el día del Señor, conversar ociosamente en el día del Señor y en otras ocasiones, atender sin prestar atención a muchos sermones”. Curioso resulta un joven de 20 años que confiesa –arrepentido- tener “malos pensamientos” y sueños “impuros”, evidentemente lo raro sería que no los tuviera. También reconocía: “Pensar más en el dinero y el placer que en el Señor, no buscar refugio en Él, no vivir de acuerdo con mi fe, no desear sus sacramentos, descuidar la oración...”.

Enrique VIII, como un homenaje a la Santísima Trinidad, fundó en 1546 el Trinity College. Newton, como en la anterior entrada explicamos, ingresa en 1661 (sus concepciones teológicas le traerían un problema –como veremos en otra entrada- que pudo sortear).

En el cuaderno de notas que llevó de 1663 a 1665 empezó a organizar sus conceptos teológicos, su objetivo era mostrar que las leyes de la naturaleza no excluían a Dios.

Como ya también mencionamos en la anterior entrada, para su “enemigo” intelectual, René Descartes, Dios podía abandonar su creación. En cambio, Newton imaginaba un Dios que actuaba constantemente en ésta. Dios intervenía tanto comunicándonos sus deseos como actuando en los fenómenos naturales. De hecho el genio creía que Dios vigilaba constantemente su creación, sin esta convicción no podríamos entender que hubiera escrito una lista con sus faltas. Frank E. Manuel escribe: “La escrupulosidad, el autocastigo, la austeridad, la disciplina y la laboriosidad de una moralidad que, a falta de una palabra más apropiada, podría llamarse puritana, quedaron grabados en su carácter desde edad muy temprana. La figura de un censor había crecido en su interior, y vivió siempre bajo la mirada atenta de ese Juez”.

¿En qué piensa la gente cuando se menciona el nombre de Newton? En un hombre reflexionando en la gravitación universal (descubriéndola, de hecho) después de que observara caer una manzana (o después de que ésta le cayera en la cabeza).

Lo de la manzana que le lleva a la gravitación universal es una leyenda inventada por Isaac Newton para no tener que darle a Robert Hooke el crédito que le exigía, pero esa es otra historia. Lo que es cierto es que en sus reflexiones sobre la gravitación también Dios estaba presente.


Un enigmático Espíritu elástico y eléctrico

Philosophiae Naturalis Principia Mathematica es el libro más importante en la historia de la física. Fue editado por vez primera en 1687. Sobre si utilizó cálculo (teoría de fluxiones) en la elaboración de su obra, José Marquina escribe: “Aunque Newton aseguró en el Account of Commercium Epistolicum (1715) que la primera versión de los Principia estaba escrita en estilo fluxional, que luego transcribió a una representación geométrica, hoy en día se admite que tal versión no existió nunca y que la aseveración de Newton debe ubicarse en la controversia con Leibniz por la paternidad del cálculo”.

Los Principia terminan con un escolio general, veamos lo que escribió en éste:

“Hasta aquí hemos explicado los fenómenos de los cielos y de nuestro mar por la fuerza gravitatoria, pero no hemos asignado aún causa a esa fuerza. Es seguro que debe proceder de una causa que penetra hasta los centros mismos del Sol y los planetas, sin sufrir la más mínima disminución de su fuerza; que no opera de acuerdo con la cantidad de las superficies de las partículas sobre las que actúa (como suele acontecer con las causas mecánicas), sino de acuerdo con la cantidad de materia sólida contenida en ellas, propagándose en todas direcciones y hasta inmensas distancias, y decreciendo siempre como el cuadrado inverso de las distancias”

Para Newton la causa de la gravedad era Dios, ¿por qué no lo expone así? La respuesta está en las siguientes líneas:

“Pero hasta el presente no he logrado descubrir la causa de estas propiedades de gravedad a partir de los fenómenos, y no finjo hipótesis. Pues todo lo no deducido a partir de los fenómenos ha de llamarse una hipótesis, y las hipótesis metafísicas o físicas, ya sean de cualidades ocultas o mecánicas, carecen de lugar en la filosofía experimental. En esta filosofía las proposiciones particulares se infieren a partir de los fenómenos, para luego generalizarse mediante inducción. Así se descubrieron la impenetrabilidad, la movilidad, la fuerza impulsiva de los cuerpos, las leyes del movimiento y de gravitación. Y es bastante que la gravedad exista realmente, y actúe con arreglo a las leyes que hemos expuesto, sirviendo para explicar todos los movimientos de los cuerpos celestes y de nuestro mar”.

Newton no decía abiertamente que la causa de la gravedad era Dios porque deseaba dar una demostración rigurosa (tal era su proyecto), recordemos que –como escribió Maynard Keynes- al hacer teología y alquimia era tan riguroso como cuando hacía filosofía natural. Pero aunque no la dejaba al descubierto, sí insinuaba su convicción, los Principia terminan con las siguientes palabras:

“Podríamos ahora añadir algo sobre cierto espíritu sutilísimo que penetra y yace latente en todos los cuerpos grandes, por cuya fuerza y acción las partículas de los cuerpos se atraen unas a otras cuando se encuentran a escasa distancia y se ligan en caso de estar contiguas; y los cuerpos eléctricos operan a distancias mayores, repeliendo tanto como atrayendo a los corpúsculos vecinos; y la luz es emitida, reflejada, refractada, curvada y calienta los cuerpos; y toda sensación es excitada, y los miembros de los cuerpos animales se mueven a la orden de la voluntad, propagada por las vibraciones de este espíritu siguiendo los filamentos sólidos de los nervios, desde los órganos externos hasta el cerebro y desde el cerebro hasta los músculos. Pero estas cosas no pueden ser explicadas en pocas palabras. Por otra parte, tampoco disponemos de una cantidad suficiente de experimentos para determinar con precisión y demostrar mediante qué leyes opera este espíritu eléctrico y elástico”.

En estas palabras podemos ver claramente que para Newton filosofía natural y teología estaban conectadas, estudiar filosofía natural equivalía a comprender al Creador.

Fuera de la filosofía natural ¿Qué tipo de investigaciones realizó para poder comprender al Creador?


Generalidades

Newton se interesó en la historia de la Iglesia, atacó lo que consideraba supersticiones y falsos milagros, intentó explicar el origen de los falsos dioses, estudió las profecías, creía que las escrituras habían sido modificadas y por ello dedicó parte de su tiempo a separar esa mezcla de verdad y falsedad, también reflexionó acerca de la relación entre Jesucristo y Dios padre.

Veamos un poco más detalladamente algunos de esos trabajos.

En su Theologiae gentiles origines philosophicae expuso sus ideas acerca del origen de los dioses falsos. Años después esta obra sería corregida y aumentada para transformarse en Chronology of Ancient Kingdoms Amended. Newton supone que los pueblos antiguos (griegos, egipcios, asirios, babilonios, medas y persas) mintieron en sus cronologías: “Todas las Naciones, antes de que empezaran a llevar la contabilidad exacta del Tiempo, han sido propensas a promover sus Antigüedades; y esta actitud ha sido fomentada por las Contiendas entre las Naciones, acerca de sus Orígenes”.

Newton concluye que el pueblo hebreo es el más antiguo, que el Antiguo Testamento es la crónica más antigua dejada por cualquier civilización, y que los otros pueblos habían adorado a las mismas doce deidades pero con diferentes nombres; estas deidades eran Noé, sus hijos y nietos. Así fue como los antiguos pueblos corrompieron la verdadera religión. Las falsas religiones consideraban que la Tierra era el centro del universo; la verdadera religión no cometía este error: Newton se ocupó también de hacer estudios sobre el Templo de Salomón (realizó todo un tratado al respecto); en la estructura del templo estaba simbolizada la verdadera estructura del universo: el fuego en el centro iluminado por siete lámparas representaban al sol y los siete planetas.

Otro escrito teológico es An Historical Account of Two Notable Corruptions of Scriptures. El filósofo John Locke, quien conocía las heréticas creencias de Newton, logró convencerlo de publicar esta obra; se publicaría en francés y, dependiendo del resultado, se podría llegar a publicar en inglés. Locke ya había conseguido quien imprimiera el libro, pero Newton se arrepintió a última hora. También con Locke mantuvo correspondencia sobre alquimia, parte de esta correspondencia trataba sobre una receta para multiplicar el oro, dicha receta había sido escrita por Robert Boyle.

Anotó sobre las profecías bíblicas: “Si no pueden comprenderse, ¿por qué las pronunció Dios? ¿Acaso bromeaba?” Se ocupó de ellas en su Observetions upon the Prophecies. Calcula el Día del Juicio Final, aunque no lo pone por escrito algunos consideran que la metodología de Newton apunta hacia el año 2060.

Los trabajos que más llaman mi atención son los que realiza acerca de la relación entre Dios padre y Dios hijo; la forma en que no debe ser amada la deidad y la literal presencia de Dios en toda su obra (eso de que “Dios está en todas partes”). De eso escribiré en una próxima entrada.


Referencias

Westfall Richard. Isaac Newton: Una vida. Cambridge. Madrid. 2000.
Varios Autores. Newton. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. México. 1982.
Varios autores. Philosophiae Naturalis Principia Mathematica: consideraciones en torno a su estructura matemática. Revista Mexicana de Física. No. 6. México. UNAM.1996.
Marquina José. JEOVA SANCTUS UNUS, Teólogo y alquimista. Departamento de Física. Facultad de Ciencias. UNAM.

sábado, marzo 18, 2006

Algo sobre el Positivismo Lógico
(Primera parte)


En algunas entradas anteriores he escrito acerca de Ludwig Wittgenstein (mi filósofo de cabecera), deseo seguir escribiendo sobre él, pero creo que antes -para que se me entienda, sobre todo para que quede claro por qué lo considero un personaje apasionante, fascinante, y atractivo- es necesario escribir sobre su Tractatus Logico-Philosophicus y sobre el llamado Círculo de Viena.

El Círculo de Viena trató de sistematizar el fundamento del conocimiento. Su principal arma fue el análisis lógico del lenguaje; los integrantes del Círculo (al igual que Wittgenstein) concluyeron que los problemas tradicionales de la filosofía no son verdaderos problemas.


EL IMPOSIBLE DESTIERRO DE LA METAFÍSICA

“Positivismo lógico” es como nombró el filósofo Herbert Feigl a la escuela de pensamiento a la que perteneció. Los orígenes del llamado Círculo de Viena se remontan a 1907. En aquel año, el físico Philipp Frank y el matemático Hans Hahn comenzaron a reunirse para discutir sobre filosofía de la ciencia. En 1922 se les unió el físico Moritz Schlick y entonces las reuniones se hicieron de manera más frecuente. El también físico Rudolph Carnap se incorporó al Círculo en 1926. Para 1928 el grupo toma el nombre de Sociedad Ernst Mach. El objetivo de la Sociedad Ernst Mach era propagar la visión científica del mundo.

Este objetivo queda de manifiesto en el escrito que preparan para darle la bienvenida a Schlick (durante un tiempo estuvo en Estados Unidos) en 1929. Dicho artículo lleva por título “La visión científica del mundo: el Círculo de Viena”. En su manifiesto mencionan a Hume, Poincaré, Einstein, Mach, Leibniz, Russell y Marx, entre otros, como sus influencias.

Para ese momento el Círculo de Viena estaba integrado por los matemáticos Gustav Bergmann, Karl Menger, Marcel Natkin, Kurt Gödel, Olga Hahn-Neurath y Hans Hahn; los filósofos Friedrich Waismann, Herbert Feigl y Theodor Radakovic; los físicos Rudolf Carnap, Philipp Frank y Moritz Schlick; el historiador Viktor Kraft; y el sociólogo Otto Neurath. Posteriormente se unieron otros personajes. También aparece en este manifiesto una lista de simpatizantes. Albert Einstein, Bertrand Russell y Ludwig Wittgenstein son considerados los principales representantes de este movimiento intelectual.

Los primeros escritos aparecieron cuando se llamaban Sociedad Ernst Mach, los que posteriormente aparecieron en la revista “Erkenntnis” (Conocimiento), que después pasaría a llamarse “Journal of Unified Science”. La Sociedad Ernst Mach o el Círculo de Viena se desintegró a finales de la década de los 30 del siglo XX sin haber logrado su objetivo: encontrar y sistematizar el fundamento del conocimiento.

¿Por qué no lo lograron? ¿Cuál fue el problema que no pudieron resolver? Debemos comenzar diciendo que el Círculo se mostraba optimista en cuanto a la labor que deseaban realizar.

Era el momento preciso, pues se contaba con las herramientas intelectuales que habían faltado en el pasado. Después de esto la filosofía se transformaría. Estábamos a punto de ser testigos del viraje de la filosofía. Existían ya los medios para lograr fundamentar el conocimiento, y estos medios no habían aparecido de la nada y en un solo momento.

Schlick menciona: “Leibniz vio confusamente su principio. Gottlob Frege y Bertrand Russell abrieron tramos importantes en las últimas décadas, pero el primero en avanzar hasta el punto de viraje decisivo fue Ludwig Wittgenstein...”.

¿Con qué arma contaban los integrantes del Círculo? Con el “Tractatus Logico-Philosophicus”.

Wittgenstein escribe su Tractatus durante su participación, como soldado en el ejército austriaco, en la Primera Guerra Mundial. No fue poca la tarea que realizó: ¡¡resolver todos los problemas de la filosofía!!

“He escrito un libro titulado Logisch-Philosophische Abhandlung, que contiene todo mi trabajo de los últimos seis años. Creo que he solucionado definitivamente nuestros problemas. Puede que esto suene arrogante, pero me resulta imposible no creerlo... Echa por tierra, sin embargo, toda nuestra teoría de la verdad, de las clases, de los números y todo el resto...” Tales eran las palabras que Ludwig Wittgenstein escribía a Bertrand Russell en agosto de 1918. En el prólogo de su obra, escribió: “Soy, pues, de la opinión de haber solucionado definitivamente, en lo esencial, los problemas.”

¿Anunciaba Wittgenstein la muerte de la filosofía?

En el Tractatus leemos: “La mayor parte de las proposiciones e interrogantes que se han escrito sobre cuestiones filosóficas no son falsas sino absurdas. De ahí que no podamos dar respuesta en absoluto a interrogantes de este tipo, sino sólo constatar su condición de absurdos. La mayor parte de los interrogantes y proposiciones de los filósofos estriban en nuestra falta de comprensión de nuestra lógica lingüística. (Son del tipo del interrogante acerca de si lo bueno es más o menos idéntico a lo bello). Y no es de extrañar que los más profundos problemas no sean problema alguno.”

¿Con su análisis del lenguaje mataba Wittgenstein a la filosofía? Más bien la redefinía: “Toda filosofía es critica lingüística”

Leemos en el Tractatus:

“El objetivo de la filosofía es la clarificación lógica de los pensamientos. La filosofía no es una doctrina, sino una actividad. Una obra filosófica consta esencialmente de aclaraciones. El resultado de la filosofía no son ‘proposiciones filosóficas’, sino el que las proposiciones lleguen a clarificarse. La filosofía debe clarificar y delimitar nítidamente los pensamientos, que de otro modo son, turbios y borrosos”.

Delimitar los pensamientos significa poder distinguir entre enunciados con y sin sentido.

¿Qué significa tener sentido? “Tener sentido significa ser verdadera o falsa: el ser efectivamente verdadera o falsa constituye la relación de la proposición con la realidad, que nosotros significamos diciendo que tiene sentido”. Una proposición que no puede ser formulada de manera que en algún momento sea posible decidir si es verdadera o falsa, carece de sentido.

Al comprender nuestra lógica lingüística, Wittgenstein y los miembros del Círculo de Viena llegan a la conclusión de que todos los tradicionales problemas de la filosofía son en realidad pseudoproblemas. Esto lo veremos con mayor detalle más adelante.

Wittgenstein distingue entre lo que puede ser expresado mediante proposiciones con sentido y lo que sólo puede ser mostrado: “El punto fundamental es la teoría de lo que puede ser expresado mediante proposiciones –esto es, mediante el lenguaje– (y, lo que es lo mismo, lo que puede ser pensado) y lo que no puede ser expresado mediante proposiciones, sino sólo mostrado; creo que esto es el problema cardinal de la filosofía”.

Estos conceptos serán expuestos con mayor detalle en otras entradas.

Habíamos dicho que el objetivo de los integrantes del Círculo era dar bases firmes a la manera en que obtenemos conocimiento, pues intentaban desterrar a la metafísica del paisaje. A pesar de todos sus esfuerzos, la metafísica estuvo presente a lo largo del tiempo de vida del Círculo y nunca pudo ser borrada del mapa.

Durante el tiempo que intentaron resolver el problema que les interesaba, los integrantes del Círculo crearon conceptos como proposiciones o enunciados protocolares, proposiciones básicas, enunciados de observación, etc.

Conforme sus análisis avanzaban se presentaban cambios en sus consideraciones... Poco a poco se percatan de que el criterio de verdad es esquivo. Dentro del Círculo existían posiciones encontradas, por ello hay que aclarar que dentro de éste había una posición oficial, aunque cada miembro mantenía su posición personal.

En un cierto momento comenzaron a hablar del placer de verificar y a usar metáforas que ponían en evidencia que la metafísica seguía tan viva y presente como al principio. Sus esfuerzos no se ven recompensados y se percatan de que “la verdad” es tan metafísica como “la nada” o “la cosa en sí”.

Todos estos problemas fueron los que enfrentaron los positivistas lógicos. El objetivo que tenían era el de sistematizar por completo los fundamentos del conocimiento, pero al tratar de poner bases firmes (la lógica y la muerte de la metafísica) olvidaron –creo yo- algo que no es posible atrapar: la creatividad y la imaginación.
“Captar” la naturaleza es llegar a “ver” de forma “correcta” un fenómeno. ¿De qué manera un investigador encuentra la respuesta que busca? ¿Qué sucede en su mente mientras piensa en la posible solución? En ninguna de estas cuestiones es posible afirmar que intervenga la lógica.

Una imagen, una plática, un sueño o una palabra pueden despertar la creatividad y hacer que se llegue a una proposición acerca de la naturaleza. La razón no está en ese proceso, la razón vendrá después...

Una vez que el Círculo se disolvió, uno de sus miembros, Alfred J. Ayer escribió:

“La filosofía progresa, a su manera, y pocas de las tesis principales del Círculo de Viena sobreviven intactas. Metafísica ya no es un término de oprobio y se ha reconocido que al menos algunos metafísicos llegaron a sus increíbles conclusiones tratando de resolver problemas conceptuales muy difíciles”.

Después de esta “derrota”, Ayer apuntó:

“Finalmente, pienso que puede decirse que el espíritu del positivismo vienés sobrevive: en el reacomodo de la filosofía con la ciencia, en sus técnicas lógicas, en su insistencia en la claridad, en su rechazo de lo que yo puedo describir mejor como una excrecencia repulsiva de la filosofía, le dio una nueva dirección a la materia que no parece posible que se pierda”.

Para finalizar esta entrada mencionaré que Wittgenstein y los positivistas lógicos consideraban que sólo tienen sentido las proposiciones de las ciencias naturales.


REFERENCIAS

Ayer, J. A. “El positivismo lógico”. Siglo XXI.
Wittgenstein, Ludwig. “Tractatus Logico-Philosophicus”. Alianza Editorial. Madrid. 1994.

lunes, marzo 13, 2006

¿Quién puede dudarlo? Los seres humanos hemos logrado contactar con inteligencias extraterrestres... Bueno, al menos en el mundo de la ciencia ficción.
¿Cómo podría darse ese contacto?, ¿qué consecuencias tendría?, ¿qué aspecto podrían tener los extraterrestres?... De esto se han ocupado los escritores de ciencia ficción. Pero fuera del mundo de la literatura, el cine o el arte fantástico, existen personas que aseguran que el contacto realmente se ha dado, que ellos están aquí, que secuestran personas, que pueden caminar entre nosotros sin que nos percatemos de su presencia... ¿Son originales estas ideas? Algunos se preguntan si hay algo en la ufología que no se parezca a lo que han presentado los escritores de ciencia ficción, otros aseguran que la ufología nació con Ray Palmer y Richard Shaver (¿quiénes son esos?).
Pero ¿Qué opinan los escritores mexicanos de ciencia ficción sobre el llamado fenómeno ovni? José Luis Zárate, Alberto Chimal y Gabriel Benítez han escrito al respecto.
En esta entrada publicamos la opinión de Gabriel, a quien agradecemos por permitirnos reproducir su artículo.
Gabriel participaba en la elaboración del fanzine Laberinto; en el año 2002 participó con el cuento “El Señor del Dharma” en la antología (publicada en la colección Marea Alta de la editorial Lectorum) El hombre entre las dos puertas. Un tributo de la ciencia ficción mexicana a Philip K. Dick. Es el responsable de la página Realidad Cero, sitio en el que apareció el siguiente trabajo.



Ufología y Ciencia Ficción
(Primera parte)
Por: Gabriel Benítez



Bienvenidos a Venus. Permítanme describirles este planeta: Tiene casi la misma masa, el mismo tamaño y la misma densidad que la Tierra. Desde que Galileo contempló a Venus por primera vez por el telescopio en 1609, Venus ha sido uno de los planetas más atractivos, blancos y reluciente desde nuestro satélite, la Luna. Es blanco porque está cubierto por densas nubes. En 1920 haciendo uso de análisis espectrográficos los científicos supusieron que Venus debía ser un planeta cubierto por un basto océano de agua carbónica. Gracias a estas suposiciones vimos como un Lucky Star, Ranger del espacio enfrentaba una peligrosa aventura con una especie de ranas telepáticas en la novela de Isaac Asimov, LOS OCEANOS DE VENUS de 1954. Mucho antes que este ranger del espacio, los gigantescos mares de Venus habían sido surcados ya por Carson Napier en la serie de novelas que sobre este planeta había escrito Edgar Rice Burroughs en 1934.
Norwesth Smith, otro héroe del espacio creado por Catherine L. Moore, también las había pasado negras ya en el mismo planeta enfrentándose a bestias arrancadas de planos de pesadillas en los relatos SED NEGRA, JULHI y LA NINFA DE LA OSCURIDAD en 1934 y 1935.

Pues bien, la hubieran pasado peor de saber cómo era Venus en realidad. El infierno de Dante es un hotel de veraneo en comparación del verdadero Venus.

La temperatura standard es de unos 480 grados centígrados. La presión atmosférica es de 90 A, el equivalente al peso del agua sobre nuestros hombros a una profundidad de un kilómetro, la velocidad de los vientos es de unos 360 kilómetros por hora. Las blancas nubes son ácido sulfúrico.

Como podemos suponer Lucky Star no hubiera podido encontrar nada vivo sobre la superficie de tan desagradable planeta, mucho menos una rana telepática, mientras que cualquier criatura de geometrías de pesadilla que viviera sobre ese infierno pagaría gustosa a Norwesth Smith para que la sacara de tremendo horno. Dudo seriamente que Carson Napier hubiera tenido tiempo de mandar cualquier clase de mensaje telepático a la tierra.

¿Que clases de seres podrían vivir entonces sobre la superficie de tal lugar? No yo de seguro. Pero a la mejor altos, blancos, rubios y atractivos humanoides sí hubieran podido hacer de tan lindo paraje su dulce hogar.


1. EN VENUS LA VIDA ES MAS SABROSA


Nos encontramos Decert Center (California). El año es 1952 y el autotitulado profesor de enseñanzas orientales, George Adamski tiene un insólito encuentro con seres venidos del planeta Venus. Los Venusinos son altos, casi de dos metros, delgados, blancos como la nieve y con cabello rubio tirando a blanco también. Hablan con él y permiten que fotografíe sus naves. Estas fotografías se convierten en clásicas de la ufología. Adamski no se detiene ahí, da los datos (muy vagos, por cierto) del interior de una nave nodriza.

Howard Menger es otro de los contactados que afirma tener encuentros con los mismos venusinos que Adamski. Las fotos de ambos muestran el mismo tipo de nave, una especie de plato parabólico con una pequeña torreta en la parte superior, mostrando ventanas redondas a su alrededor y una especie de semiesferas en la parte inferior de la nave. En Inglaterra se toman algunas borrosas fotografías de una nave o naves muy similares.

En 1953, con las bases del contactismo ya asentadas, George Adamski publicaría sus experiencias con los Venusinos. El libro publicado se titula LOS PLATILLOS VOLANTES HAN ATERRIZADO y está escrito en colaboración con Desmond Leslie. En él se presentan “pruebas” (no podía ser para menos) de que los platillos voladores han visitado la Tierra desde tiempos antiquísimos y da la fecha del 18.617.841 antes de Cristo. Adamski habla en la segunda parte de su encuentro con el hombre de Venus y la revelación de que todos los planetas del sistema solar están habitados por hombres y que actualmente se sienten preocupados por nuestros experimentos nucleares.

Para no quedarnos atrás mencionaremos también a George King, británico y fundador de la Aetherius Society que en 1955, sólo un año después, recibiría “transmisiones cósmicas” de los venusinos, ofreciéndonos así tan “importantes” documentos místicos como Mi contacto con la Gran Fraternidad Blanca, Sabiduría de otros planetas y ¡Tu eres responsable! En el ultimo nos enteramos de que Jesucristo está vivo y habita en Venus y que la próxima venida esta cerca. Sólo que...pequeño y molesto problema:

- 1956 -

Gracias a las señales recibidas por radiotelescopio se descubre la verdadera temperatura de Venus, poco más tarde se deduce y se confirma su verdadera composición. Ese planeta no era ni por error un buen planeta para sostener vida de ninguna clase, mucho menos la de humanoides altos, rubios y guapos.

De 1956 en adelante los contactos con venusinos y el diseño de sus naves comienzan a caer en el olvido.

Actualmente la Aetherius Society (convertida ya en religión) es la única que sigue afirmando con férrea convicción sus contactos con seres venidos de ese planeta y no de más modernas regiones como las pléyades o el sistema estelar Sirio.

Pero ¿como es posible que esos humanoides puedan sobrevivir en el infierno de Venus? se preguntaran entonces ustedes. ¡Ah¡, pues fácil: es que viven en una frecuencia vibratoria mucho más elevada... ¡Háganme ustedes el favor!


2. LA INFLUENCIA DE LOS NUEVOS DESCUBRIMIENTOS

Es interesante ver como varios de los elementos que definen al actual movimiento ufológico de hipótesis pro-extraterrestre, van deslindándose de los descubrimientos de la ciencia y, como veremos más tarde, de las suposiciones o parámetros expuestos en la literatura de ciencia ficción. Vayamos por partes.

Uno de estos fenómenos comunes en la ufología es el fenómeno del contactado y la canalización de mensajes telepáticos. El fenómeno no es nuevo. Los antiguos profetas de todas las religiones son una especie de estos contactados. Así lo fue Mahoma, Moisés y el propio Jesucristo, según las escrituras. Ahora, aunque hay un auge de contactos con seres angélicos, la norma estriba en los contactos con extraterrestres.

Para evitarnos el problema del idioma se baraja la nunca sobresobada excusa de la telepatía, fenómeno aún no comprobado científicamente y que facilita enormemente el entendimiento entre dos razas aún más diferentes que un sistema Windows y otro Macintosh. Pero no hablaremos ahora de la telepatía, sino del origen de estos contactos.

Ya mencionamos anteriormente como los venusinos se pusieron de moda después de las hipótesis establecidas sobre el planeta Venus en 1920, y su virtual extinción después de los descubrimientos radiotelescópicos del 56. Sin embargo no son ellos el único caso. Los marcianos fueron alguna vez los amos del contacto...

En 1877 un astrónomo italiano Giovanni Shiapirelli, afirma la existencia de “canales” en Marte, una red de líneas rectas, sencillas y dobles que implicaba en su transposición al ingles la intervención de una inteligencia ingenieríl. En 1982 el ingles Percival Lowell continua con la investigación de esos canales. Actualmente hay muchos puntos en contra de la existencia de estos canales, ya que la misión del Mariner 9 descubrió que aunque hay rayas y líneas variables por el tiempo no hay ninguna especie de canal marciano.

Entre esos años también, se especuló sobre la posibilidad de que Marte hubiese sostenido vida similar a la de la Tierra en alguna época de su pasado, asunto que aún continua en la mesa de discusión.

Extrañamente también es en esa época y hasta 1950 aproximadamente (fecha de inminente aparición y moda de los venusinos) que múltiples “contactados” dicen recibir mensajes provenientes del planeta Marte: En 1880 Heanry A. Gastón hace público su libro EL PLANETA MARTE REVELADO. Siete días en los mundos espirituales. En 1893 el señor y la señora Smead procesan psíquicamente COMUNICACIONES CON SERES DEL PLANETA MARTE. El lenguaje y alfabetos marcianos. En 1903 Sara Weiss edita en Nueva York MIS VIAJES AL PLANETA MARTE. En 1920 Eros Urides publica EL PLANETA MARTE Y SUS HABITANTES. En 1943 un muchacho británico narra sus viajes astrales a Marte y a Sirio. En 1949 el brasileño Hercilio Maes recibe de un tal “Ramatis” mensajes y escribe LA VIDA EN EL PLANETA MARTE y otras obras más.

De 1952 en adelante viene pues el encuentro de Adamski con los Venusinos y la fiebre de los seres de Venus, donde los contactos con los marcianos se van erosionando hasta casi desaparecer. Ser marciano ya no era “in”.

Después del descubrimiento del “Venus real” los contactos se han ido desplazando cada vez más lejos: Ganímedes, Orión, Calixto, las Pléyades.

Como podemos ver, el fenómeno ha ido evolucionando conforme avanza el conocimiento. Ocurre lo mismo en otras áreas.

Si hiciéramos un catalogo de ovnis por años veríamos como sus formas e ingenierías van cambiando conforme al arte fantástico y a las corrientes establecidas. Ya describimos las naves de Adamski, dignas de portada de revista pulp.

Continuamos con las de otro contactado, Eduard Meier, naves semejantes a las de Adamski en esencia de ingeniería (torreta o supuesto “puente de mando con ventanas”) y algunas innovaciones, como una parte inferior abombada. Estas naves fueron todo un hito en la ufología al igual que las de Adamski pues se tomaba películas de ellas en plenas maniobras. Después se descubrió que estos aparatos provenientes de las pléyades eran un bien montado fraude de maquetas.

Hoy tenemos ya naves “orgánicas” o “protoplásmicas” como las presentadas por Jaime Maussan en sus siempre bien “acertados y confiables” programas de “investigación”, naves que se suponen son naves vivas,... “Como células” según él.

El mismo físico de los alienígenas ha ido transformándose igualmente aunque la generalización se ha establecido en dos tipos básicos: a) Los rubios y altos, y los b) cabezones y bajitos (llamados ahora grises). Digo que han ido transformándose porque ahora son prácticamente inexistentes los encuentros con seres extraterrestres de la índole 1. monstruosa 2. metalica-robotica y 3. escafandresca.

1. Los primeros de esta serie, los monstruosos son por lo general seres bajitos y cabezones como los grises, pero con orejas grandes y puntiagudas al más puro estilo duende y con brazos largos acabados en garras, como los vistos en Kentuky en la década de los 50’s. Todos ellos muy parecidos al estereotipo de película Hollywodense de ciencia ficción para quinceañeros como LA INVASION DE LOS HOMBRES DEL PLATILLO.

2. Los metálicos-robóticos recuerdan claramente al Klatu de EL DIA EN QUE PARALIZARON LA TIERRA, un robot humanoide sin rasgos distinguibles y de miembros bastante rígidos, algo así como un Frankenstain envuelto en aluminio, mientras que los que yo denomino como:

3. Escafandrescos son seres vestidos con trajes aparentemente espaciales y con tubos que se conectan a pequeños tanques en su sus espaldas.

Es importante notar esta evolución en el fenómeno pues parece definirlo en parte como una cuestión ligada a factores culturales tanto como científicos. Uno de esos factores culturales de peso parece ser la ciencia ficción. Muchos de las descripciones y situaciones en el fenómeno ufológico se dieron primero en la literatura de este género y mucho de su estética en el cine y el arte del mismo.


3. ESTRUCTURA LITERARIA Y ESTÉTICA DE LA CIENCIA FICCIÓN COMO FACTORES DE INFLUENCIA EN EL FENÓMENO

Comencemos hablando de Bertrand Meheust, un investigador que a mediados de los 80 sugirió que el fenómeno ovni no era otra cosa que la actualización de los mitos y el folklore primitivos adaptados a la mentalidad de nuestro siglo. Desde 1973 investiga activamente estos fenómenos. En medio de esta investigación acaba por darse cuenta que los casos de abducciones extraterrestres eran la versión occidentalizada y contemporánea del tema del rapto por seres sobrenaturales.

En realidad Meheust no es el único en mostrar estas similitudes. En 1973 Jacques Vallee, el famoso ovnílogo y físico francés había dado una comparación en su libro PASAPORTE A MAGONIA donde comparaba, aunque sin ningún afán de prueba, las leyendas célticas sobre “el pequeño pueblo” y la tierra de las hadas con el moderno fenómeno ovni.
Pero volvamos a Meheust.

Al comienzo de sus investigaciones sobre ovnis y platillos voladores advierte que muchos de los testimonios no son novedosos en realidad sino que mostraban ser... “puro calco de relatos de ciencia ficción anteriores a 1940. Todo ocurría como si los escritores de ciencia ficción hubieran proporcionado los materiales necesarios para la elaboración de una nueva mitología...”

Detrás de la fenomenología de la abducción hay una estructura estudiada por el investigador norteamericano Eddie Bullard la cual muestra los siguientes pasos:

1. Captura y conducción a la nave. 2. Sometimiento a examen médico. 3. Adoctrinamiento del abducido o conferencia con sus captores. 4. El secuestrado visita la nave. 5. Inicia un viaje a otro mundo (aunque a veces esto se da después, en otros encuentros). 6. El abducido tiene un “viaje dentro del viaje” una visión de la que no tienen conocimiento sus captores. 7. Liberación. 8. Regreso a la vida normal con pruebas en su físico de la abducción/o desarrollo de poderes psi/ o trastornos espacio temporales (aparecen en otro lugar, o con varias horas de diferencia más de las que suponen pasaron dentro de la nave).

Esto no quiere decir que todos los pasos del secuestro por “extraterrestres”es invariable, pero por lo menos dos de estos pasos siempre se presentan. El caso de los Hill, la pareja secuestrada por una nave espacial, tan famosa en los anales de la ovnilogia, tiene todos los puntos mencionados antes, excepto el 5. Muchos de los cuentos sobre los secuestros de gente por duendes o hadas muestran también varios de los mismos pasos. Aunque hay elementos claramente similares, los fenómenos actuales tienen algunos nuevos. Veamos la misma tabla de elementos anterior sujeta a un secuestro por hadas o duendes:

1. Encuentro con las hadas y conducción a la morada de estas. 2. (Este elemento no se da en los secuestros por hadas o duendes. Raras veces hay examen físico. En ninguno se describen aparatos extraños para este examen.) 3. Platica con los captores sobre sus intenciones. 4 y 5. El secuestrado visita la cueva o el palacio mágico o incluso el mundo de las hadas. 6. El secuestrado obtiene algún recuerdo o ventaja del cual los duendes o hadas no tienen conocimiento (a veces es comida.) 7. El secuestrado escapa o es devuelto. 8. Por lo general, mucho de los “liberados” se encuentran con el trastorno espacio temporal, sin embargo este va de días a años.

Ahora veamos esta misma secuencia de puntos pero bajo el lente de una novela de ciencia ficción: 20,000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO de Julio Verne:

1. Encuentro con “el monstruo submarino”, entrada al Nautilus y encuentro con Nemo y su tripulación. 2. (aquí tampoco hay examen físico) 3. Nemo da a conocer la verdadera realidad del “monstruo marino”, en realidad un barco submarino. 4. Visita del Dr. Aronax por toda la nave 5. Visita al mundo submarino y la Atlántida (verdaderos “otros mundos”). 6. Ned Land logra arrojar la posición de la isla de Nemo dentro de una botella, de la cual nadie de la tripulación tiene conocimiento. 7. Huida del Nautilus

Interesante relación, los esquemas se repiten.

Sin embargo tomemos por ahora sólo los dos primeros ejemplos, ya que ellos pueden ser considerados bajo ciertas ópticas como testimonios y no como fantasías declaradas.

Podría pues suponerse pues, que la relación entre las declaraciones de los testigos, el del encuentro ovni y el del encuentro con hadas, define un hecho “real” que sólo ha sido visto por diferentes “ópticas”.

Sin embargo hay elementos culturales muy dependientes de su época que a veces resultan extraños en relación con el mismo suceso. Veamos a que nos referimos.

Comencemos por la vestimenta de los “secuestradores”. Los secuestradores duendes suelen vestirse con chalequitos rojos o verdes y frecuentemente (muy frecuentemente, diría yo) cargan con un gorrito sobre sus cabezas. Por su parte, los secuestradores “extraterrestres” visten ropa muy entallada o monos (pieza completa que consta de camisa, pantalón e incluso botas). Estas formas de vestir tienen mucho que ver con la moda de cada época. Podría decirse pues que los gorritos no eran otra cosa que cascos , vistos como “gorros” por los antiguos secuestrados, pero me resulta difícil creer que un antiguo secuestrado no reconociera un gorro cuando lo ve y tenga necesidad de definir a un casco como un “sombrerito puntiagudo”. Sin embargo el casco también es una moda actual, dependiente de nuestra época y nuestro mundo. ¿Para que necesitaría un extraterrestre un casco con oxigeno en nuestro planeta? ¿No da acaso su tecnología que puede cruzar de las pléyades hasta acá, para algo menos fastidioso que un casco?.

jueves, marzo 09, 2006

MOSCA ALTANERA, MOSCA CREADORA


Hay tres temas; el amor, la muerte y las moscas...
Augusto Monterroso.

De todas las moscas hay una muy famosa. Aquella que al Creador sigue a todas partes.

Vuela a su alrededor y posee tan poca habilidad que al pobre Dios le golpea las orejas, los labios, las bocas... se posa ya en su hombro izquierdo, ya en el derecho. Parece estar siempre muy atenta a todo lo que dice, hace y piensa el Señor.

Muy altiva. Presumida. Afirma (¿mentirosamente?) aconsejar al dueño de nuestro universo.

Obsérvala volar... te mira y parece despreciarte.

¿Quién puede imaginar algo más ridículo? He aquí una mosca que cree ser superior a cualquier ser humano.

Pero ¿a quién preocupa su presencia? ¿Has mirado alguna pintura de la Suprema Majestad en la que aparezca su pequeña compañera?

Cierto es que algunos pintores, algunos creadores, la notaron; pero ninguno la representó. Por ello es que para muchos novedad es saber de su existencia.

Arrogante y engreída. Pero no podrías discutir su importancia...

***

Carece de talento, de virtudes. Gran inteligencia no posee. De habilidad en el vuelo no puede presumir. ¿En dónde, pues, radica su valor?

Trabajando en su obra se encontraba el Altísimo...

El sistema solar comenzó a existir. Tomó forma la Tierra. Nacieron sus habitantes...

Miró su trabajo, aquello que de sus manos había surgido, y se sorprendió. ¡Genio entre los genios!

Comenzó su obra maestra. Aquello de lo que por siempre podría sentirse orgulloso...

Una mujer. Un hombre.

¡¡¿Qué dios había imaginado seres tan maravillosos?!! Criaturas perfectas, sin mancha, virtuosas...

Terminaba ya su obra cuando nuestro fabricante recibió el impacto.

El torpe bicho tuvo a bien estrellarse en el divino ojo.

Así fue como aquella mosca distrajo a nuestro Creador. Y así fue como se evaporó la perfección de sus criaturas, su obra se arruinó. La torpeza, la vanidad y la arrogancia contaminaron el alma humana...

A Dios avergüenza el resultado.

El ser humano al torpe bicho debe su existencia... Pocos hombres lo saben, algunos lo intuyen... y por eso es que poca atención se le ha prestado al horrible insecto.

Desde entonces se hacen compañía. Nada los separa. Dios y mosca juntos siempre están. El por qué nadie lo sabe. Hay quien asegura que la mosca se ha convertido en su mejor amiga. ¿Es cierto que son cómplices, confidentes? ¿O será que lo aconseja, que lo guía? Ya lo dije: la verdad por nadie es conocida.

¡Bendita mosca!

Eres nuestra madre. Eres nuestra diosa. Nuestra creadora...

lunes, marzo 06, 2006

El proyecto de Newton
(pequeña introducción a los trabajos teológicos y alquímicos de Isaac Newton)


Este elegantísimo sistema de Planetas y Cometas
no pudo ser producido más que por
y bajo la Habilidad y el Dominio
de un Ser Inteligente y Poderoso.

Isaac Newton, Philosophiae Naturalis Principia Mathematica


Fue durante la madrugada de la Navidad de 1642 cuando el evangelista llegó al mundo. Fue prematuro -tan pequeño era que algunos pensaron que no sobreviviría- y su padre había fallecido dos meses y medio atrás.

Isaac Newton lo tenía claro: Dios lo había elegido, ¿de qué otra forma explicar las circunstancias que rodearon su nacimiento?

Newton tenía una misión y no la descubrió en un feliz momento de iluminación; la descubrió poco a poco, estudiando sin descanso, trabajando duramente, pensando la mayor parte de su vida.

¿Cuál era esa misión y cómo fue descubriéndola?


Amicus Plato amicus Aristóteles magis amica veritas

Hizo todo lo posible para no permanecer en la granja familiar, su madre deseaba que la administrara. Fue un desastre. El resultado fue una suma de torpezas calculadas de antemano. Newton no deseaba realizar trabajos tan inferiores. Hanna se resigna y ve partir a su hijo a Cambridge.

Newton ingresa al Trinity College en 1661, sin embargo, sus verdaderos intereses no estaban en las clases sino en la biblioteca. Richard S. Westfall escribe: “En 1661, el programa de estudios de Cambridge –establecido casi un siglo antes por estatuto- se encontraba en avanzado estado de descomposición. Los estudios, en Cambridge, no habían roto el molde que había prevalecido durante siglos y cuyo modelo principal era Aristóteles (...) El vigor intelectual había desaparecido hacía mucho tiempo. Se había transformado en un ejercicio repetido mecánicamente, sin entusiasmo.”

Hacia 1664 Newton encuentra “lo que había ido a buscar a Cambridge”, comienza un cuaderno con sus propias reflexiones (Quaestiones quaedam philosophicae o Ciertas cuestiones filosóficas). Plasma en este cuaderno su naciente proyecto intelectual, un proyecto paralelo a sus actividades académicas. Newton estaba interesado en examinar asuntos como la materia, el espacio, el tiempo, el movimiento, la luz, los colores, la visión, la gravedad, etc.

Hace anotaciones sobre Descartes, Henry More, Galileo, Robert Boyle, Thomas Hobbes y Joseph Glanville, entre otros. Pero no sólo comentaba lo que escribían los autores que leía, se hacía preguntas y planteaba experimentos para poner a prueba las explicaciones que se proponían.

Descartes ocupa un lugar importante en estas notas. La teoría de la luz de Descartes –consideraba Newton- estaba equivocada, también erróneas eran sus ideas sobre las mareas, sus vórtices (modelo con el que explicaba el movimiento de los planetas) no corrían con mejor suerte. Y aunque Descartes creía en la existencia de Dios, sus planteamientos hacían posible que éste no se manifestara en la naturaleza, algo que preocupaba tanto a Henry More como a Newton.

¿Qué tan importantes fueron estas anotaciones? Westfall responde: “Su descubrimiento del nuevo análisis y la filosofía natural, en 1664, marcaron el comienzo de la carrera científica de Newton. Consideró las ‘Quaestiones’ lo suficientemente importantes como para perfeccionar más tarde un índice temático, que complementaba su organización inicial. Newton abandonó el viejo mundo del aristotelismo académico y zarpó hacia el nuevo. La travesía fue rápida.”

El Gran Proyecto, o lo que es lo mismo, la misión de Newton estaba comenzando a nacer.


¿Alquimista, teólogo o filósofo natural?

Aquellos que buscan la “Piedra Filosofal”
según sus propias reglas
están obligados a una vida estricta y religiosa.

Jeova Sanctus Unus

John Maynard Keynes dice que “Newton no fue el primero de la Edad de la Razón. Fue el último de los magos, el último de los babilonios y de los sumerios (...) fue el último niño prodigio a quien los magos le podrían haber rendido un sincero y apropiado homenaje”.

¿Por qué le llama mago? “Porque contemplaba al universo y todo lo que en él se contiene como un enigma, como un secreto que podía leerse aplicando el pensamiento puro a cierta evidencia, a ciertos indicios místicos que Dios había diseminado por el mundo para permitir una especie de búsqueda del tesoro filosófico a la hermandad esotérica. Creía que una parte de dichos indicios debía encontrarse en la evidencia de los cielos y en la constitución de los elementos, y la otra en ciertos escritos y tradiciones transmitidos por los miembros de una hermandad, en una cadena ininterrumpida desde la original revelación críptica, en Babilonia. Consideraba al universo como un criptograma trazado por el Todopoderoso (...) Realmente Newton leyó el enigma de los cielos y creyó que con los mismos poderes de su imaginación introspectiva leería el enigma de la divinidad, el enigma de los acontecimientos del pasado y del futuro, ordenados divinamente, el enigma de los elementos y su constitución a partir de una original e indiferenciada materia, y el enigma de la salud y la inmortalidad. Todo le sería revelado con tan sólo perseverar hasta el fin...”

Ha sido minimizado el interés que tenía Newton en la alquimia y en la teología, la verdad es que se dedicaba a estas materias con la misma pasión con la que hacía filosofía natural y matemáticas. Newton escribió aproximadamente un millón cuatrocientas mil palabras sobre teología y un millón doscientas mil palabras sobre alquimia. El físico José Marquina anota que: “Para hacerse una idea de lo que esto significa, considérese que, en una aproximación ‘optimista’, los tres tomos de ‘El Capital’ de Carlos Marx tienen aproximadamente 1, 000.000 de palabras, la prosa completa de Jorge Luis Borges tiene 500, 000, la ‘Iliada’ y la ‘Odisea’ son 300, 000, ‘Don Quijote’ 450, 000, ‘La Divina Comedia’ 180, 000, ‘Cien años de soledad’ 170, 000. La suma es de 2, 600, 000 palabras.”

De todo ese material J. M. Keynes escribe: “Todos sus trabajos no publicados sobre materias esotéricas y teológicas están marcados por un cuidadoso aprendizaje, un método exacto y una extrema sobriedad en sus afirmaciones. Son tan sensatos como su Principia, si no fuera por lo mágico de su contenido y de su propósito. Casi todos fueron escritos durante los mismos veinticinco años de sus estudios matemáticos...”

Tan meticuloso era al abordar las cuestiones alquímicas y teológicas que no se permitía hacer afirmaciones de las que no pudiera ofrecer una demostración. Ni siquiera cuando se percata de que ha fracasado en su gran proyecto se permite caer en la tentación de presentar como verdades aquellas cosas en las que cree profundamente.

El lector puede ya estar haciéndose una idea acerca de cuál fue la misión o proyecto que el genio se impuso, aclaremos un poco más.

¿Qué era sir Isaac? ¿Un filósofo que en sus ratos de ocio se entretenía con la alquimia? ¿Un teólogo que tenía como pasatiempo la filosofía natural? ¿Un alquimista interesado en la física y en la teología? La cantidad de tiempo y de esfuerzo que dedicó a cada una de estas materias indica dos cosas: que ninguna de ellas constituía un mero pasatiempo y que no se trata de intereses que puedan ser separados.

El gran proyecto de Newton, a decir del mismo Marquina, era poder unir la filosofía natural con la alquimia, y la alquimia con la teología. La alquimia era el puente entre la filosofía natural y la teología. Mediante su trabajo como alquimista deseaba llegar de la filosofía natural a Dios.

En una próxima entrada comentaré sobre sus trabajos teológicos.


REFERENCIAS

Westfall Richard. Isaac Newton: Una vida. Cambridge. Madrid. 2000.
Varios Autores. Newton. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. México. 1982.
Marquina José. JEOVA SANCTUS UNUS, Teólogo y alquimista. Departamento de Física. Facultad de Ciencias. UNAM.